El pintor escatol¨®gico
Paul McCarthy expone 13 provocadoras obras en la sala Gaspar de Barcelona en su retorno a la pintura
Llevaba treinta a?os sin pintar, pero sus instalaciones, sus v¨ªdeos y sus esculturas han seguido impactando y creando pol¨¦mica. La ¨²ltima de ellas fue Tree, un ¡°¨¢rbol de Navidad¡± inflable situado en la elegante y lujosa plaza Vend?me de Par¨ªs en la Navidad de 2014 que levant¨® ampollas por su forma: un enorme consolador anal, eso s¨ª, de color verde pino. Despu¨¦s de las protestas al grito de ¡°?Paris humillado!¡± y de que alguien cortara los cables que lo sujetaban, fue desinflado y desmontado por completo. ¡°No sab¨ªa el significado de esta plaza¡±, se justificaba el artista norteamericano Paul McCarthy (Utah, 1945) esta semana despu¨¦s de recorrer la exposici¨®n WS & CSSC, Drawings and Paintings, que le ha tra¨ªdo a Barcelona en su primera muestra en solitario y que demuestra que lo del juguete er¨®tico no es nada comparado con las 13 enormes, coloridas y provocativas pinturas (y 31 dibujos) que expone en la Fundaci¨®n Gaspar, situada en el Palau Cervell¨® de la tambi¨¦n elegante y noble calle Montcada de Barcelona. En la exposici¨®n (abierta hasta el 16 de julio) se presentan dos de sus series m¨¢s reciente: Stagecoach y White Snow y una instalaci¨®n in¨¦dita con im¨¢genes (de 35 minutos) obtenidas con un tel¨¦fono m¨®vil que recoge el material del proceso del rodaje inspirado, solo inspirado, a tenor de la cantidad de fotograf¨ªas sexuales, en el rodaje de La diligencia, de John Ford, de 1939.
El aspecto de pl¨¢cido Pap¨¢ Noel de McCarthy queda hecho trizas tras contemplar la primera de sus obras en la que puede leerse ¡°la mierda en su boca¡±; aunque no hace falta leer. Lo primero que se ve es una figura que est¨¢ de pie cagando, literalmente, en la boca de otra que permanece tumbada; una escena que se repite en varias de las obras. ¡°No es solo para provocar, sino que el sexo, la mierda, la degradaci¨®n o la podredumbre los exploro para ver c¨®mo nos relacionamos con estos temas¡±, se justifica el artista, uno de los m¨¢s influyentes de los ¨²ltimos tiempos, autor que ha hecho del cuerpo una de sus se?as de identidad, no solo pint¨¢ndolo, sino utiliz¨¢ndolo como pincel, ya que ha pintado muchas de sus obras con el pene. ¡°Siempre me ha gustado la viscosidad de los fluidos corporales¡±, explica acompa?ado por el responsable de la fundaci¨®n, Moishan Gaspar.
¡°No es solo para provocar, sino que el sexo, la mierda, la degradaci¨®n o la podredumbre los exploro para ver c¨®mo nos relacionamos con estos temas¡±, se justifica el artista
Iconoclasta, antimitos y escatol¨®gico, el artista, que se considera, antes que nada, un dibujante, no deja t¨ªtere con cabeza. En Stagecoach, en proceso de creaci¨®n ¡°las obras las veis hoy as¨ª pero pueden cambiar pronto¡±, critica las ¡°falsas apariencias de las celebrities del cine americano¡±. Por eso, es posible identificar a actrices y actores como Brad Pitt, Robert Duval, Julia Roberts o Russell Crowe en sus obras, en posturas sexuales m¨¢s que comprometidas. Y si no se reconocen, aparecen sus rostros en los recortes de revistas que coloca sobre el lienzo a modo de collage junto con un buen mont¨®n de im¨¢genes de revistas pornogr¨¢ficas de sexo expl¨ªcito que refuerzan el car¨¢cter provocador al que el artista quita importancia.
Otros iconos culturales tampoco se escapan de la cr¨ªtica de McCarthy, mezclando con maestr¨ªa obras de la historia de la pintura con motivos contempor¨¢neos. Como la impresionista Desayuno en la hierba, de Claude Monet, del que hace una versi¨®n escatol¨®gica en la que las figuras comen de todo menos alimentos. El artista tambi¨¦n se inspira en Walt Disney y sus universales personajes para su serie White Snow, en la que lo mismo aparece la dulce y tierna Blanca Nieves como el propio Disney haciendo una felaci¨®n mientras Mickey Mouse sostiene la cabeza al dibujante. ¡°Se trata solo de un s¨ªmbolo, de un cuento que utilizo para explorar y hablar de temas como el patriarcado y las relaciones padre-hijo¡±, explica McCarthy despu¨¦s de pensarse mucho la respuesta, cuando se le pregunta por sus obras tan expl¨ªcitas.
Preguntado si conoc¨ªa la pol¨¦mica que llev¨® a la dimisi¨®n de la c¨²pula del Macba hace tan solo dos a?os por una escultura que parece de ni?os si se la compara con cualquiera de sus obras, asegur¨® que no. Recordando c¨®mo su ¨¢rbol-consolador Tree fue eliminado de la plaza parisina no dud¨®, cuando se le cuestion¨® si hab¨ªa sufrido la censura en su propia piel, con un lac¨®nico ¡°Yeah¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.