?Que vuelven los rusos!
Unas jornadas en la UB analizan la participaci¨®n sovi¨¦tica en la guerra civil espa?ola, sobre todo en aviaci¨®n
Los rusos, de vuelta, no se esperaban una recepci¨®n as¨ª. Un destacamento del Ej¨¦rcito Popular de la Rep¨²blica aguardaba a los participantes en las primeras jornadas sobre La participaci¨®n sovi¨¦tica en la guerra de Espa?a 80 a?os despu¨¦s atrincherado bajo los pinos del Palau de les Heures, en el Campus Mundet de la Universidad de Barcelona (UB). Incluso hab¨ªa una ametralladora Degtyarev, confiada a una guapa miliciana. La tropa (miembros de un grupo de reconstrucci¨®n hist¨®rica) present¨® armas a los estudiosos, un contingente mixto de historiadores de casa y otros procedentes de universidades de la Federaci¨®n Rusa, entre ellos especialistas en los aviadores sovi¨¦ticos que combatieron en los cielos espa?oles.
La aviaci¨®n es el asunto central de las jornadas, que, organiozadas por la Asociaci¨®n de Aviadores de la Rep¨²blica (ADAR), el departamento de Did¨¢ctica del Patrimonio (DidPatri) de la UB y otras entidades, arrancaron ayer y concluyen esta tarde con una m¨¢s que pertinente visita al refugio antia¨¦reo del Palau de les Heures, antigua residencia del presidente de la Genaralitat Llu¨ªs Companys.
Se habla en las jornadas de coraje, de haza?as heroicas, de solidaridad y de honor, y no solo de modelos y cifras
Entre las conferencias m¨¢s interesantes, la de Vera Malay, de la Universidad de B¨¦lgorod, sobre los aspectos t¨¦cnicos y estrategicos de la aviaci¨®n extranjera en la Guerra Civil. Malay, que record¨® que 772 pilotos de la URSS (que envi¨® 648 aviones) combatieron en nuestra contienda, recalc¨® que solo los brit¨¢nicos y los alemanes aprovecharon a fondo las lecciones de la guerra a¨¦rea en Espa?a mientras que franceses, italianos y sovi¨¦ticos ¡°no supieron sacar las conclusiones adecuadas¡±.
Explic¨® que los nazis probaron 27 tipos de aviones, entre ellos el Me-109 que ser¨ªa b¨¢sicamente, recalc¨®, el mismo caza con el que el mayor as alem¨¢n, Erich Hartmann, lograr¨ªa su fabuloso r¨¦cord de victorias (352) en la Segunda Guerra Mundial.
Los sovi¨¦ticos tambi¨¦n extrajeron experiencia de la Guerra Civil pero no la aprovecharon. Y eso que conoc¨ªan al dedillo todos los modelos del futuro enemigo. Malay explic¨® que incluso se llevaron a Mosc¨² un Fiat CR-32 capturado en Espa?a, el aparato italiano que fue la columna vertebral de la aviaci¨®n de caza franquista, y all¨ª lo desmontaron hasta la ¨²ltima tuerca para estudiarlo.
En ¨²ltima instancia, la estudiosa reflexion¨® que lo importante era la t¨¦cnica industrial, ¡°el motor¡±, lo que hizo asentir al historiador y reconocido especialista en aviaci¨®n David I?¨ªguez, director de las jornadas, y que hoy hablar¨¢ de La industria de guerra en Catalu?a durante la Guerra Civil desde la perspectiva sovi¨¦tica.
Una camarada de Malay, Natalia Anikeeva, del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Mosc¨², record¨® la dificultad de los env¨ªos de pilotos, aeroplanos y otro material de guerra desde la lejana URSS. Explic¨® las diferentes etapas de la participaci¨®n sovi¨¦tica en la guerra a¨¦rea, pas¨® revista pormenorizada a sus ases de caza, y record¨® muy especialmente la formaci¨®n de aviadores espa?oles en la 20 ? escuela de Kirovabad (actual Kandja), en Azerbay¨¢n, un episodio muy emotivo para la gente de ADAR, que han visto c¨®mo all¨ª se les reconoce y homenajea m¨¢s que aqu¨ª.
Otra aportaci¨®n apasionante fue la del investigador Konstantin Semenov, dedicada a trazar el ins¨®lito perfil del piloto Mikhail Krygin, un ruso blanco que pele¨® en el bando republicano. Nacido en 1890, Krygin ingreso en la academia naval y, tras alcanzar el rango de teniente de nav¨ªo, naveg¨® en la flota zarista (en el crucero Aurora) y hasta gan¨® la orden de San Vladimir durante la I Guerra Mundial. Al estallar la revoluci¨®n, ¡°se tom¨® unas vacaciones¡± (i. e. desert¨®) del Ej¨¦rcito Rojo y despu¨¦s de numerosas aventuras acab¨® en la Legi¨®n espa?ola como piloto. Al estallar la guerra fue uno de los pocos rusos blancos en optar por la Rep¨²blica.
Seg¨²n las memorias de un compa?ero piloto, Krygin decidi¨® luchar en el ¡°cielo irascible¡± de Espa?a por la causa del pueblo, lo que es una bella formulaci¨®n, sin duda. Hubo muchas palabras hermosas como esas, junto a los inevitables tecnicismos, ayer durante las sesiones. Se habl¨® de coraje, de haza?as heroicas, de solidaridad y de honor y no solo de modelos y cifras. Los rusos tienen esa facilidad para la ¨¦pica inflamada y si no que le pregunten a L¨¦rmontov. Volviendo a Krygin, vol¨®, fue herido, form¨® parte del Estado Mayor republicano, y al final fue internado en un campo en Francia para luego luchar en la Resistencia. Semenov no dej¨® de explicar un episodio picaresco a?os despu¨¦s en Mallorca, donde al parecer, si entendimos bien al historiador, Krygin intercambi¨® a su mujer con la de un camarada.
Ha habido que lamentar bajas en las jornadas de guerra a¨¦rea: los esperados familiares de aviadores sovi¨¦ticos no han podido venir al final.
Pero ah¨ª est¨¢ siempre el presidente de ADAR, Aquilino Mata (con ese nombre merecer¨ªa ser piloto de caza), para insuflar emoci¨®n a la gran aventura de los aviadores sovi¨¦ticos que, como recordaba el otro d¨ªa, en el momento de echar a volar se saludaban unos a otros con la animosa frase ¡°despegamos para vencer¡±.
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