Punk esot¨¦rico medieval

Con sus fuegos, sus demonios, sus estrellas, las ilustraciones de Agathe Piti¨¦ tienen algo de viejo grabado esot¨¦rico renacentista. Por ah¨ª van los tiros: la propia Piti¨¦ se define como ¡°artista punk medieval¡± y reclama entre sus inspiraciones a los maestros illuminati y el horror vacui.

En efecto, en las 34 ilustraciones que expone (a color y en blanco y negro) en la galer¨ªa Michel Soskine (General Casta?os, 9, hasta el 10 de junio) hay poco espacio para introducir m¨¢s figuras o simbolog¨ªa, y s¨ª mucho espacio mental para elucubrar y viajar a terrenos entre m¨ªsticos y pop.

Lo posmoderno de la obra de Piti¨¦ (Castres, Francia, 1986) es la introducci¨®n de elementos y tonalidades de la cultura popular en el imaginario cl¨¢sico mitol¨®gico: as¨ª los dioses y la alquimia de soles y lunas conviven con las Tortugas Ninja o bandas mafiosas urbanas (por ejemplo, Los ?etas o las Maras salvadore?as). Es un arte l¨²dico y colorido, en el que uno puede jugar a recolectar referencias: de hecho, la artista anima a buscarlas como quien navega aleatoriamente por Internet (algo que, seg¨²n el poeta de vanguardia Kenneth Goldsmith, no hace sino enriquecer nuestro intelecto). La propia Piti¨¦ practica la deriva intern¨¦tica para inspirar su obra. Entre sus inspiraciones m¨¢s tradicionales se encuentran Durero y Schongauer.

Pululan por estas ilustraciones vetustas ex-geishas que mutilan genitales (como Sada Abe), agresivos virus inform¨¢ticos, la pionera cient¨ªfica Hipatia de Alejandr¨ªa o una selecci¨®n de los llamados Premios Darwin, esos que se otorgan a los que, con su est¨²pida muerte, colaboran a mejorar la gen¨¦tica humana al no propagar sus genes a generaciones futuras. Una buena ensalada cultural, dibujada con precisi¨®n y preciosismo, que bien podr¨ªa ser reflejo del bombardeo de im¨¢genes y conceptos que sufren las mentes contempor¨¢neas expuestas a la Red.