Al banquillo un empresario de Vigo por estafar al grupo Toyota
La fiscal¨ªa sostiene que envi¨® a la firma nipona 36 contenedores con arena y lana en vez de polvo de metales preciosos

El empresario de Vigo Javier Agostini Fern¨¢ndez, titular de la empresa Newtec Reciclyng con base en Ponteareas, ser¨¢ juzgado a partir de este lunes en la Audiencia de Pontevedra acusado de estafa continuada al grupo automovil¨ªstico Toyota del que era proveedor. Agostini se enfrenta a una condena de seis a?os de prisi¨®n y el pago de una indemnizaci¨®n a la firma nipona de un mill¨®n de euros.
La empresa Toyota Tsusho Europe, SA (Ttesa) present¨® denuncia contra el empresario en el juzgado de instrucci¨®n de Ponteareas y le acus¨® de sustituir parte de los metales que enviaba a Jap¨®n para su reciclaje por arena. Pese a los intentos de archivar el caso por parte de la defensa de Javier Agostini, la Fiscal¨ªa de Pontevedra present¨® en 2014 acusaci¨®n contra ¨¦l y solicit¨® la apertura de juicio.
Newtec, domiciliada en Mondariz y con instalaciones en Ponteareas, enviaba a Jap¨®n catalizadores gastados triturados (polvo catal¨ªtico) que presentan un alto contenido en metales preciosos como platino, paladio y rodio. La relaci¨®n comercial del empresario con Ttesa comenz¨® en diciembre de 2008 mediante la cual la empresa japonesa le adelantaba el 80% del precio del cargamento y le abonaba la cantidad restante una vez recepcionada la mercanc¨ªa.
No obstante, antes de los env¨ªos, inspectores de Toyota comprobaban la mercanc¨ªa en las instalaciones de la empresa, en Ponteareas. La inspecci¨®n consist¨ªa en certificar que los contenedores que iban a ser enviados a Jap¨®n no ten¨ªan fisuras por donde pudiera perderse polvo catal¨ªtico. Tambi¨¦n los pesaban y analizaban una muestra aleatoria para verificar su calidad, para lo cual se introduc¨ªa una barra de metal por un orificio que presentaban los contenedores en la parte superior, extrayendo una muetra que luego era sometida a una prueba final de rayos X, explica el fiscal en su escrito de calificaci¨®n.
Una vez hechas todas las comprobaciones, los inspectores proced¨ªan a sellar y precintar el contenedor, evitando as¨ª que pudiesen ser manipulados tras su cierre. ¡°Este procedimiento de supervisi¨®n y an¨¢lisis se realizaba en presencia del acusado como administrador y socio ¨²nico de la empresa proveedora¡±, apunta el ministerio p¨²blico.
Los nueve primeros env¨ªos de los cargamentos de polvo catal¨ªtico a Jap¨®n se realizaron sin incidencia alguna, ¡°lo que asent¨® una relaci¨®n empresarial de confianza¡±, dice el fiscal, al haber sido la empresa gallega con anterioridad proveedora de otras compa?¨ªas conocidas del sector. Pero el acusado, ¡°con af¨¢n de obtener un beneficio patrimonial il¨ªcito, ide¨® un procedimiento para poder sustituir el polvo catal¨ªtico por arena y lana sorteando los controles que realizaban los trabajadores de la mercantil Ttesa sobre el material que iba a ser transportado¡±, afirma la acusaci¨®n.
Relata el fiscal que ¡°dicho procedimiento consisti¨® en introducir una fina capa de polvo catal¨ªtico en los contenedores de los cinco cargamentos enviados (en total 36 contenedores), colocar debajo una l¨¢mina de pl¨¢stico flexible y rellenar el recipiente de arena com¨²n y la lana que coloc¨® entre dicha l¨¢mina y el fondo¡± para burlar as¨ª la inspecci¨®n.
Entre el 24 de junio de 2009 y el 11 de agosto de 2009, la mercantil TTSA realiz¨® las transferencias bancarias convenidas con el empresario, al que adelant¨® casi 922.000 euros del 80% del valor de los contenedores que llegaban a Tokio y que luego eran trasladados a una refiner¨ªa en la localidad de Akita. Una vez descubierta la presunta estafa, los 36 contenedores fueron intervenidos y puestos a disposici¨®n judicial. Su dep¨®sito ha generado unos gastos a la mercantil nipona que hasta noviembre de 2013 ascend¨ªan a casi 10.000 euros.
Adem¨¢s de la pena de prisi¨®n, el fiscal solicita al tribunal de la secci¨®n cuarta de la Audiencia que juzgar¨¢ al empresario que este, como responsable civil, indemnice a Toyota y devuelva a la firma el dinero que le adelant¨®, adem¨¢s del pago del dep¨®sito de los contenedores y las costas del proceso.
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