El refer¨¦ndum que no figuraba en el programa electoral

El refer¨¦ndum de independencia que el presidente catal¨¢n Carles Puigdemont ha anunciado para el 1 de octubre ampar¨¢ndolo bajo el ¡°mandato¡± de los ciudadanos de Catalu?a nunca figur¨® en el programa electoral con el que Junts pel S¨ª, su plataforma pol¨ªtica, gan¨® las ¨²ltimas elecciones. El programa que venci¨® los comicios con un 39,5% de los votos solo preve¨ªa un refer¨¦ndum una vez ya declarada la independencia y con el objetivo de aprobar una eventual Constituci¨®n catalana.

La raz¨®n por la que la coalici¨®n electoral formada por Converg¨¨ncia Democr¨¤tica y Esquerra Republicana rechaz¨® incluir el refer¨¦ndum en el programa fue que, para ellos, las propias elecciones del 27 de septiembre de 2015 ya eran un ¡°plebiscito¡± sobre la independencia. El resultado de las mismas es conocido: los partidos independentistas sumaron el 47,8% de los votos, un porcentaje que el mecanismo de reparto de esca?os convirti¨® en una mayor¨ªa absoluta parlamentaria de 72 diputados sobre 135.

El resultado se qued¨® lejos de las expectativas de Junts pel S¨ª, que aspiraba a obtener mayor¨ªa absoluta sin depender de los anticapitalistas de la CUP. De ah¨ª las caras largas de una noche electoral en la que Artur Mas comenz¨® a ver peligrar su silla por el anunciado rechazo a apoyarle. Con todo, Mas asegur¨® aquel d¨ªa contar con ¡°gran legitimidad¡± para avanzar hacia la independencia y pidi¨® al Gobierno ¡°que acepte la victoria de Catalu?a y del s¨ª¡±. No habl¨® del refer¨¦ndum que se ha anunciado este viernes apelando al ¡°mandato popular¡±.

El programa que gan¨® las elecciones tiene poco que ver con lo que ha acabado pasando en Catalu?a los ¨²ltimos 18 meses. La promesa electoral era abrir una negociaci¨®n con el Estado para ¡°hacer efectiva la independencia¡±. Se apuntaba que en esta fase ¡°se mantendr¨ªa una actitud expectante respecto a la alternativa de un refer¨¦ndum vinculante por parte del Estado¡±, pero se a?ad¨ªa que esta posible oferta ten¨ªa que ser ¡°compatible con el horizonte temporal¡± del programa electoral. O sea que solo pod¨ªa haber refer¨¦ndum vinculante si era el Estado quien lo propon¨ªa y dentro de los 18 primeros meses de la legislatura. Nada de esto ha pasado.

Pero no solo se ha optado por intentar convocar un refer¨¦ndum que los catalanes no votaron. El Gobierno de Junts pel S¨ª tampoco ha cumplido su compromiso de transparencia. El programa era claro en este sentido y promet¨ªa ¡°iniciar un proceso constituyente de base social y popular¡± con un debate p¨²blico sobre lo que deb¨ªa ser la Constituci¨®n catalana. Dicho procedimiento ha brillado por su ausencia y ha sido sustituido en buena medida por la elaboraci¨®n de la llamada ley de Transitoriedad Jur¨ªdica. Esta ley, cuyo borrador public¨® EL PA?S, ha sido elaborada con toda la opacidad posible con el argumento de evitar la inmediata impugnaci¨®n por parte del Gobierno.

El gran vencedor del actual panorama pol¨ªtico catal¨¢n no deja de ser la CUP, que qued¨® en ¨²ltima posici¨®n en las elecciones de 2015 con el 8,2% de los votos y 10 de los 135 esca?os en el Parlament. Los cuperos reconocieron abiertamente la noche electoral la ¡°derrota¡± del plebiscito. Ya entonces los anticapitalistas abogaron por un refer¨¦ndum, pactado o no, precisamente el mismo que Puigdemont ha anunciado este viernes.