El Pent¨¢gono enviar¨¢ hasta 1.500 soldados a la frontera tras las ¨®rdenes ejecutivas de Trump
La seguridad nacional debe ser una prioridad del Departamento de Defensa, apunta la Casa Blanca
Los pasos de la Administraci¨®n de Donald Trump contra la inmigraci¨®n empiezan a ser una carrera. El Pent¨¢gono desplegar¨¢ hasta 1.500 soldados estadounidenses m¨¢s en la frontera con M¨¦xico, despu¨¦s de que el presidente firmara una serie de otras ¨®rdenes ejecutivas para sellar la l¨ªnea divisoria, ¡°proteger¡± a los Estados de una supuesta ¡°invasi¨®n¡± y hasta limitar el derecho de ciudadan¨ªa por nacimiento. Para garantizar que sus iniciativas se aplican como ¨¦l quiere, el Departamento de Justicia ya ha dejado saber por otro lado que investigar¨¢, y podr¨ªa llevar a los tribunales, a los funcionarios que piense que arrastran los pies para ponerlas en pr¨¢ctica.
Trump hab¨ªa declarado la lucha contra la inmigraci¨®n ilegal su objetivo primordial durante su discurso de investidura. En sus primeras 72 horas de mandato, la frontera y la inmigraci¨®n han acaparado buena parte del aluvi¨®n de medidas que ha aprobado, y que se espera que incluyan tambi¨¦n amplias redadas contra los inmigrantes irregulares en los pr¨®ximos d¨ªas. ¡°Declarar¨¦ una emergencia nacional en nuestra frontera sur. Todas las entradas ilegales se detendr¨¢n de inmediato, y comenzaremos el proceso de regreso de millones y millones de delincuentes ilegales a los lugares de donde vinieron¡±, prometi¨®.
El env¨ªo de tropas adicionales es consecuencia ¡°de su medida del primer d¨ªa de dirigir al Departamento de Defensa para que haga de la seguridad nacional una prioridad de su cometido. Es algo que el presidente prometi¨® en su campa?a electoral y que el pueblo estadounidense esperaba. Es una prioridad absoluta del pueblo estadounidense y el presidente la ha cumplido¡±, ha declarado la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
No est¨¢ claro hasta el momento cu¨¢ndo podr¨ªa comenzar el despliegue militar, ni cu¨¢l ser¨¢ el n¨²mero exacto de soldados movilizados. El flamante secretario de Estado, Marco Rubio, que se estren¨® en su cargo este martes, ha tenido entre sus primeras tareas una conversaci¨®n telef¨®nica con su hom¨®logo en M¨¦xico, Juan Ram¨®n de la Fuente, para tratar sobre migraci¨®n y la cooperaci¨®n en materia de seguridad.
Tampoco est¨¢ claro cu¨¢l ser¨¢ exactamente su funci¨®n. Se espera que den apoyo a los agentes de la patrulla fronteriza en misiones log¨ªsticas, de transporte o de construcci¨®n de barreras contra la entrada de migrantes. Todas ellas son operaciones similares a las que han desarrollado en el pasado otros militares enviados a la frontera. En sus primeros apuntes el lunes, el presidente estadounidense indic¨® que podr¨ªan ayudar al Departamento de Seguridad Nacional en servicios de ¡°espacios de detenci¨®n, transporte (incluidos vuelos) y otras tareas log¨ªsticas¡±.
Pero desde el lunes tambi¨¦n est¨¢ en el aire la posibilidad de que en el futuro puedan hacer funciones de polic¨ªa civil. Es un paso extremo y que, en principio, la ley Posse Comitatus proh¨ªbe desde 1878. Pero hay una excepci¨®n: la invocaci¨®n de otra norma m¨¢s antigua, de 1807, la Ley contra la Insurrecci¨®n, prevista para sofocar rebeliones internas.
Hist¨®ricamente, la ley contra la insurrecci¨®n se ha aplicado con cuentagotas y rodeada de pol¨¦mica. En los tiempos modernos no se hab¨ªa utilizado desde 1992, cuando el entonces presidente George Bush la emple¨® para poner fin a los disturbios violentos que estallaron en Los ?ngeles despu¨¦s de que un tribunal exculpara a cuatro polic¨ªas de la muerte del motorista negro Rodney King.
Trump ha apuntado la posibilidad de dar ahora ese paso aplicado a la migraci¨®n. La orden ejecutiva que el nuevo presidente estadounidense firm¨® apenas horas despu¨¦s de jurar su cargo estipula que el Pent¨¢gono podr¨¢ enviar cuantos soldados crea necesarios para garantizar el ¡°control operativo absoluto de la frontera sur de Estados Unidos¡±. El decreto tambi¨¦n obliga a los secretarios de Defensa y de Seguridad Nacional a presentar un plan para sellar las fronteras y determinar si son necesarias medidas adicionales. Entre ellas, invocar la pol¨¦mica Ley contra la Insurrecci¨®n.
Los militares movilizados ahora se sumar¨¢n a los cerca de 2.200 soldados y millares de efectivos de la Guardia Nacional que ya se encuentran desplegados en la frontera. Durante su primer mandato, Trump hab¨ªa ordenado el despliegue de 5.200 uniformados para proteger la l¨ªnea; el presidente dem¨®crata Joe Biden tambi¨¦n hab¨ªa enviado tropas a la zona.
El martes, despu¨¦s de que Trump cesara a la comandante del servicio de Guardacostas, la almirante Linda Fagan, este cuerpo de las Fuerzas Armadas estadounidenses anunci¨® el env¨ªo de aviones, buques y personal adicional al ¡°golfo de Estados Unidos¡± (el nombre que la nueva Administraci¨®n ha dado al golfo de M¨¦xico) para ejercer tareas de vigilancia. Ese despliegue se extender¨¢ a las aguas de Florida para ¡°prevenir y disuadir de una migraci¨®n mar¨ªtima masiva desde Hait¨ª y Cuba¡±.
Pero el refuerzo militar en la frontera no es la ¨²nica medida que ha impuesto Trump para controlar la inmigraci¨®n irregular y tratar de convertir la zona en una barrera impenetrable. El lunes, entre sus decenas de ¨®rdenes ejecutivas, firm¨® el fin de la ciudadan¨ªa estadounidense por nacimiento, consagrada en la Decimocuarta Enmienda de la Constituci¨®n. El decreto del republicano arrebatar¨ªa la nacionalidad a los ni?os nacidos de padres inmigrantes irregulares o que se encuentren en Estados Unidos legalmente pero con un permiso de estancia temporal, por turismo o por trabajo. De inmediato, 22 Estados bajo control dem¨®crata denunciaron esa medida ante los tribunales como inconstitucional.
El martes ya autoriz¨® que las redadas que ha prometido, y que amenaza con desencadenar en cualquier momento, puedan extenderse incluso a iglesias, escuelas o hospitales. Tambi¨¦n ha despedido a las cuatro juezas responsables de supervisar los tribunales federales de migraci¨®n. Y el Departamento de Justicia ha ordenado investigar a cualquier funcionario, sea federal, estatal o local, que obstaculice la aplicaci¨®n a marchamartillo de las nuevas medidas.
El fiscal general adjunto interino, Emil Bove, ha emitido una orden en la que precisa que la ley federal proh¨ªbe ¡°resistirse, obstruir o incumplir de cualquier otro modo las ¨®rdenes¡±. Por lo tanto, su Departamento ¡°investigar¨¢ los incidentes que impliquen cualquier tipo de conducta irregular, para el posible enjuiciamiento¡± de sus autores.
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