Vuelven las plumas al teatro de La Latina
24 a?os despu¨¦s del ¨²ltimo espect¨¢culo de revista de Lina Morgan, se estrena una obra que protagoniza Rosa Valenty
Vuelven las plumas, las lentejuelas, la m¨²sica en directo y los bailes m¨¢s picantes y sensuales. Se vuelven a encender a lo grande las luces en el teatro de La Latina. 24 a?os despu¨¦s del ¨²ltimo espect¨¢culo de Lina Morgan, Celeste no es un color, regresa a la escena el g¨¦nero de la revista musical con Un chico de revista, con libreto original de Juan Andr¨¦s Araque y direcci¨®n de Juan Luis Iborra. El lujoso y brillante tel¨®n rojo que Lina Morgan utiliz¨® para sus espect¨¢culos luce al fondo del escenario, como testigo de un g¨¦nero denostado y olvidado que ahora sale en busca de un hueco y nuevos espectadores. Protagonizada por Rosa Valenty y Cayetano Fern¨¢ndez, Un chico de revista se estrena el pr¨®ximo s¨¢bado en La Latina, de Madrid.
El autor del libreto, Juan Andr¨¦s Araque, es un valenciano de 42 a?os, trabajador en el sector bancario y saxofonista, que ha invertido todos sus ahorros y los de su familia en la producci¨®n de este espect¨¢culo de revista musical, g¨¦nero al que dedic¨® su tesis doctoral. Su pasi¨®n por la revista, un espect¨¢culo enraizado en las m¨¢s hondas tradiciones espa?oles, que vivi¨® su ¨¦poca m¨¢s gloriosa a ra¨ªz de la llegada a nuestro pa¨ªs de la gran Celia G¨¢mez en 1925, y que hizo saltar a la fama a actores como Fernando Fern¨¢n G¨®mez o Toni Leblanc, le ha llevado a embaucarse en esta gran aventura, que quiere reivindicar y defender de alguna manera el teatro musical espa?ol.
Con ocho actores en escena, un cuerpo de baile de diez personas y cuatro m¨²sicos en directo, Un chico de revista da un paso m¨¢s para dar el protagonismo, por primera vez en este g¨¦nero, a un hombre. En Un chico de revista, la vedette no es la cl¨¢sica mujer vestida de brillos y embutida en lujosos plumajes, sino un chaval gitano de Granada que viene a Madrid a buscar su gloria en un espect¨¢culo de baile y que se topa con toda una gloria en decadencia. Con veinte canciones hist¨®ricas y muy conocidas e interpretadas en directo, Un chico de revista, cuya acci¨®n se centra en los a?os setenta, es todo un homenaje a un espect¨¢culo que conoci¨® su gloria en los a?os del franquismo, a pesar de conseguir saltarse las r¨ªgidas reglas y la censura a su antojo, y que fue degenerando hacia un g¨¦nero casposo y de baj¨ªsima calidad. Hasta su desaparici¨®n.
Para Juan Luis Iborra, cineasta y director de la realizaci¨®n de las tres ¨²ltimas galas de los premios Goya, este espect¨¢culo es su primera experiencia en el g¨¦nero de la revista musical. A pesar de las dificultades de la m¨²sica y los bailes en directo y de los r¨¢pidos cambios de vestuario (se utilizan 150 trajes) al que se ven obligados los artistas, Iborra est¨¢ entusiasmado y convencido de que est¨¢n ante una nueva etapa en el g¨¦nero de la revista. ¡°Si un director como Almod¨®var hubiera hecho un espect¨¢culo de este tipo, las cosas no estar¨ªan como ahora¡±, asegura Iborra, tras el primer ensayo en el escenario de La Latina. ¡°He jugado m¨¢s al musical tipo americano, he dejado a un lado el lado m¨¢s pintoresco y tradicional y hemos introducido escenas tiernas y modernizado los n¨²meros de baile con cantos a la liberaci¨®n del sexo y a la vida. Mi pretensi¨®n es que la gente joven se encuentre con algo muy cercano, que se sientan identificados con los personajes¡±.
Un chico de revista es tambi¨¦n un grito a la felicidad, al buen vivir y al disfrute. Por algo, su protagonista femenina lanza un alegato final al espectador. ¡°Maravilloso fue volver. Gracias por venir¡±.
Bajando la escalera
Rosa Valenty (Barcelona, 1951) ha hecho mucha m¨¢s comedia y vodevil que revista, pero fue en este g¨¦nero cuando conoci¨® a los m¨¢s grandes de su ¨¦poca, como Esperanza Roy o Francisco Valladares. Ella fue una de las int¨¦rpretes de la primera representaci¨®n de La calle de Alcal¨¢, en el teatro Alc¨¢zar, en 1983. Entonces, dej¨® un trabajo de protagonista en el teatro para entrar en el elenco de un espect¨¢culo que protagonizaba Esperanza Roy. Valenty prefiri¨® claramente ser cola de le¨®n que cabeza de rat¨®n. No se ha arrepentido nunca. "Aprend¨ª de Esperanza Roy a bajar la escalera", cuenta la actriz, sentada hoy en un escal¨®n del teatro de La Latina. Luego repiti¨® de nuevo con un nuevo espect¨¢culo de La calle de Alcal¨¢ y pocos a?os m¨¢s tarde Risas y rosas, en Barcelona, y El ¨¢guila de fuego, para Televisi¨®n Espa?ola con Concha Velasco. Valenty baja la gran escalera iluminada en Un chico de revista con serenidad y elegancia. Con coraz¨®n, dice ella.
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