Fundido a negro

Poco despu¨¦s del concierto, el guitarrista Andr¨¦s L¨®pez comentaba que Ni?os Mutantes ha hecho un ejercicio de contrici¨®n con el ¨²ltimo disco: ¡°Nos est¨¢bamos desviando demasiado a la melod¨ªa f¨¢cil, al pop de radiof¨®rmula¡±. Diez se despoja de todo eso: la banda granadina oscurece su sonido, las guitarras son m¨¢s sucias y pesadas, la secci¨®n r¨ªtmica gana en contundencia y las letras cuentan cosas que uno no siempre quiere escuchar.

Atr¨¢s quedan sus devaneos con la m¨²sica comercial, que alcanz¨® su c¨¦nit hace un par de a?os con Como yo te amo, de Raphael, entre otras versiones. Ayer no la tocaron, por mucho que buena parte del p¨²blico la esperase con ganas. Abrieron el recital de una sala Ochoymedio hasta la bandera con Men¨² del d¨ªa, primer tema del disco: un riff que golpeaba el estern¨®n acompa?aba a una letra que nos dice, a las claras, que estamos todos alienados. El p¨²blico parec¨ªa estar de acuerdo, vista la entrega con la que cientos de gargantas secundaron a Juan Alberto Mart¨ªnez, el cantante.

El cuarteto, con alg¨²n cambio de formaci¨®n, lleva en activo desde hace 20 a?os y le sobra repertorio, pero prioriz¨® la ¨²ltima d¨¦cada: aparte de Diez, le dieron un buen repaso a N¨¢ufragos, y discriminaron el lado luminoso de su cancionero. La ¨²nica concesi¨®n a sus inicios fue Veneno polen, primer tema de su carrera.

Por mucho que endurezcan su sonido y se empe?en en no ser un fen¨®meno de masas, lo cierto es que la heterogeneidad del p¨²blico de ayer dec¨ªa lo contrario: veintea?eros y cuarentones corearon los temas de Diez a placer. Culminaron la velada con Errante, tratado de pop energ¨¦tico, que son¨® m¨¢s el¨¦ctrica que en el disco y a la saz¨®n electrific¨® a todos los presentes, que la cantaron hasta el desga?ite.