Merc¨¨ Sampietro y Sergi Belbel brindan por la vida en el TNC
El director rescata el cl¨¢sico de Rodoreda ¡°La se?ora Florentina i el seu amor Homer¡±
Si t¨² te lanzas yo me lanzo, le propuso el director y dramaturgo Sergi Belbel a la actriz Merc¨¨ Sampietro. Y la int¨¦rprete acept¨® el reto: Sampietro asciende al escenario del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) desde este mi¨¦rcoles convertida en una profesora de piano del barrio de Sant Gervasi la cual es uno de los personajes m¨¢s entra?ables del imaginario de la escritora Merc¨¨ Rodoreda.
Belbel, exdirector del TNC, regresa ¡°a casa¡±, explic¨® el viernes pasado, para dirigir La senyora Florentina i el seu amor Homer, un cl¨¢sico de la autora de Mirall Trencat sobre la feminidad y las ganas de vivir de un grupo de mujeres que brindan por su cotidianidad. Alzan las copas (¡°no paran de brindar y emborracharse con alegr¨ªa durante toda la obra¡±, cont¨® Belbel) pese a las adversidades y a los amores da?inos que arrastran algunas de ellas, con maltratos f¨ªsicos incluidos. Adem¨¢s, lo hacen en un entorno muy especial; una finca modernista en la que est¨¢n muy presentes el imaginario floral y la naturaleza tan arraigada en la literatura de la autora de Viatges i Flors.
Belbel y Sampietro se embarcaron en el proyecto pese a los miedos iniciales. Y es que ten¨ªan muy presente el montaje que levantaron hace m¨¢s de dos d¨¦cadas Mario Gas y Rosa Novell, quien recuper¨® el texto ¡°de un caj¨®n¡±, cont¨® Belbel.
La comedia de tintes agridulces, que Rodoreda escribi¨® desde el exilio en la d¨¦cada de 1950, se centra en la melancol¨ªa de Florentina en la Barcelona de 1915. El personaje interpretado por Sampietro es una profesora de m¨²sica soltera de clase alta. Tiene sesenta a?os y vive pendiente de sus encuentros semanales con Homer, un hombre casado. ¡°Es un vendedor. Posee una tienda de cirios y estampas. En esa ¨¦poca el negocio deb¨ªa de ser exitoso. Durante 25 a?os tiene una mujer, hijos, una amante y, por tanto, una mentira¡±, desgran¨® Toni Sevilla, que interpreta al ad¨²ltero.
¡°Si Rodoreda hubiera conocido a Merc¨¨ Sampietro la habr¨ªa tenido en mente para escribir este personaje¡±, desliz¨® Belbel convencido. Florentina vive en el piso principal de un gran edifico en la zona alta. Todo el bloque, donde recibe a sus alumnos, es suyo. ¡°Es privilegiada cultural y econ¨®micamente. Pero est¨¢ cegada, enamorada¡±, relat¨® Sampietro. Su mundo se limita a Homer y a sus tres amigas, interpretadas por Margarida Minguill¨®n, Teresa Urroz y Carme Callol. Ellas son ¡°un coro de hadas¡± y unas ¡°supervivientes¡±, describi¨® Belbel, adem¨¢s de vecinas y compa?eras de vida de Florentina. Tanto es as¨ª que se toman el problema de su confidente como suyo propio. ¡°Tienen unas vidas terribles, luchan para que Florentina despierte¡±, a?adi¨® Sampietro. Belbel destac¨® que las actrices, a las que describi¨® como las ¡°Meryl Streep¡± de Catalu?a, tienen las mismas edades que Rodoreda especific¨® en la obra para sus personajes. ¡°Figura que yo ya estaba jubilada, pero ten¨ªa la espina de no haber trabajado con Belbel¡±, afirm¨® Minguill¨®n.
A lo largo del montaje, desde su peque?a parcela de realidad, Florentina y sus amigas iniciar¨¢n una vigorosa transformaci¨®n para ser m¨¢s libres y para desligarse de las voluntades de los hombres. ¡°Todas ellas hablan de su relaci¨®n con los hombres, pero no tienen consciencia de ser personas completas. Tienen el estigma de no ser seres independientes. Sin embargo, realmente les dan una lecci¨®n con su amistad y sus trabajos. Se definen a trav¨¦s de la ayuda mutua y de la solidaridad¡±, argument¨® el director del montaje.
Mientras Florentina entona melod¨ªas compuestas por Albert Guinovart en un gran piano de cola, otro personaje aparece en escena y trastoca su existencia. Es Zerafina (Elisabet Casanovas), una joven de 18 a?os venida del mundo rural y con una mentalidad muy diferente de la suya. ¡°Se necesitaban sin saberlo¡±, apunt¨® Casanovas. La joven entra como una bocanada de aire fresco a su d¨ªa a d¨ªa.
La obra, que se representa hasta el 2 de abril, cuenta con una escenograf¨ªa de Max Glaenzel. El escenario recrea la galer¨ªa modernista del edificio, con especial atenci¨®n a la naturaleza y a los colores. Todo est¨¢ al servicio del lema de este grupo de amigas: ¡°A vivir, a re¨ªr¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.