Como en un concierto
Hoy no es el d¨ªa para citarle a un 'mosso' una canci¨®n de Llu¨ªs Llach, igual lo pillo debati¨¦ndose entre legalidades en choque y tenemos un momento desagradable


Entro en el Parlament, y al ir a saludar a los mossos de la puerta, estoy a punto de soltarles un amigable ¡°que tinguem sort!¡±. Me reprimo un segundo antes: no es hoy el d¨ªa para citarle a un mosso una canci¨®n de Llu¨ªs Llach, igual lo pillo debati¨¦ndose entre legalidades en choque y tenemos un momento desagradable. La prudencia me salva y me viene a la mente aquello de ¡°uno es due?o de sus silencios y esclavo de sus palabras¡±. Tan t¨®pico, tan recomendable. Y tan olvidado, tan a menudo. Todos los d¨ªas.
El pleno de hoy es el primero en el que dos diputados, el socialista Ferran Pedret y Fernando S¨¢nchez, del PP, han delegado su voto por haber sido padres. De pronto, se me ocurre que quiz¨¢ Llach podr¨ªa aducir una paternidad imprevista para ahorrarse la sesi¨®n parlamentaria de este mi¨¦rcoles. ?l que es un hombre de habitual discreto.
Pero no, ah¨ª est¨¢, en su esca?o, s¨®lo protegido por el gorro de costumbre, que no es mucha protecci¨®n sino al contrario, un detalle que le hace m¨¢s visible a pesar de sentarse en uno de los extremos del hemiciclo.
Pero esta vez no hay gorros ni discreci¨®n que valgan. Llu¨ªs Llach concentra tantas miradas sobre s¨ª que por un momento me parece estar en uno de aquellos conciertos suyos en el Palau de la M¨²sica (digo Palau de la M¨²sica sin segundas, no me malinterpreten). Y esta vez, sin necesidad de cantar, aunque algunos piensen que en los d¨ªas anteriores s¨ª ha hecho alguna que otra cantada.
Llach es el tema de la sesi¨®n parlamentaria. Lo citan Garc¨ªa Albiol, Iceta, Arrimadas¡El nuevo intento de la CUP de marcar territorio atacando a Puigdemont por la Creu de Sant Jordi al empresario farmac¨¦utico Grifols, supuesto evasor fiscal, se pierde en medio de la cascada de pullas contra las ¡°amigables¡± palabras de Llach sobre los funcionarios. La oposici¨®n vislumbra un nuevo Santi Vidal y pide la renuncia del cantautor. Bueno, y elecciones anticipadas, pero eso siempre.
Esta vez,sin embargo, Puigdemont no ha soltado lastre. No es plan de multiplicar los sacrificios humanos. Ser¨¢ solidaridad de guitarrista, pero el hecho es que defiende a Llach y, de rebote, le lanza a Albiol el franquismo y Mart¨ªn Villa en la cara. Nada nuevo, pero como si se hubiera acabado un recital, los diputados de JuntsxS¨ª se alzan y prorrumpen en aplausos tan entusiastas hacia el de Verges que por un momento pienso que har¨¢ un bis como en los buenos tiempos (la CUP, reacia al aplauso f¨¢cil, golpea las mesas desde sus esca?os, y me recuerdan a Kruschev en la ONU). Tal vez lo que ocurri¨® en las famosas conferencias fue algo as¨ª: Llu¨ªs Llach se sinti¨® estimulado por una concurrencia incondicional y hablando, hablando, se vino arriba.
El nuevo embrollo tuvo, por otra parte, una consecuencia buena y otra mala. La buena, que a derecha, izquierda y centro, todos se deshicieron en elogios hacia los funcionarios en general, y los polic¨ªas en particular, desde Arrimadas a Iceta pasando por Puigdemont y el consejero Jordi Jan¨¦, que cuando responde a un diputado se pone tan solemne y tieso que dir¨ªa que est¨¢ pasando revista a los Mossos.
La consecuencia mala era previsible: las repetitivas referencias jocosas a L¡¯Estaca. Buf.
Al final de la sesi¨®n, salgo del Parlament, y un funcionario me comenta, ¡°ya te vas?¡± Estoy tentado de decirle: ¡°S¨ª, a ?taca¡±. Pero me contengo.
Manel Lucas es periodista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.