El Palau de la M¨²sica renace tras el saqueo
La instituci¨®n ha incrementado su actividad musical, art¨ªstica y de explotaci¨®n tur¨ªstica
Dos a?os antes de que se descubriera el saqueo del Palau de la M¨²sica, de no menos de 24 millones de euros en manos del que fue su presidente, F¨¦lix Millet, y su mano derecha, Jordi Montull, el Orfe¨® Catal¨¤ tuvo que suspender un concierto en M¨¦xico por ¡°falta de recursos¡±. Este a?o, las diferentes formaciones corales han viajado a Londres, Hannover y Viena y el Palau fich¨® esta temporada a uno de los primeros espadas en el canto coral, Simon Halsey.? Hace 10 a?os, en plena etapa Millet, la temporada se cerr¨® con 359 conciertos y 419.000 asistenes y el a?o pasado llegaron a 565 y m¨¢s de 440.000. El desfalco lleg¨® a poner en situaci¨®n de riesgo a la entidad centenaria, tal como reconocen algunos de sus responsables, que ha logrado remontar la peor crisis de su historia tras una profunda transformaci¨®n organizativa, financiera y tambi¨¦n del proyecto art¨ªstico. Joan Oller, su actual director, lo califica de ¡°renacer¡±.
En la larga etapa Millet, no hab¨ªa director musical, exist¨ªan cuatro entidades jur¨ªdicas diferentes y cada una iba por su cuenta ¡ªun sistema que probablemente facilit¨® las artima?as de los acusados¡ª no hab¨ªa un proyecto musical definido, apenas hab¨ªa proyecto social y era una empresa cuyos trabajadores no ten¨ªan comit¨¦ que les representara. El miedo inmediato tras el esc¨¢ndalo de los trabajadores y de los gestores ¡ªen una primera etapa, hasta diciembre de 2010, el control recay¨® en Joan Llinares y Mariona Carulla¡ª era que el p¨²blico y los mecenas dieran la espalda al Palau por desconfianza.
Esa amenaza parece superada y actualmente la instituci¨®n se ha afianzado en el panorama cultural de la ciudad con una combinaci¨®n de programaci¨®n propia ¡ªhan aumentado los ciclos, como el de grandes voces que trae anualmente a primeras figuras de la l¨ªrica internacional ¡ª y la importante entrada de recursos que supone el alquiler de los espacios del edificio modernista y la programaci¨®n por parte de terceros que, en ocasiones, ha sido criticada por responder a criterios puramente comerciales. Por ejemplo, con los espect¨¢culos de flamenco que lleg¨® a tener tal volumen que finalmente pusieron un tope. Prueba de la fuerza que tiene ahora la instituci¨®n es la concentraci¨®n de grandes estrellas precisamente en el mes en el que ha empezado el juicio: Gustavo Dudamel con la integral de las sinfon¨ªas de Beethoven, la pianista Yuja Wang y la semana que viene la mezzosoprano Cecilia Bartoli.
El Orfe¨® Catal¨¤ ha regresado a la escena internacional y ha logrado tener presupuesto propio
Los ingresos por turismo siempre han sido importantes para el Palau y lo fueron, tambi¨¦n, en la etapa de Millet aunque las cifras se han disparado: si en 2006 las visitas guiadas fueron 175.000 el a?o pasado se aproximaron a las 205.000. Por contra, las subvenciones p¨²blicas han bajado de un 25% de hace 10 a?os al 13% actual.
Con todo, el Palau sigue sin poder pasar p¨¢gina al saqueo que sufri¨® porque la recuperaci¨®n del dinero le exige dedicaci¨®n y recursos. Este lunes, en el juicio, Mariona Carulla reconoci¨® que siguen negociando con algunos acusados para resarcirse, con independencia de lo que se resuelva en sentencia. Ya lo hicieron con Millet y Montull, que devolvieron pr¨¢cticamente seis millones de euros y no dan el cap¨ªtulo por cerrado. Tambi¨¦n lo est¨¢n haciendo con empresas que cobraron por obras no realizadas en el Palau y han recuperado parte de los fondos que fueron a parar a la Fundaci¨®n Trias Fargas por un falso convenio suscrito por Millet. El proc¨¦s ¡ªel judicial¡ª al Palau le cuesta bastante dinero, por ahora m¨¢s de cuatro millones de euros en minutas.
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