¡°?La soluci¨®n al turismo de masas? ?Cocodrilos en los canales de Venecia!¡±
Donna Leon presenta en Barcelona ¡®Restos mortales¡¯, la primera novela abiertamente ecologista de las 26 protagonizadas por el comisario Brunetti
Donna Leon (Nueva Jersey, 1942) dice que su Venecia es ¡°una ciudad de la que salir huyendo¡±. Y eso es lo que ha hecho ella. Ahora reside en Suiza la mayor parte del a?o y, los meses de temporada baja (si es que los hay), vuelve a la ciudad de su Brunetti. Todo, por culpa del turismo devorador. Algo parecido le pasa a Barcelona: ¡°La Rambla, la Boqueria¡ est¨¢n irreconocibles!¡±, dice la escritora estadounidense, veneciana (a pesar de todo) de coraz¨®n. (Y, en voz baja, con socarroner¨ªa, a?ade: ¡°Hay que cambiar la pol¨ªtica¡±.)
En un aperitivo en el restaurante veneciano Bacaro, al ladito de las hordas que se pasean en bermudas por el mercado de la Boqueria, este viernes, puerta del fin de semana de Sant Jordi, se ha atrevido a dar otra soluci¨®n, menos diplom¨¢tica, m¨¢s dr¨¢stica, al problema del turismo: ¡°Cocodrilos¡±, ha dicho, muy seria, pero escondiendo una sonrisa. ¡°Igual que en los documentales en los que manadas de cebras cruzan un r¨ªo y los cocodrilos se zampan a la m¨¢s despistada, en los canales de Venecia se podr¨ªa hacer lo mismo: ¡®?Oh, George!, qu¨¦ palacios tan bonit¡¡¯ ¡®??am!¡¯ El cocodrilo acaba con George y su esposa en dos segundos¡±.
Pero la divertida maestra de la novela negra ha insistido en que el problema del turismo de masas ya lo trat¨® en su anterior novela, Las aguas de la eterna juventud, y ahora, entre una burrata y un trago de prosecco, ha venido a hablar de otra de sus obsesiones, la ecolog¨ªa, que trata en la ¨²ltima novela protagonizada por el comisario Guido Brunetti (y van 26), Restos mortales (Seix Barral, Edicions 62 en catal¨¢n).
¡°No quiero adoctrinar a nadie¡±, advierte, ¡°pero la verdad es que es mi primer libro ¨ªntegramente en defensa del medioambiente. En un par de ellos hab¨ªa escrito alg¨²n episodio concreto, como cuando la signorina Elettra impone el reciclaje de basuras en la comisar¨ªa y todos le toman el pelo. Pero eran detalles c¨®micos. Ahora la cosa va en serio. No suelo ser seria en casi nada, pero este es el gran problema que tenemos a nivel mundial¡±. A ra¨ªz de la muerte de un jubilado amante de las abejas, el protagonista se ver¨¢ envuelto en un caso de delito ecol¨®gico en la laguna de Venecia. ¡°La trama policial pura y dura pasa a segundo plano¡±, reconoce la autora.
Tambi¨¦n admite Donna Leon que no escoge ¡°una cruzada¡± para escribir, sino ¡°una historia¡±. ¡°Y es esa historia la que, de la mano, me ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª, lo m¨¢s cerca que he estado nunca de escribir un libro deliberadamente pol¨¦mico¡±. En los lodos de la laguna veneciana, la escritora ha logrado unir dos conceptos tan distantes como el g¨¦nero negro y la ecolog¨ªa.
A pesar de todo, Leon considera que ¡°una escritora ha de resistirse a sus obsesiones¡±. Y como en esta ¨²ltima entrega de Brunetti se ha despachado a gusto, ahora zanja el tema por un buen tiempo: ¡°Voy a dejar de escribir de ecolog¨ªa tres o cuatro a?os. De hecho, ya he parado: acabo de terminar la siguiente novela y puedo adelantar que es mucho m¨¢s ligera¡±.
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