La mujer que muri¨® por las mordeduras de su perro en El Molar ten¨ªa su chal¨¦ preparado para criar ¡®pitbulls¡¯
El ejemplar que la mat¨® est¨¢ apartado en cuarentena en un centro regional
Olga J. R., la mujer de 53 a?os que muri¨® el pasado martes en El Molar tras sufrir las mordeduras de su perro, un presa canario, ten¨ªa la parte alta de su chal¨¦ acondicionada para criar ejemplares de la raza pitbull. La Guardia Civil investiga ahora si hab¨ªa montado un negocio de venta de estos animales, pese a carecer de los permisos regionales y locales necesarios para este tipo de explotaci¨®n. Los agentes de la Polic¨ªa Judicial est¨¢n analizando toda la documentaci¨®n, mientras los diez pitbull recogidos en su vivienda se encuentran en el centro de acogida de animales que la Comunidad de Madrid tiene ese municipio.
Las primeras informaciones sobre la muerte de Olga J. R. apuntaban a que hab¨ªa muerto a consecuencia de la ca¨ªda de unos pal¨¦s que se le hab¨ªan ca¨ªdo encima. Sin embargo, el forense y los guardias civiles encontraron mordeduras en el cuello y en partes vitales del cuerpo. La autopsia determin¨® que estas heridas fueron mortales y que un perro se las hab¨ªa causado antes del fallecimiento. Se descartaba por tanto que la ca¨ªda de los pal¨¦s fuera la causa de la muerte de la mujer.
La Guardia Civil determin¨® que el culpable de la muerte fue un ejemplar de presa canario que estaba aislado. Este animal tambi¨¦n fue recogido por los agentes y trasladado al centro regional de El Molar. Se encuentra en cuarentena y separado del resto de animales.
La muerte de Olga J. R. puso al descubierto que esta hab¨ªa adaptado parte del terreno de su vivienda para criar perros. El chal¨¦ se encuentra en el pol¨ªgono 12 del camino de Madrid a Burgos, a unos diez kil¨®metros del centro de El Molar. Se trata de una parcela de unos nueve metros de fachada junto a una carretera local y con una gran profundidad hacia una zona m¨¢s elevada. En total, unos 9.000 metros cuadrados alargados.
La due?a hab¨ªa preparado con vallas y con antiguos contenedores frigor¨ªficos peque?os recintos en los que ten¨ªa guarecidos a los animales. Le hab¨ªa practicado varias aperturas y los hab¨ªa compartimentado. En concreto, la Guardia Civil encontr¨® una decena de ejemplares de pitbull en estas casetas. Junto a ellas hab¨ªa grandes contenedores de agua y redes verdes.
Los agentes del puesto de El Molar y de Polic¨ªa Judicial de Colmenar Viejo est¨¢n analizando las cartillas de los animales que fueron recogidos y viendo si su due?a se dedicaba a la cr¨ªa de los pitbull. De momento, no han encontrado ning¨²n cachorro pero los guardias tratan de determinar si ya ten¨ªa alg¨²n comprador de futuras camadas.
Poco conocida
Los vecinos de Olga J. R. reconocen que la conoc¨ªan muy poco, ya que llevaba viviendo menos de un a?o en esa casa. ¡°Con el dinero que consigui¨® de la separaci¨®n, se compr¨® esta parcela. Eso s¨ª, los perros nunca estaban sueltos y no daban ning¨²n problema¡±, explic¨® Francisco Gonz¨¢lez, el exconcejal de El Molar y vecino de la parcela contigua. ¡°Algunos d¨ªas la ve¨ªamos pasear con uno de ellos, pero los perros no eran peligrosos ni daban nunca problemas. Desde luego, solo se les o¨ªa ladrar de vez en cuando¡±, a?adi¨® Gonz¨¢lez.
El resto de vecinos o no la conoc¨ªa o prefiere mantenerse en silencio. Los trabajadores de la gasolinera en la que trabajaba, junto a la urbanizaci¨®n Cotos de Monterrey, en el kil¨®metro 47 de la autov¨ªa de Burgos (A-1, en el t¨¦rmino de Venturada), fueron los que dieron la voz de alarma al ver que no hab¨ªa acudido a su puesto de trabajo. Avisaron a la Guardia Civil y a la Polic¨ªa Local para que se acercara a su vivienda. Ahora, los trabajadores guardan silencio. Han recibido ¨®rdenes de sus jefes de que no hablen de lo ocurrido. Adem¨¢s, reconocen que no sab¨ªan mucho de Olga porque llevaba tan solo unos meses contratada en la estaci¨®n de servicio.
Olga J. R. fue enterrada la ma?ana del jueves en el cementerio de Torrej¨®n de Ardoz, donde se vel¨® el cuerpo, tras serle realizada la autopsia en el Instituto Anat¨®mico Forense.
Un ejemplar potencialmente peligroso
El presa canario no est¨¢ incluido en el anexo I del Real Decreto 287/2002, que regula la tenencia de animales potencialmente peligrosos. Ah¨ª aparecen razas como el pitbull terrier, el rottweiler y el dogo argentino, entre otras.
Eso no significa que no se pueda incluir en esta categor¨ªa, seg¨²n varios veterinarios. En especial por sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas y morfol¨®gicas, como la altura, el peso de unos 50 kilos, su pelo corto, su cabeza voluminosa, sus mand¨ªbulas grandes y fuertes y su cuello ancho y musculoso, adem¨¢s de unas potentes patas.
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