Edificio Espa?a, s¨ªmbolo del cambio

Desde nuestra llegada al gobierno municipal, uno de los asuntos que ha alcanzado mayor proyecci¨®n pol¨ªtica y medi¨¢tica ha sido el Edificio Espa?a. La multinacional china Wanda se lo hab¨ªa comprado unos meses antes al Banco Santander para implantar en ¨¦l un hotel y un centro comercial. A cambio de tan generosa contribuci¨®n al desarrollo de Madrid, ped¨ªan que el Ayuntamiento autorizara la demolici¨®n de la pr¨¢ctica totalidad del edificio para reconstruirlo posteriormente, con el compromiso de reproducir fielmente las dos fachadas laterales y la principal. Terminada la obra, la imagen del conjunto se mantendr¨ªa intacta. Pero estas fachadas estaban protegidas, lo que hac¨ªa inviable su derribo.

Inmediatamente, nuestros adversarios situaron el foco en este ¡°caso¡±. Ten¨ªa todos los ingredientes para construir el mantra que han tratado de instalar desde que se iniciara este mandato: el Ayuntamiento de Carmena paraliza la inversi¨®n. Una gran empresa quer¨ªa recuperar un edificio abandonado para transformarlo en un gran hotel y el gobierno municipal se lo imped¨ªa, acabando, de paso, conlos empleos que la obra y la puesta en funcionamiento del hotel traer¨ªan.

Las portavoces del Partido Popular y Ciudadanos nos acusaban de sectarismo poniendo este caso como ejemplo. Aguirre lleg¨® a decir que, decididos como est¨¢bamos a terminar con los monumentos de la dictadura, por qu¨¦ noautorizar el derribo de este edificio franquista. Incluso el Grupo Socialista, aunque menos beligerante que los otros, nos afe¨® en alg¨²n pleno nuestra escasa ¡°flexibilidad¡± con el inversor. Tambi¨¦n Cifuentes se uni¨® al carrusel de acusaciones aun sabiendo que era la Comisi¨®n de Patrimonio de la Comunidad de Madrid quien hab¨ªa establecido la protecci¨®n de las fachadas. Pese a todo, nos mantuvimos firmes defendiendo el cumplimiento de la ley y el fin del urbanismo a la carta.

Y en estas, Wanda decidi¨® vender el edificio y otro empresario decidi¨® comprarlo. Todos los esfuerzos por generar incertidumbre en torno a este proyecto se mostraban fracasados. Se iba un inversor pero, inmediatamente, llegaba otro. El acuerdo alcanzado entre Ecologistas en Acci¨®n, colectivo que recurri¨® la desprotecci¨®n impulsada por el gobierno de Ana Botella, y el grupo Baraka, actual propietario del inmueble, para rehabilitar el edificio devolvi¨¦ndole su protecci¨®n original cierra con ¨¦xito el pen¨²ltimo cap¨ªtulo de esta historia.

Muy pronto empezar¨¢n las obras pero mucho nos tememos que el Edificio Espa?a dejar¨¢ de ocupar portadas. Ya no hay conflicto. Caso cerrado.

Madrid, en cualquier caso, ya ha cambiado. El Edificio Espa?a inaugura una nueva etapa en el urbanismo madrile?o. Los intereses particulares ya no est¨¢n por encima de los de la ciudad y de la gente. La silueta de esta singular obra, presente desde hace m¨¢s de sesenta a?os, seguir¨¢ ah¨ª para record¨¢rnoslo.

Jos¨¦ Manuel Calvo es concejal de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid