Expo 92, el impuso para el salto a una nueva era
La Exposici¨®n Universal revitaliza Sevilla y sirve de referente para futuras muestras
El seis de octubre de 1989 comenzaban en Sevilla las llamadas Jornadas del color en Expo 92. Una treintena de expertos se reun¨ªa durante dos d¨ªas para acordar una atm¨®sfera crom¨¢tica que unificara y agradara los ambientes de los 650.000 metros cuadrados de superficie construida de la Exposici¨®n Universal de 1992 en Sevilla. Las estructuras y papeleras ser¨ªan verde aguamarina, las vallas blancas, las farolas a?il... Todo en una armon¨ªa ligera para evitar un galimat¨ªas de colores. Una estudiada decisi¨®n tomada en uno de los infinitos encuentros, reuniones, charlas, foros y congresos de profesionales que se celebraron para este evento desde que, en 1976, el entonces rey Juan Carlos anunciara que Espa?a acoger¨ªa una muestra universal para rememorar los 500 a?os desde que el almirante Crist¨®bal Col¨®n desembarcara en Am¨¦rica. Se celebr¨® en 1992 en Sevilla y se llam¨® la Era de los descubrimientos.
El proyecto se plante¨® en una orilla abandonada del Guadalquivir
Las expectativas se superaron con el registro de 41,8 millones de visitas
El proyecto ser¨ªa en una orilla abandonada del Guadalquivir. Una zona envuelta en jaramagos, en un terreno bald¨ªo con aparcamientos improvisados, un muro de frontera con la ciudad y un monasterio del siglo XV reconvertido en una f¨¢brica de cer¨¢micas. Todo en ruinas. Era el aspecto que presentaba el espacio sobre el que despu¨¦s se alzar¨ªan relucientes pabellones de 112 pa¨ªses, ocho de tem¨¢ticas universales, 23 de organismos internacionales, 17 de comunidades aut¨®nomas espa?olas y seis de empresas.
En el recinto se construir¨ªa un lago artificial, tres puentes, habr¨ªa cines, 16 espacios esc¨¦nicos, restaurantes, un jard¨ªn bot¨¢nico, un telecabina, un monorra¨ªl, cinco avenidas ¡ªcada una con un leit motiv diferente¡ª, fuentes, aspersores de agua que refrescaban el ambiente por las calles desde p¨¦rgolas, macetas, un sofisticado y sostenible sistema de refrigeraci¨®n por el suelo... una ciudad levantada de la nada. Hasta all¨ª acceder¨ªan del 20 de abril al 12 de octubre de 1992 m¨¢s de 18 millones de personas, decenas de jefes de Estado y personalidades de las artes, las ciencias o las monarqu¨ªas. Era la Expo 92, un evento con un presupuesto final de 1.104 millones de euros que marc¨® un hito en la vida de la ciudad, de Andaluc¨ªa, y que impact¨® como encuentro entre las muestras universales.
Los datos
Ciudad Sede:
Sevilla (Espa?a)
Categor¨ªa:
Universal (Primer Rango)
Duraci¨®n:
Seis meses (176 d¨ªas)
Visitantes:
18 millones (55% espa?oles, 45% extranjeros)
Visitas:
41,8 millones (81% espa?oles,
19% extranjeros
Indice de recurrencia por visitante: 2,01
Visitantes esperados por d¨ªa: 290.000
Grupos especiales:
Tercera edad: 93.438
Escolares: 79.255
Personas con necesidades especiales: 67.433
Visitas preferentes: 32.531
Visitas VIP: 16.927
Plazas de aparcamiento: 40.000
Forestaci¨®n:
?rboles y plantas: 350.000
Seto: m¨¢s de 35 kil¨®metros
Parques y jardines:
500.000 metros cuadrados
Clases de plantas: 1.500
P¨¦rgolas: 50.000 metros cuadrados
Plantas en p¨¦rgolas: 27.500
Otros:
Edificios de espect¨¢culos: 16
Restaurantes: 96
Bares y cafeter¨ªas: 70
Tiendas: 51
Estaciones de monorra¨ªl: 3
Estaciones de telecabina: 3
Actuaciones de seguridad:
Alteraci¨®n del orden p¨²blico: 308
Accidentes de veh¨ªculos con lesiones: 12
Detenidos: 148
Actuaciones TEDAX: 1.099
Espect¨¢culos y deportes:
Total: 42.656 pruebas y representaciones
Atletismo: 3.183
Remo: 3.052
Auditorio: 17.455
Palenque: 10.518
Teatro Expo: 5.720
Cine: 2.620
Recreativo: 108
A las nueve de la ma?ana se abr¨ªan las puertas del recinto flanqueadas con instalaciones de telas tensadas; un innovador sistema de lectura de huellas dactilares permit¨ªa la entrada a las personas con pases semestrales hasta las cuatro de la madrugada, y 4.000 pesetas (24 euros) costaba el pase diario de adultos. De la forma que fuera y acumulando horas de colas para entrar en los espacios, se superaron las expectativas hasta que llegaran a registrarse 41,8 millones de visitas en los seis meses. El 33% sevillanos y el 19% extranjeros.
¡°Hubo un antes y un despu¨¦s en este tipo de encuentros internacionales desde la Expo 92, aument¨® el inter¨¦s¡±, apunta Julio Cuesta, director de Relaciones Externas de la muestra. ¡°Sigui¨® un sistema organizativo mod¨¦lico, que tuvo sus dificultades, pero supo vincular las iniciativas de las Administraciones y privadas¡±, considera Cuesta. Carmen Bueno, responsable de la gesti¨®n de los pabellones tem¨¢ticos, recuerda con emoci¨®n un hecho simb¨®lico. Cuenta que participaba en un foro de mujeres europeas en Par¨ªs ese 1992 y que la presentaron ante m¨¢s de 1.000 personas. Cuando se levant¨® fue recibida por un impactante aplauso cerrado. ¡°No me aplaud¨ªan a m¨ª sino a lo que representaba, a la Expo 92. La reacci¨®n fue sorprendente y la tom¨¦ como un registro que med¨ªa el valor de la Expo y su imagen en el exterior¡±, dice Bueno, que cree que la muestra supuso un impulso para la llamada modernizaci¨®n de Sevilla y Andaluc¨ªa y un cambio inevitable que hab¨ªa que abordar.
M¨¢s que infraestructuras
¡°A Sevilla le hac¨ªa falta¡± fue el titular con el que este peri¨®dico abri¨® el 21 de abril la cr¨®nica de la inauguraci¨®n de la Expo 92. ¡°Ahora es la capital del mundo, eso es lo que dicen. A Sevilla le hac¨ªa falta, la han dejado muy bonita. ?C¨®mo no vamos a estar contentos con la cantidad de puentes, rondas y avenidas que se han hecho?¡±, dec¨ªa Manuel, un carnicero entrevistado el d¨ªa de la inauguraci¨®n en este texto en el que se muestra tambi¨¦n la indiferencia con la que el resto de capitales andaluzas vivi¨® la apertura.
¡°Hay que reflexionar para darnos cuenta de todo lo que supuso la Expo 92. Adem¨¢s del avance de las infraestructuras se puede analizar el punto de vista sociol¨®gico. Hubo un cambio de mentalidad, los for¨¢neos dejaron un reflejo importante, la ciudad multiplic¨® su apertura¡±, apunta Bueno, que se?ala en concreto el impacto en el ¨¢mbito profesional.
¡°Hab¨ªa dificultades conceptuales y complicaciones para seleccionar equipos de grandes asesores. Tampoco cont¨¢bamos con dise?os innovadores y adem¨¢s hab¨ªa que dar juego a los espa?oles, pero aqu¨ª no hab¨ªa experiencia a ese nivel. Al final, la retroalimentaci¨®n con personal extranjero convirti¨® en profesionales a los que aqu¨ª ten¨ªan potencial¡±, se?ala Bueno.
Y como refiere, adem¨¢s de las infraestructuras y la formaci¨®n, la Expo 92 dej¨® tambi¨¦n una estela relevante de ocio y cultura alimentada cada d¨ªa con exposiciones, actuaciones y charlas por los pabellones, o proyecciones como la pel¨ªcula ?Eureka: la pasi¨®n por conocer! en la novedosa sala semiesf¨¦rica del cine Omnimax. Una agenda que se completaba con dos eventos diarios de obligada presencia: la colorida cabalgata y el ansiado espect¨¢culo del lago.
A media tarde recorr¨ªan el recinto 16 elaboradas carrozas con equilibristas, zancudos, bailarines y m¨²sicos que interpretaban sobre ellas y en el suelo una obra creada por Joan Font, director del grupo Els Comediants. Una cita que ven¨ªa proseguida en la noche por el afamado espect¨¢culo del lago, una proyecci¨®n audiovisual exhibida como un holograma sobre pantallas de agua acompa?ada de fuegos artificiales y rayos l¨¢ser.
Las 55.000 actuaciones culturales que se programaron terminaban de dar car¨¢cter universal al evento. Hubo m¨²sica cl¨¢sica y folcl¨®rica, teatro, ¨®pera, flamenco, pop, rock, cantautores, salsa... Por los escenarios pasaron artistas como Pl¨¢cido Domingo, Joe Cocker, Tom Waits, Celine Dion, Gun, Los Ronaldos, Hombres G, Alejandro Sanz, Duncan Dhu, Danza Invisible... Y con diferencia, el espect¨¢culo permanente que m¨¢s visitantes acogi¨® fue Azabache, 108.500 personas escucharon a Roc¨ªo Jurado abanderando la tonadilla espa?ola.
176 d¨ªas en los que adem¨¢s se pudieron visitar exposiciones, gran parte vinculadas con los descubrimientos. Un t¨¦rmino utilizado tambi¨¦n para nombrar la llegada de Crist¨®bal Col¨®n a Am¨¦rica en una palabra que gener¨® un debate frente a lo que se consider¨® tambi¨¦n la conquista de un continente. ¡°Fue un asunto de much¨ªsima reflexi¨®n y se le dio una perspectiva en la que no se negara que Espa?a tuvo un papel generador importante en Am¨¦rica¡±, plantea Bueno. El rey Juan Carlos calific¨® este debate como ¡°saludable pol¨¦mica¡± el d¨ªa 20 de octubre durante la clausura de la muestra, a la que asistieron 100.000 personas y que dej¨® de un d¨ªa para otro una ciudad en desuso y 17.000 desempleados. Algunos podr¨ªan reubicarse en lo que posteriormente ser¨ªa Cartuja 93, un incipiente parque tecnol¨®gico que tras una inmediata crisis, factura ahora 1.900 millones de euros al a?o.
Queda el desaf¨ªo de seguir dando uso cultural, tecnol¨®gico, cient¨ªfico, deportivo o tur¨ªstico a esa ciudad levantada de la nada que ha tenido a la innovaci¨®n como tesis en los ¨²ltimos 25 a?os. ¡°El ¨¦xito de la Expo 92 estuvo en sus contenidos. En el homenaje que se hizo a la capacidad de descubrir del ser humano¡±, concluye Cuesta. Falta por descubrir su siguiente futuro.
Turismo, artes e innovaci¨®n de futuro
"Hay demanda e inter¨¦s por conocer lo que fue la Expo 92, y nosotros vemos sus potencialidades de futuro. Sabemos que la gente tiene un recuerdo estupendo y mucha nostalgia por aquellos seis meses", plantea Jaime Sierra, portavoz de la Asociaci¨®n Legado Expo 92, que se encarga de promover el pasado del evento y organiza tambi¨¦n visitas tur¨ªsticas por el actual Parque Cient¨ªfico y Tecnol¨®gico Cartuja.
La asociaci¨®n est¨¢ inmersa ahora en coorganizar una exposici¨®n conmemorativa que ocupar¨¢ m¨¢s de 1.500 metros cuadrados en el Pabell¨®n de la Navegaci¨®n y que se inaugurar¨¢ el pr¨®ximo 20 de abril como una de las actividades para celebrar este 25 aniversario de la Expo 92. Para los fondos cuentan tambi¨¦n con la colaboraci¨®n ciudadana para una muestra que espera que quede como centro de interpretaci¨®n permanente.
Sierra propone la creaci¨®n de un eje cultural en el que suma el Pabell¨®n de la Navegaci¨®n, el CaixaForum, el abandonado auditorio de la SGAE, el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo o el Teatro Central. ¡°Hay mucho por ver, aunque queda tambi¨¦n por arreglar, como las soler¨ªas¡±, dice. Y a?ade como tarea pendiente recuperar los pabellones tem¨¢ticos. Algo que comparte Carmen Bueno, responsable de ellos durante la exposici¨®n.
¡°Son espacios soberbios y abandonados¡±, dice Bueno, que ejemplifica que el pabell¨®n del Futuro, que ser¨¢ sede del Archivo General de Andaluc¨ªa, es uno de los mejores contenedores expositivos de Espa?a. ¡°Tiene una volumetr¨ªa enorme. Podr¨ªa albergar incluso un uso deportivo¡±, dice.
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