Vivir en Espa?a al margen de Espa?a

Muchos catalanes viven su cotidianidad sin tener la sensaci¨®n de estar en Espa?a. No son solo los partidarios de la independencia: pocas cosas en su d¨ªa a d¨ªa les recuerdan que comparten un marco social y administrativo con el resto de espa?oles. Adolf Tobe?a, catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, apuntaba en una entrevista reciente al hecho de que el Estado parece no tener presencia en Catalu?a: ¡°La poblaci¨®n catalana tiene la sensaci¨®n desde hace 40 a?os de que todo lo soluciona la Generalitat: las cosas de la escuela y la sanidad, la transmisi¨®n de patrimonio, la relaci¨®n con la justicia, las notar¨ªas, los permisos para montar empresas... Puedes acabar concluyendo: ?para qu¨¦ necesito un Estado adicional, lejano y antip¨¢tico?¡±.

El municipio de Berga (Barcelona, 16.000 habitantes), gobernado por la CUP, es uno de los lugares de Catalu?a en el que el independentismo es m¨¢s fuerte: Junts Pel S¨ª obtuvo en las auton¨®micas de 2015 el 64,7% de los votos; la CUP, el 11,7%; el tercer partido, el PSC, el 6,4%. Abel y Eudald Artigas son padre e hijo. Oriundos de la comarca, trabajan como alba?iles y admiten que no son representativos de la situaci¨®n pol¨ªtica en Berga: no son independentistas porque, apunta Abel, desconf¨ªan del idealismo que venden los partidos secesionistas. Pese a ello, su hijo Eudald describe as¨ª c¨®mo viven: ¡°Como si estuvi¨¦ramos aislados, al margen de Espa?a¡±. Eudald piensa un buen rato para responder qu¨¦ hechos de su rutina le recuerdan que estamos en Espa?a: alcanza a mencionar la declaraci¨®n de la renta y la informaci¨®n de deportes de Antena 3, su cadena favorita porque, asegura, hablan m¨¢s sobre el mundo del motor que en otras televisiones.

La librer¨ªa Mafalda de Berga solo vende libros en catal¨¢n; los pocos que tratan acerca de Espa?a son ensayos sobre la Guerra Civil desde la ¨®ptica republicana. Regi¨® 7, el diario comarcal de referencia, en su edici¨®n del jueves solo publicaba una p¨¢gina ¡ªde un total de 40¡ª con actualidad sobre Espa?a. En la sede del Ayuntamiento de Berga ondean dos esteladas (ense?as independentistas). Banderas espa?olas solo se pueden encontrar fuera del centro: en el edificio de los juzgados, en la comisaria de los Mossos d¡¯Esquadra y en el cuartel de la Guardia Civil, un gran bloque de viviendas hoy semiabandonado.

¡°Es como si estuvi¨¦ramos aislados¡±, dice un alba?il

Vicens, un transportista jubilado, ha almorzado con un grupo de amigos en un sal¨®n del Hotel Berga Park. Tras la comida sus compa?eros bailan al son de unos boleros mientras ¨¦l concluye: ¡°?Pero c¨®mo no va a haber sensaci¨®n de no estar en Espa?a si los que tienen ra¨ªces fuera de Catalu?a en esta zona, las familias mineras, son los m¨¢s independentistas!¡±.

En la Oficina de Turismo, de unos 30 folletos informativos, solo hay uno en castellano. Jordi, encargado de las instalaciones, se apresura a mostrar otra informaci¨®n del Ayuntamiento que est¨¢ en varios idiomas. Jordi es independentista pero asegura que a¨²n no ha desconectado mentalmente de Espa?a, y da ejemplos: ve series de La 2 o la actuaci¨®n del representante espa?ol en Eurovisi¨®n; el museo est¨¢ preparando una reedici¨®n de v¨ªdeos del No-Do dedicados a la fiesta por excelencia de Berga, la Patum, y en 2016 la comarca alberg¨® unas pruebas del campeonato de Espa?a de bicicleta de monta?a. ¡°Lo que s¨ª hemos hecho es desconectar pol¨ªticamente¡±, concede Jordi: ¡°No me preocupa qui¨¦n es el secretario general del PSOE, pero s¨ª me importa si Ada Colau es alcaldesa de Barcelona¡±.