Primero de jerogl¨ªficos
La Universidad de Alcal¨¢ imparte un curso que ense?a a leer el sistema de escritura ideado por los egipcios
Las pir¨¢mides o los grandes templos de Luxor y Karnak evocan todav¨ªa hoy el esplendor que tuvo la civilizaci¨®n egipcia. El profesor Antonio Morales lleva un trozo de ella en su carpeta. Toma una tiza y empieza a hacer garabatos en la pizarra. Son jerogl¨ªficos, el sistema de escritura inventado por los egipcios, que lo utilizaron desde la ¨¦poca predin¨¢stica (3.500 a?os antes de Cristo) hasta el siglo IV. Una treintena de alumnos miran los signos con expectaci¨®n e intentan descifrarlos. Entre ellos hay estudiantes de Historia, pero tambi¨¦n principiantes a los que la curiosidad por el mundo antiguo les ha tra¨ªdo hasta las aulas del Colegio de M¨¢laga, donde la Universidad de Alcal¨¢ de Henares (UAH) imparte este curso de iniciaci¨®n.
¡°Es la primera vez que se da en Madrid un curso de jerogl¨ªficos para el p¨²blico en general. Normalmente est¨¢n limitados a estudiantes de m¨¢ster o doctorado¡±, subraya Morales, investigador de la UAH. Las clases comenzaron el 4 de mayo, finalizan el 29 de junio y duran dos horas en la tarde de cada martes y jueves. No es necesario tener conocimientos previos de la gram¨¢tica egipcia porque todos parten de cero. El objetivo es leer frases elementales y textos sencillos. Hay alumnos de todos los niveles, ¨¢mbitos y edades. Los jerogl¨ªficos se caracterizan por el uso de signos: desde un buitre a una codorniz o una serpiente. Su significado se conoce gracias a Thomas Young y Jean-Francois Champollion, que descifraron los textos inscritos en la piedra Rosetta, descubierta en 1799.
Las aspiraciones de Juan Pedro Fern¨¢ndez, de 51 a?os, son modestas. Lleg¨® al curso por recomendaci¨®n de un amigo que ha estudiado lenguas antiguas. Fern¨¢ndez es electricista y su tiempo libre lo dedica a la astronom¨ªa, su aut¨¦ntico hobby. ¡°Mi excusa para estar aqu¨ª es que quiero descifrar la tapa de un ata¨²d del siglo VII antes de Cristo. Tiene motivos astron¨®micos y usa unos jerogl¨ªficos que hasta ahora nadie ha conseguido transcribir¡±. Fern¨¢ndez no tiene estudios superiores, es autodidacta, pero est¨¢ muy ilusionado con las clases porque espera que le ayuden a desentra?ar el enigma que persigue.
Una escritura visual
Otra alumna, Gema Mu?oz, de 43 a?os, s¨ª fue a la universidad, pero estudi¨® biolog¨ªa, que no tiene relaci¨®n alguna con la materia que ahora aprende. ¡°En su d¨ªa sopes¨¦ que ten¨ªa mucho futuro, pero por vocaci¨®n hubiese hecho Historia¡±. Ahora mata el gusanillo con este curso, del que se enter¨® por un anuncio en la radio. ¡°Estuve en Egipto y me encantar¨ªa volver sabiendo traducir algunas cosas¡±, se sincera Mu?oz. ¡°Es una escritura muy visual y compleja. No solo tienes que memorizar, tambi¨¦n hay que interpretar los s¨ªmbolos¡±, explica Virginia, una trabajadora social de 37 a?os que acude a clase con un amigo.
En la primera fila, casi sin pesta?ear, est¨¢n Roc¨ªo Casas y M¨®nica de Pablo, estudiantes de primer curso de Historia en la UAH. La primera quiere ser arque¨®loga, aunque es consciente de la falta de financiaci¨®n. A M¨®nica tambi¨¦n le fascina el mundo antiguo. En la carrera se ha matriculado en sumerio, la lengua que se hablaba en el sur de Mesopotamia cuatro milenios antes de nuestra era. ¡°Es una optativa y soy la ¨²nica alumna¡±, subraya. Ambas est¨¢n aqu¨ª para ampliar conocimientos. A su lado se sienta un joven que asegura ser egipt¨®logo. Est¨¢ realizando la tesis doctoral en una universidad catalana y prefiere no revelar su identidad. ¡°Estoy aqu¨ª porque este profesor es un crack. Cuando yo estudiaba no exist¨ªan planes oficiales de esta materia y ahora, hasta se imparten cursos de jerogl¨ªficos para todos los p¨²blicos¡±.
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