Juez De Lara: ¡°El peor delito no es matar a una persona, sino esclavizarla¡±
"Somos una sociedad profundamente hip¨®crita", dice la magistrada de la Carioca, "la trata de seres humanos es ilegal pero la tenemos a la vista y la consentimos"
"Reina, te voy a llevar a un lugar chul¨ªsimo, vas a ganar dinero, vas a conocer al hombre de tus sue?os", le dice un mal d¨ªa el tratante de personas a la chica paup¨¦rrima del barrio desheredado del pa¨ªs donde campan las m¨¢s aberrantes diferencias entre ricos y pobres. Ella a lo mejor ya sufre alg¨²n tipo de abuso por parte de un pariente, o se prostituye por las divisas del turista en el centro de la ciudad, y entiende que si acepta la sugerente invitaci¨®n del viaje a Espa?a es para seguir prostituy¨¦ndose, pero a cambio de una vida mejor. "Cuando llega aqu¨ª, la encierran en un club", describe la juez Pilar de Lara, "y nadie le hab¨ªa dicho que iba a trabajar 12 horas seguidas sin poderse sentar a descansar; que no iba a poder salir mientras no pagase la deuda; que lo que ganase se lo iba a tener que entregar al chulo; que no iba a poder rechazar a ning¨²n cliente; que adem¨¢s acabar¨ªa con adicciones porque le subministrar¨ªan coca para ligar m¨¢s; que le iban a poner multas por tener la regla y hasta por respirar".
"El peor delito, el atentado m¨¢s grave contra una persona es la trata; que la conviertan en esclava, no que la maten", ha defendido la titular del juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Lugo, responsable del caso Carioca, este mediod¨ªa durante su charla en una ONG de Santiago. La trata en todas sus versiones ("la explotaci¨®n sexual y laboral; el tr¨¢fico de ¨®rganos; obligar a mendigar o delinquir") es, para la instructora de una de las mayores causas contra el proxenetismo que ha conocido Espa?a la "cosificaci¨®n" del ser humano, al que le quitan "el futuro, los sue?os, la dignidad" para convertirlo en "mercanc¨ªa" y "utilizarlo hasta que ya no produzca beneficios".
"La esclavitud es ilegal pero la tenemos a nuestra vista y la consentimos. Consentimos el proxenetismo, los sueldos basura, la filipina sin asegurar" que limpia el piso del vecino. "Somos una sociedad profundamente hip¨®crita", ha afirmado antes de empezar a desgranar una serie de ejemplos, algunos en la casa de al lado, otros enquistados justo en nuestras fronteras y otros m¨¢s, como Libia, convertidos en met¨¢stasis con el silencio administrativo internacional.
"Todos los pa¨ªses somos c¨®mplices de la situaci¨®n de genocidio que se est¨¢ produciendo", ha clamado la magistrada ante los asistentes a la reuni¨®n en la Casa de Cultura e Solidariedade, un centro de la red del Movimiento Cultural Cristiano fundado por militantes del apostolado obrero como Guillermo Rovirosa en los a?os 40. Al fondo del sal¨®n, en la sede de la ONG en la r¨²a do Home Santo, pende en lo alto un letrero con una frase de Rovirosa, en proceso de beatificaci¨®n por la Iglesia Cat¨®lica: "Este mundo de hambrientos, de esclavos y oprimidos solo tiene remedio desde la solidaridad".
"Si hay trata es porque hay pa¨ªses ricos y pa¨ªses pobres", "los ricos explotan a los pobres", y "frente al hambre no hay fronteras que sirvan", defiende De Lara. "No podemos considerarnos personas si consentimos lo que est¨¢ pasando", opina la instructora de la descomunal causa gallega contra la prostituci¨®n que estall¨® en octubre de 2009, se despiez¨® en 52 partes y sigue en manos de una colecci¨®n de fiscales que no acaban de resolver para que los cabecillas se sienten al fin en el banquillo.
250 tomos, 1,2 millones de folios, 100 imputados y casi 400 testigos dan para mucho trabajo pero el tiempo corre en contra de las v¨ªctimas y a favor de los proxenetas y los miembros de las fuerzas del orden (Guardia Civil, polic¨ªa nacional y local) que supuestamente formaban parte fundamental, y bien engrasada, del engranaje mafioso. Se da incluso el caso de alguna mujer que es al mismo tiempo v¨ªctima e imputada de la Carioca y que en estos momentos sigue busc¨¢ndose la vida en Galicia sin poder regresar a Brasil para ver a su familia porque no puede abandonar el pa¨ªs. Busca apoyo en una ONG de Vigo y se apunta a sucesivos cursos de formaci¨®n porque no quiere volver a un burdel: quiere ser pastelera.
"Tenemos un mont¨®n de normas, en este pa¨ªs se ha producido una diarrea legislativa contra la trata", explica De Lara, pero cuando los casos llegan a juicio el sistema acaba fallando. "Sentencias condenatorias hay muy pocas y son muy benignas teniendo en cuenta la gravedad de los delitos". Mientras tanto, la trata "no se erradica porque detr¨¢s hay un negocio important¨ªsimo, y todo se mueve en t¨¦rminos de rentabilidad". "Se dice que la trata es el tercer negocio ilegal en el mundo, por detr¨¢s del tr¨¢fico de drogas y de armas", contin¨²a la juez que tambi¨¦n dirige las operaciones C¨®ndor o Pok¨¦mon, "pero yo creo que es el primero: lo que pasa es que las armas o las drogas tienen un precio m¨¢s o menos fijado en el mercado, y las personas no". Es imposible de cuantificar.
Con un peri¨®dico sobre la mesa, la juez ha repasado este s¨¢bado los anuncios de contactos delante de los presentes: "Basta con fijarse un poco para comprobar que hay al menos tres diferentes en los que aparece el mismo tel¨¦fono, y que uno de 'japonesas' y otro de 'chinas' coinciden en la direcci¨®n". "Los anuncios de relax, estas perlas maravillosas que incluyen comentarios absolutamente xen¨®fobos, encubren actividades delictivas. La ley en Galicia proh¨ªbe este tipo de textos si son denigrantes contra la mujer, pero desde la Administraci¨®n no se ponen multas a los medios", asegura.
"Muchas veces la v¨ªctima va a negar absolutamente todo". Tampoco "va a salir a buscar a la polic¨ªa, sino que la polic¨ªa es la que tiene que salir a buscar a las v¨ªctimas". Ellas no tienen otra opci¨®n que la de callar, porque "?qu¨¦ van, a llamar a su pa¨ªs y a decir 'mam¨¢, ahora no puedo mandarte dinero porque el Estado me ha rescatado?". En esta sociedad "solo nos molesta lo que vemos", sigue la juez De Lara. "La ley mordaza sanciona al cliente y a la prostituta si est¨¢n en lugares visibles. Pero resulta que el tratante le va a pagar la multa a la mujer y con eso el Estado solo va a conseguir que aumente la deuda que pesa sobre la v¨ªctima", se?ala. Este sistema de persecuci¨®n no pone remedio sino que agrava el problema, porque "adem¨¢s, ella va a dejar de confiar en la polic¨ªa, porque le pone multas".
Tras una redada cualquiera en cualquier lugar de Espa?a, "en la polic¨ªa, durante la entrevista de 10 minutos" que les hacen a las chicas rescatadas del club, "aparece por arte de birlibirloque un abogado que suele ser el del proxeneta. En su presencia, ellas lo niegan todo. Dir¨¢n que no les pegan, que no les han quitado el pasaporte", sigue relatando la juez. "Con este protocolo de interrogatorios las v¨ªctimas no son bien identificadas". Son mujeres que adem¨¢s no saben el idioma, por lo general muy j¨®venes. Tan j¨®venes que "cada vez hay m¨¢s menores".
"Espa?a est¨¢ fallando estrepitosamente en el terreno de la prevenci¨®n" de la trata, lamenta la magistrada. "Estamos incumpliendo nuestros compromisos internacionales". "Hay pa¨ªses como Ruman¨ªa donde se hacen edificios, industrias y carreteras con dinero procedente del tr¨¢fico de personas", cuenta. Pero en Espa?a tambi¨¦n "hay cada vez m¨¢s gente obligada a la mendicidad y v¨ªctimas de trata nacionales... Hace 10 a?os eran una excepci¨®n".
Y aunque parezca una realidad muy lejana, casi ciencia ficci¨®n en este pa¨ªs, seg¨²n De Lara en Espa?a tambi¨¦n se puede hablar de tr¨¢fico de ¨®rganos. "Entre 2012 y 2016 se han abierto 30 diligencias previas por extracci¨®n ilegal, y en julio de 2015 y en octubre de 2016, en Valencia y en Barcelona respectivamente, se han dictado dos sentencias condenatorias".
"Espa?a tiene el dudoso honor de ser el tercer pa¨ªs consumidor de sexo despu¨¦s de Tailandia y Puerto Rico", ha concluido su charla la juez que desmantel¨® la mafia del Club Queen's que regentaba un violento Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n. Cuesta mucho probar en la sala de vistas que una mujer est¨¢ en situaci¨®n de vulnerabilidad extrema, que est¨¢ explotada y que el proxeneta tiene conciencia de ello. "La jurisprudencia es buenista con los tratantes y es pr¨¢cticamente imposible que se condene a alguien por explotaci¨®n lucrativa", explica. Esto a pesar de que, con voluntad, seg¨²n De Lara, en Espa?a "contamos con resortes suficientes" para abocar al cierre a los prost¨ªbulos, o bares con licencia especial que en realidad tienen habitaciones en el piso de arriba y dicen que las "alquilan", aunque luego no haya jam¨¢s una licencia de hostal ni un libro de hu¨¦spedes. "A las peluquer¨ªas pueden fre¨ªrlas a inspecciones, pero a estos locales no se les hace la pu?eta. No se cierran porque no hay voluntad".
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