¡°Para dibujar bien un avi¨®n hay que conocerlo por dentro¡±
El autor de ¡®El gran duque¡¯ y 'El piloto del Edelweis¡¯, as de los invitados del Sal¨®n del C¨®mic
El franc¨¦s Romain Hugault, probablemente el mejor dibujante de aviones del c¨®mic actual, parece salido de una de sus vi?etas. ?gil y nervioso como un piloto de caza, viste una verdadera chaqueta de cuero, insignias incluidas, de los Burma Banshees (80? Grupo de Intercepci¨®n), la c¨¦lebre unidad de aviadores estadounidenses estacionada en Birmania que mantuvo abiertas las rutas con China tras la invasi¨®n japonesa en 1942. Se retrata junto al North American T-6 Texan de la exposici¨®n de aviones reales del Sal¨®n del C¨®mic, del que es uno de sus principales invitados, el as podr¨ªamos decir, apoyado en el ala como si fuera suyo y estuviera a punto e encaramarse a la carlinga y salir a volar.
Hugault (1979) es aviador de verdad y posee un aparato de la II Guerra Mundial que pilota ¨¦l mismo, un Piper Cub L-4 de 1942, la famosa avioneta biplaza en t¨¢ndem de ala alta que usaban los mandos estadounidenses como Eisenhower y Patton y se empleaba como avi¨®n de reconocimiento y tambi¨¦n para transporte y evacuaci¨®n m¨¦dica. Se la denominaba cari?osamente Grasshopper, ¡°saltamontes¡±, por los brincos que pegaba al aterrizarla. El dibujante ense?a su foto en el m¨®vil como si fuera la de un hijo y cuando apunto el parecido con la Fieseler Fi 156 Storch, la ¡°cig¨¹e?a¡± alemana, sonr¨ªe encantado. ¡°Eso es, era el equivalente. Para los estadounidenses era algo as¨ª como el jeep Willys del aire, y de la misma manera que dejaron jeeps en Europa porque era m¨¢s caro volv¨¦rselos a llevar abandonaron tambi¨¦n aparatos de estos. El m¨ªo particip¨® en la guerra y ahora estoy devolvi¨¦ndole su color original. Es muy placentero de pilotar¡±.
Hugault es autor de c¨®mics extraordinarios (publicados en Espa?a por Norma) que combinan las historias cl¨¢sicas de aventuras a¨¦reas con un dibujo excepcionalmente preciso de los aviones. Entre su producci¨®n se cuentan ¨¢lbumes ambientados en la II Guerra Mundial como El ¨²ltimo vuelo (cuatro maravillosa historias de pilotos, incluido un kamikaze y un aviador de la Normandie-Niemen), o los de la series El gran duque (en el frente del Este) y Angel Wings (Birmania y el Pac¨ªfico); en la ¨¦poca de entreguerras (M¨¢s all¨¢ de las nubes) o en la primera contienda, como la sensacional trilog¨ªa de El piloto del Edelweiss. Algunos de sus mejores trabajos los ha realizado con el guionista Yann de copiloto.
"En mis historias las protagonistas son mujeres fuertes, con iniciativa, valientes y hasta temerarias"
?Qu¨¦ es lo m¨¢s importante para dibujar un avi¨®n? ¡°Observarlo bien, conocerlo, por fuera y por dentro. Es como dibujar un cuerpo humano. Hay que saber la forma de las piezas, los instrumentos. Lo que tiene de ligero y de pesado¡±. Entre los personajes de Hugault figuran muchas hero¨ªnas, varias de ellas aviadoras. ?Qu¨¦ le da m¨¢s placer dibujar, aviones o mujeres? ¡°Jajaja, no puedo elegir: ?ambos!¡±. Hablando del tema, hay personas que encuentran chocante la voluptuosidad de las mujeres de sus c¨®mics, como la aviadora Angela McCloud o la gitana Walburga, amante de terrible as alem¨¢n del aeroplano pintado con una edelweiss. ¡°?Qu¨¦ puedo decir? Lo asumo. Es un rasgo como el de Fellini. Adoro las pin up, las modelos de las viejas revistas con que los aviadores de la II Guerra Mundial decoraban sus aparatos. Me parecen encantadoras. Llevo una en la espalda de la chaqueta como ves y tambi¨¦n en mi avi¨®n. A m¨ª las mujeres me gustan as¨ª. Pero siempre las dibujo con respeto. En mis historias las protagonistas son mujeres fuertes, con iniciativa, valientes y hasta temerarias. A las lectoras tambi¨¦n les gustan. D¨¦jeme decirle que hace poco me escribi¨® una chica para darme las gracias por dibujar mujeres as¨ª. Me conmovi¨® mucho porque me explicaba que ella hab¨ªa sido anor¨¦xica y mis dibujos la ayudaron a superar su enfermedad¡±.
En El gran duque dibuja a Lilya Litvyak, la as de caza rusa, mucho m¨¢s carnal de lo que era. ¡°Es mi estilo de dibujar. Pero adem¨¢s, la protagonista del relato no es exactamente ella, el personaje hist¨®rico, as¨ª que me puedo permitir licencias con su vida y su f¨ªsico, que por otro lado es algo que hace continuamente el cine y no pasa nada¡±. Es cierto, en El gran duque Litvyak sobrevive a la guerra. ¡°La idea era hacer una historia de amor de dos personas de mundos enfrentados, una especie de Romeo y Julieta a¨¦reo en la Segunda Guerra Mundial. Le dije a Yann que estaba cansado de que en todos los ¨¢lbumes los finales fueran tristes, que todos murieran, y le ped¨ª dejar un poco de esperanza. As¨ª que en la serie hicimos tres finales y decidimos dejar ese abierto, que tampoco es demasiado feliz, con Wulf y Lilya en un tren camino del Gulag...¡±. ?No es controvertido poner de protagonista a un piloto de caza alem¨¢n? ¡°El personaje es definitivamente antinazi. Mientras me documentaba sobre los pilotos alemanes encontr¨¦ la figura real de Ernst Sch?fer, piloto de caza nocturna de la JG 300 con diez victorias, que estaba abiertamente en contra del r¨¦gimen hasta el punto de -como mi Wulf- negarse a lucir las insignias que inclu¨ªan la esv¨¢stica. Hay fotos en las que se le ve que ha eliminado de la gorra el emblema del ¨¢guila nazi. Su rechazo se deb¨ªa a que su padre hab¨ªa sido internado en un campo por opositor a Hitler. Es un milagro que a Sch?fter no lo fusilaran. Muri¨® en combate contra Mustangs en julio de 1944¡±.
?Qu¨¦ prefiere Hugault, la primera o la segunda guerra mundial? ¡°Bueno, tanto la una como la otra, aunque las dos fueron horribles. A m¨ª no me gusta la guerra en absoluto, me gustan los aviones de la ¨¦poca. Prefiero los de h¨¦lice de la segunda, pero tambi¨¦n me parecen muy atractivos los de la primera, que parecen tan fr¨¢giles pero eran en realidad m¨¢quinas fabulosas capaces de alcanzar los 200 kil¨®metros por hora, la tecnolog¨ªa punta de entonces¡±. ?Qu¨¦ le interesa de la guerra? ¡°Lo que tiene de hacer impredecible la existencia, en ella la vida bascula, todo es susceptible de cambiar en un momento, el destino de las naciones pero tambi¨¦n el individual¡±. El dibujante duda cuando le pregunto su avi¨®n favorito. ¡°Todos, pero si he de elegir, quiz¨¢ el Mustang P-51¡±. Vaya, el Cadillac del cielo. ¡°Me encanta la combinaci¨®n de colores que luc¨ªan y los dibujos de pin ups. Esa combinaci¨®n de belleza y fuego mort¨ªfero. Dos mil caballos, ca?ones y una mujer hermosa en el fuselaje: visualmente son extraordinarios. Las escuadrillas ten¨ªan como parte del equipo de tierra a artistas que ilustraban los aviones a cambio de whisky¡±. Ha dibujado casi de todo, pero no el reactor Messerschmitt Me 262. ¡°Mmm d¨¦jame ver, no, ?s¨ª!, en el libro sobre las pin up. Hay una serie de otros autores en que son protagonistas los Me 262, Cielo en ruinas, de Pinard y Dauger. Est¨¢n muy bien representados ah¨ª. Tienen algo especial, es cierto, parecen tiburones¡±.
"A m¨ª no me gusta la guerra en absoluto, me gustan los aviones de la ¨¦poca, sobre todo los de h¨¦lice".
Los referentes de Hugault son el pintor japon¨¦s Shigeo Koike, ¡°el mejor pintor de aviones del mundo¡± y en el c¨®mic, Buck Danny, el personaje creado por Charlier y Hubinon. Tambi¨¦n se dice deudor de las pin up del gran maestro Milton Caniff, al que precisamente el sal¨®n le dedica una exposici¨®n. Los pilotos reales a los que m¨¢s admira son ¡°mi padre y mi hermano¡±. Su padre, que volaba grandes aviones de carga, ¡°me ense?¨® a pilotar¡± y su hermano es ¡°el m¨¢s fino de los pilotos¡±. M¨¢s all¨¢ de su familia, ¡°hay aviadores extraordinarios en todos los pa¨ªses¡±, aunque confiesa un flaco por el as del Me-109 Hans Marseille, el James Dean de la Luftwaffe, la Estrella de ?frica.
Hugault explica que de joven era aficionado al aeromodelismo y que montar maquetas de aviones le ha sido muy ¨²til para conocerlos con detalle y tener el dominio de la tridimensionalidad. De sus proyectos, el dibujante dice que est¨¢ ocupado en la continuaci¨®n de la trilog¨ªa Angel Wings que consiste en otros tres libros, un segundo ciclo, en los que la acci¨®n se traslada de las selvas de Birmania al Pac¨ªfico. ¡°Estaba ya cansado de tanto verde¡±, dice. La hero¨ªna no llegar¨¢ a piloto de caza: ¡°No ser¨ªa hist¨®ricamente posible porque las WASP, las pilotos de la fuerza a¨¦rea de EE UU nunca entraron en combate directo, pero habr¨¢ muchas aventuras m¨¢s¡±.
Antes de marcharme, Hugault me dedica mi ejemplar del primer tomo de El gran duque. ¡°?Qu¨¦ te dibujo, avi¨®n o pin up¡±, pregunta con piller¨ªa. Avi¨®n. ¡°Elige el modelo¡±. ?Cualquiera? ¡°S¨ª¡±. ?Puede ser un Me 262? El dibujante sonr¨ªe y se inclina sobre el papel (lo que permite echarle una miradita a la chica de la espalda). Es una delicia ver c¨®mo el aparato aparece de la nada sobre la p¨¢gina en blanco y echa a volar, fiero y hermoso.
Gran afluencia en el Sal¨®n, que agota las entradas del s¨¢bado
La lluvia que ha ca¨ªdo en Barcelona no ha sido obst¨¢culo para que el Sal¨®n del C¨®mic haya vuelto a llenarse y por primera vez en su historia haya agotado las entradas del s¨¢bado. Para el domingo hay entradas a la venta. Como es tradicional la feria se ha llenado de visitantes de toda edad y condici¨®n, incluso mutante, con numerosos aficionados caracterizados de sus personajes de vi?etas favoritos . A destacar un formidable Loki, el adversario y hermano de Thor; una hermosa reina de los elfos y un sosias de Jon Nieve que arrastraba la pesada capa de piel por los charcos en los que se espejeaban los aviones.
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