Diez a?os rompiendo la quinta pared
¡®Escenaris Especials¡¯, un proyecto que busca la integraci¨®n de personas con discapacidad mediante el teatro, celebra su aniversario con una programaci¨®n especial
Un astronauta en una nave espacial y una mujer en una cocina. En realidad est¨¢n en el mismo lugar, pero no se encuentran. Sobre la posibilidad de comunicarse y de amarse de dos personas cuyas mentes est¨¢n a varias galaxias de distancia versaba la comedia teatral L¡¯home sense veu, en la que Cec¨ªlia tiene que cuidar a Tom¨¤s, un chico que no habla y al que le apasionan los viajes espaciales. Esta ¨²ltima obra de Cl¨¤udia Ced¨®, autora que gan¨® un premio Butaca en 2015, debe la tem¨¢tica y los personajes, en parte, a la aventura teatral que la dramaturga, directora y tambi¨¦n psic¨®loga empez¨® hace diez a?os: Escenaris Especials. El proyecto busca la inclusi¨®n social, mediante el teatro, de personas con autismo y otros trastornos o discapacidades intelectuales. Pero, como en L¡¯home sense veu, las discapacidades no son las protagonistas: lo son las historias y los actores, a los que se les consigue dar voz encima del escenario.
Si una de las grandes revoluciones teatrales fue interactuar con el p¨²blico y romper la llamada cuarta pared del escenario, en el caso de Escenaris Especials los actores se esfuerzan por derribar una quinta pared. Es una pared muy gruesa, que les acompa?a en su d¨ªa a d¨ªa y que parece inquebrantable cuando, por ejemplo, tienen que hacer algo tan simple como hablar con alguien o saludar. ¡°Los ensayos de teatro son tambi¨¦n ensayos de la vida cotidiana: montamos escenas en las que los alumnos van a comprar el pan o tienen que hacer alguna gesti¨®n, y as¨ª conseguimos que rompan la barrera y normalicen estas situaciones¡±, explica Marta Iglesias, psic¨®loga y profesora de teatro en el proyecto.
Escenaris Especials cuenta con unos 120 alumnos, que provienen de centros y fundaciones de Girona y de Banyoles, ciudad en la que reside Ced¨®. Cada grupo tiene una hora y cuarto de teatro a la semana, y a final de curso montan una obra conjuntamente. El principal objetivo de la autora y directora del proyecto es que el escenario quede libre de todo prejuicio o paternalismo que pueda rodear la vida de los que padecen autismo y otros trastornos. ¡°Hay quien necesita terapia para trabajar la autoestima o mejorar la gesti¨®n de las emociones, pero tenemos muchos alumnos cuyo ¨²nico problema es que vivimos en una sociedad que no los acepta ni valora por lo que son¡±, afirma Ced¨®: ¡°Necesitan una voz y hablar de los temas de los que tienen ganas de hablar, y subirlos al escenario es una manera de solucionarlo¡±.
Despu¨¦s de diez a?os de ensayos y obras, Ced¨® est¨¢ segura de haber aprendido algo: ¡°Para que funcione la terapia y a la vez consigamos sensibilizar a la sociedad, lo que est¨¢ claro es que tenemos que hacer un teatro de calidad: nos exigimos mucho y les exigimos tambi¨¦n a los alumnos¡±. Teatro como el de El rei bastard, una obra que se estren¨® este mes en los ba?os ¨¢rabes de Girona en el marco de los diez a?os del proyecto, y que fue escrita recogiendo las ideas de todos los alumnos. Una historia de un rey, el rey Manolo, que es tan bueno que el verdugo del pueblo est¨¢ aburrido y tiene las herramientas oxidadas. La bondad del rey no gusta a todos, y el relato se tuerce con un hermano maligno, un regicidio, un hijo bastardo y una obra de teatro dentro de la obra. Lo tiene todo.
Los ejemplos de superaci¨®n y mejora no se acaban. El que hace de rey Manolo, sentado en el trono con un gesto muy soberano, consigue en el escenario una comicidad que contrasta con el mal humor y las obsesiones que tiene en el d¨ªa a d¨ªa. Otro ejemplo apareci¨® en los ensayos: ¡°Carlos casi nunca dec¨ªa nada, hasta que un d¨ªa verbaliz¨® que quer¨ªa hablar m¨¢s fuerte y, despu¨¦s de unos ejercicios, empez¨® a gritar¡±, recuerda Ced¨®.
¡°O tambi¨¦n est¨¢ el caso de Pere, un chico con autismo que siempre ten¨ªa que escoger un sitio en el que sentarse; hace a?os, a media obra decidi¨® sentarse sobre un espectador porque esa era su butaca, y ahora ya se ha acostumbrado al hecho teatral¡±, a?ade. Iglesias tambi¨¦n recuerda con afecto el caso de Quico, un chico autista que nunca saludaba y que ahora se despide cada d¨ªa con un ¡°ad¨¦u Marta¡± y dos besos: ¡°El teatro es un espacio en el que no se les juzga, y en el que consiguen estar c¨®modos¡±.
Los 120 alumnos celebrar¨¢n el d¨¦cimo aniversario en una gala en el teatro municipal de Girona, el pr¨®ximo domingo. Ah¨ª acudir¨¢n amigos y familiares, cuya confianza Ced¨® reconoce que ha sido dif¨ªcil de ganar: ¡°El primer a?o vinieron con la ceja levantada, pregunt¨¢ndose qu¨¦ ¨ªbamos a hacer con los alumnos; ahora vienen los hermanos, los primos, los abuelos, todos muy orgullosos y sorprendidos de ver que alguien que no habla en casa est¨¢ recitando en el escenario¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.