El Instituto Camb¨® vende la Bernat Metge al grupo Som

Signos de los tiempos, para bien o para mal. En 1922, Francesc Camb¨®, que ya hac¨ªa a?os que dec¨ªa que le gustar¨ªa fundar en Catalu?a ¡°alguna cosa importante de cara los cl¨¢sicos¡±, impulsa y financia la Bernat Metge, empresa editora de una, con el tiempo, cuidada y exquisita colecci¨®n en catal¨¢n de cl¨¢sicos grecolatinos en edici¨®n biling¨¹e que se estrena en 1923 con De la natura, de Lucrecio. Exactamente 417 t¨ªtulos y 94 a?os despu¨¦s, el Instituto Camb¨®, la fundaci¨®n que gestiona el legado del mecenas, ha decidido vender la m¨ªtica colecci¨®n al grupo Som, antiguo Grup Cultura 03, editor de los sellos Ara Llibres y ?msterdam y propietario de la productora Batabat, entre otras empresas culturales.

¡°A estas alturas de la revoluci¨®n digital ya sabemos que la potencia est¨¢ en los contenidos, ah¨ª radica el valor¡±, justifica Oriol Soler, presidente de Som, una operaci¨®n en la que tambi¨¦n ha intervenido la Fundaci¨®n Bancaria La Caixa. Ni unos ni otros explicitan el montante, si bien la entidad financiera se habr¨ªa comprometido a un apoyo econ¨®mico hasta 2022, a?o del centenario de la Bernat Metge; asimismo, ha adquirido cinco colecciones enteras, una de las cuales depositar¨¢ en el Palau Macaya, mientras las otras cuatro ser¨¢n regaladas a universidades del mundo que se distingan en la difusi¨®n de los cl¨¢sicos.

Soler reivindica la recuperaci¨®n del esp¨ªritu y ¡°el grado de locura que signific¨® en 1922 el proyecto¡± y lo equipara con algunas de las iniciativas que han llevado a cabo su grupo, como el lanzamiento de una revista de Historia como Sapiens (¡°hoy, con unos 20.000 ejemplares, es la m¨¢s vendida en catal¨¢n y cuenta con casi 9.000 suscriptores¡±), el de la gu¨ªa de ocio Time Out de Barcelona o el del diario Ara, posteriormente vendido. Un punto de atrevimiento tiene relanzar la Bernat Metge, que hoy apenas cuenta con unos 400 suscriptores, lejos de los 2.000 de sus mejores tiempos (¡°nuestra experiencia y cartera de clientes nos permitir¨¢ ampliar las fidelizaciones¡±), y que, adem¨¢s, es muy dif¨ªcil encontrar en librer¨ªas, ajena por tem¨¢tica, formato (est¨¢ encuadernada en tela) y precio (35 euros de media) a la vor¨¢gine de novedades ef¨ªmeras que hoy marcan la industria del libro.

El ¨¦xito de una operaci¨®n de relanzamiento en 2009 (y que llev¨® una selecci¨®n de 50 de sus t¨ªtulos en facs¨ªmil a los quioscos, logrando captar en alg¨²n t¨ªtulo a 7.000 compradores) y otra posterior de 2011 (con el diario Ara y que est¨¢ en la g¨¦nesis del acuerdo actual con el grup Som), hace cobijar esperanzas al equipo actual en reposicionar la colecci¨®n. As¨ª, bajo la direcci¨®n del editor Ra¨¹l Garrigasait, coordinador del equipo de edici¨®n de la Bernat Metge desde hace ocho a?os, y del director editorial de Ara Llibres, Joan Carles Girb¨¦s, quiere asegurarse la visibilidad de la colecci¨®n en un selecto grupo de librer¨ªas y, en paralelo, en las redes sociales. Este mi¨¦rcoles, un acto en Caixaforum, con intervenci¨®n del escritor y traductor Joan Francesc Mira, calentaba el 95? aniversario de la iniciativa.

En el plano estrictamente editorial, a raz¨®n de cuatro t¨ªtulos al a?o, est¨¢n garantizados ya los pr¨®ximos 20, bajo la premisa de ¡°ir cerrando proyectos importantes que restan abiertos¡±, seg¨²n Girb¨¦s. En esa l¨ªnea estar¨ªan previstos los vol¨²menes finales de La Il¨ªada de Homero (se han publicado tres), los Discursos de Cicer¨®n, las Tragedias de S¨¦neca o la Metaf¨ªsica de Arist¨®teles (esta, para 2018). Abrir¨¢ fuego a partir del pr¨®ximo mayo la sexta entrega de las Tragedias de Eur¨ªpides (que incluye Las troyanas), las Argon¨¤utiques, de Cayo Valerio Flaco, y, por vez primera en catal¨¢n, la Po¨¦tica de Arist¨®teles. Por el momento, manteniendo precios y formatos.

El escritor e intelectual Joan Estelrich, con solo 26 a?os, fue el brazo ejecutor del proyecto de Camb¨®. Copi¨® casi literalmente el modelo de la colecci¨®n francesa Guillaume Baud¨¦; con ella y junto a la inglesa Loeb, hoy son colecciones que honran una cultura. Fall¨®, quiz¨¢, en la quim¨¦rica voluntad de popularizar masivamente los cl¨¢sicos grecolatinos: los acabaron comprando una clase media culta, de corte catalanista y cercana a la Lliga. Pero el mecenas cre¨ªa tambi¨¦n que con la Bernat Metge ¡°en estos tiempos de perturbaci¨®n y de anarqu¨ªa que vive la Humanidad, y que tan acentuadamente sufrimos en Catalu?a, la difusi¨®n de la cultura cl¨¢sica puede hacer un gran bien: puede traernos un sentido del equilibrio y de mesura que no siempre hemos tenido en Catalu?a¡±. La recuperaci¨®n parece, pues, oportuna.