Imputados tres mandos de la Ertzaintza por la muerte de un aficionado del Athletic

El juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 10 de Bilbao ha imputado a tres mandos de la Ertzaintza por la muerte de I?igo Cabacas, aficionado del Athletic de Bilbao fallecido a causa de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza en abril de 2012. La juez, Ana Torres, les imputa un supuesto delito de "homicidio por imprudencia grave profesional",? penado con hasta nueve a?os de c¨¢rcel, y considera al Gobierno vasco como "responsable civil subsidiario". En el auto, la magistrada pide dar traslado al fiscal y a la acusaci¨®n particular para que formulen escrito de acusaci¨®n y soliciten la apertura de juicio oral o el sobreseimiento de la causa.

Los hechos se remontan al 5 de abril de 2012, cuando se produjeron unos disturbios con motivo del partido entre el Athletic y el Schalke 04, calificado como de "alto riesgo". Varios ertzainas, en lo que supon¨ªa "una infracci¨®n de los principios b¨¢sicos de proporcionalidad, prudencia, necesidad y seguridad", seg¨²n la juez, dispararon pelotas de goma. Una de ellas dio en la cabeza de Cabacas, que falleci¨® cuatro d¨ªas m¨¢s tarde en el hospital por "traumatismo craneoencef¨¢lico de etiolog¨ªa m¨¦dico legal homicida" . Ten¨ªa 28 a?os y viv¨ªa con sus padres. Era hijo ¨²nico.

La magistrada ha sobrese¨ªdo provisionalmente las actuaciones contra otros tres agentes de la Ertzaintza que hab¨ªan sido imputados durante la instrucci¨®n porque considera "imposible" determinar la autor¨ªa del disparo. Durante la instrucci¨®n solo dos agentes admitieron haber disparado pelotas de goma, pero la juez cree "resulta bastante probable que m¨¢s agentes efectuasen disparos con pelota que los que lo vinieron a reconocer". El auto s¨ª cree que "concurren indicios racionales" del delito de homicidio por imprudencia profesional por parte de tres de sus mandos por ordenar cargar y permitir que los agentes dispararan con pelotas de goma sin que se cumplieran las condiciones precisas para usar ese material. Eso, asegura el auto, "gener¨® un riesgo inadmisible que se materializ¨® en un fatal resultado cuando precisamente su funci¨®n era la de garantizar la seguridad ciudadana".

En el curso de especializaci¨®n para unidades de intervenci¨®n policial del cuerpo nacional de polic¨ªa se establece que las bolas de caucho se lanzan con bocacha, a una distancia m¨ªnima de 50 metros y con al menos un rebote. En el manual de la Guardia Civil el lanzamiento se har¨¢ procurando distancias no inferiores a 25 metros o hacia el suelo para que golpeen "despu¨¦s del rebote".

El auto establece que "se infringieron las normas elementales de prudencia profesional" porque la distancia desde el punto de disparo de los agentes y las personas era inadecuada, no hab¨ªa v¨ªa de evasi¨®n y era "absolutamente previsible" que se convirtiera "en una situaci¨®n de p¨¢nico", en "un lugar de atrapamiento" y en ese momento "no concurr¨ªan circunstancias de grave riesgo que hicieran necesario el uso de pelotas".