El sublime Monteverdi de Gardiner

La primera audici¨®n completa en Barcelona de la ¨®pera Il ritorno d¡¯Ulisse in patria, de Claudio Monteverdi, se sald¨® el mi¨¦rcoles en el Palau con un memorable ¨¦xito. La sabia y delicada direcci¨®n de John Eliot Gardiner, en un concierto escenificado al frente de un cohesionado equipo de solistas y sus formaciones de cabecera ¡ªel Coro Monteverdi y los English Baroque Soloists¡ª, hechiz¨® al p¨²blico en una gozosa y larga celebraci¨®n que dur¨® casi cuatro horas y tuvo como punto negro una considerable fuga de p¨²blico tras el primer descanso.

Ante la belleza musical de esta gran ¨®pera, estrenada durante el Carnaval de 1640 en el Teatro San Cassiano de Venecia, solo cabe el asombro. En un nuevo paso hacia la consolidaci¨®n del g¨¦nero, el genial autor de L¡¯Orfeo embruja al p¨²blico con una feliz armon¨ªa de cantos y suspiros, y el triunfo en la t¨¦cnica del arioso ¡ªpredecesor del aria¡ª, que da vida a situaciones de amor y j¨²bilo sin prescindir de sentido dram¨¢tico del recitar cantando, que Gardiner recrea con arte exquisito en la ornamentaci¨®n.

La versi¨®n del Ulises es un hito en la historia del Palau, que se anota un buen tanto al ser la ¨²nica parada en Espa?a de la gira internacional Monteverdi 450 liderada por Gardiner para festejar el 450 aniversario del nacimiento del compositor de Cremona. Ciertamente, asistir en el Palau a un espect¨¢culo que este verano recalar¨¢ en los festivales de Salzburgo, Edimburgo y Lucerna y viajar¨¢ despu¨¦s a Berl¨ªn, Par¨ªs, Chicago y Nueva York, es un privilegio mel¨®mano.

La sencilla escenificaci¨®n, codirigida por Gardiner y Elsa Rooke, con iluminaci¨®n de Rick Fisher y moderno vestuario de Patricia Hofstede, proporcion¨® agilidad a una lectura cuajada de detalles de incre¨ªble pureza instrumental ¡ªla perfecci¨®n y equilibrio de la orquesta nos dej¨® con la boca abierta¡ª y fidelidad a las pr¨¢cticas de ¨¦poca.

El gran Ulises del veterano bar¨ªtono Furio Zanasi, maestro en el arte del recitar cantando, encabez¨® junto a la Penelope de acentos dram¨¢ticos de la mezzosoprano Lucile Richardot, un amplio reparto integrado por 16 cantantes de rica expresividad y esp¨ªritu de equipo, realzado con un acompa?amiento de inagotable belleza.

Justo es destacar el emotivo canto de los tenores Krystian Adam (Telemaco) y Francisco Fern¨¢ndez-Rueda (Eumete) y el brillo de las sopranos Hana Blazikov¨¢ (Minerva/Fortuna) y Anna Dennis (Melanto). El sonoro triplete del bajo Gianluca Buratto (Tempo, Nettuno y Antinoo), el histri¨®nico Iro del tenor Robert Burt y el magn¨ªfico coro animaron una velada tan intensa que apenas se escucharon algunas toses.

Si en lugar de iniciar el concierto a las 20.30 horas y acabar la fiesta al d¨ªa siguiente, el Palau siguiera el ejemplo del Liceo, que adelanta a las 19 horas las funciones cuando la ¨®pera es larga, evitar¨ªan la considerable merma de p¨²blico tras el descanso. Pero no escarmientan. Ya pas¨® hace diez d¨ªas, con una fuga masiva en el Cos¨¬ fan tutte dirigido por Ren¨¦ Jacobs (el flojo reparto tuvo mucho que ver) y, a menor escala, se repiti¨® el mi¨¦rcoles, a pesar de la excelencia musical.