Valencia recuerda el Congreso de Escritores Antifascistas de 1937
La ciudad revive el encuentro internacional de intelectuales que acogi¨® durante la Guerra Civil Espa?ola
Fue un 4 de julio, como hoy en el hemiciclo del Ayuntamiento de Valencia. Pero de hace 80 a?os y precedido de un terrible bombardeo. El Gobierno de la Rep¨²blica se traslad¨®, en plena guerra civil, desde un Madrid asediado por las tropas franquistas a Valencia. La ciudad fue capital de la Rep¨²blica durante 11 meses. Y en ese tiempo congreg¨® a la intelectualidad internacional m¨¢s comprometida. 200 escritores se dieron cita en el congreso de 1937 para luchar con su pluma por la libertad. Muchos de ellos acabaron combatiendo con las Brigadas Internacionales. ¡°A mi abuelo el congreso y su estancia le marc¨® su vida en muchos sentidos. En el aspecto ideol¨®gico, ingreso en el Partido Comunista aqu¨ª, en Espa?a¡±, ha se?alado a EL PA?S Nicol¨¢s Hern¨¢ndez Guill¨¦n, nieto del poeta cubano Nicol¨¢s Guill¨¦n, que realiz¨® numerosos reportajes desde el frente, pero que antes de llegar a Valencia, estando en M¨¦xico escribi¨® Espa?a: poema en cuatro angustias y una esperanza, recordaba su nieto durante el acto de inauguraci¨®n del aniversario del congreso, que ha comenzado con una conferencia del historiador brit¨¢nico Paul Preston, que no ha podido leer en persona por problemas de salud.
El hispanista, especialista en la Segunda Rep¨²blica, aporta luces y sombras en un v¨ªdeo grabado? emitido antes de la lectura de su parlamento. Preston se muestra muy cr¨ªtico con algunos escritores que participaron en la reuni¨®n de Valencia. ¡°Eran m¨¢s turistas que escritores comprometidos. Y algunas de las recepciones fastuosas que se ofrecieron contrastaban con el hambre de un pa¨ªs en guerra¡±, destaca el escritor que no resta importancia al c¨®nclave intelectual que concentr¨® a figuras tan importantes como Antonio Machado, que en esa ¨¦poca viv¨ªa en la localidad valenciana de Rocafort. All¨ª residi¨® durante dos a?os, junto a su madre y su hermano Jos¨¦, en una casa llamada Villa Amparo. Miguel Hern¨¢ndez, Rafael Alberti, Hemingway, Dos Passos, la fot¨®grafa Gerda Taro, Cernuda, Bergam¨ªn, Malraux, Teresa de Le¨®n y as¨ª una larga lista de intelectuales que se movilizaron para defender la libertad.
El presidente del Gobierno de la Rep¨²blica, Juan Negr¨ªn, inaugur¨® el congreso hablando en franc¨¦s, idioma del pa¨ªs donde muri¨® exiliado. Hoy, su nieta Carmen ha dicho que el ¨²nico documento sonoro que tiene de su abuelo es el de la apertura del congreso, retrasmitido por la televisi¨®n sovi¨¦tica y que fue proyectado durante el acto. ¡°Es muy emocionante e importante ponerse en el lugar de esa gente que vino con esa voluntad de expresarse a pesar de estar el pa¨ªs en guerra. La solidaridad es algo que hoy en d¨ªa falta, y tambi¨¦n la conciencia de luchar por la cultura. Estar aqu¨ª hace pensar en ese pasado tan terrible y en lo que estamos viviendo hoy en d¨ªa, que nos estamos alejando mucho de ciertos valores¡±, ha manifestado a este diario Negr¨ªn, que reside en Par¨ªs.
El presidente de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, ha destacado la necesidad de recuperar la trascendencia hist¨®rica. ¡°No se trata de ser nost¨¢lgico, sino de recordar la carga positiva que supone que cientos de intelectuales defendieran la cultura como valor m¨¢ximo¡±, ha explicado.
El poeta mexicano Octavio Paz presidi¨®, 50 a?os despu¨¦s, tambi¨¦n en Valencia, otro importante congreso internacional que organiz¨® el director de cine Ricardo Mu?oz Suay, al que recordaban algunos de los presentes, como el senador Joan Lerma, presidente del Gobierno valenciano en esas fechas. ¡°El de 1937 fue un acto precioso de solidaridad presidido por la idea de unanimidad o totalidad, y este, por la de pluralidad. La vida es diversa. No es una, es siempre varia. Por eso la libertad, que es la expresi¨®n m¨¢s pura de la vida social, no puede ser nunca la libertad de uno, sino la colectiva, y creo que ¨¦ste ha sido siempre el signo de nuestro congreso", se?al¨® Paz en 1987. Hoy tambi¨¦n se ha evocado aquel congreso cuyo comit¨¦ ejecutivo estaba formado por Juan Cueto, Joan Fuster, Juan Goytisolo, Fernando Savater, Jorge Sempr¨²n y Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n.
Mientras el pueblo mor¨ªa...
El hispanista Paul Preston envi¨® ayer un discurso para ser le¨ªdo en el Ayuntamiento de Valencia. Esto es un extracto. ¡°Aunque tuvieron mucho eco [...] incluso internacional, los discursos del Congreso no cambiaron el punto de vista de las canciller¨ªas de Londres, Par¨ªs y Washington. Es dif¨ªcil saber su impacto sobre la poblaci¨®n republicana. Seg¨²n Spender, la flota de limusinas que transportaba delegados de Barcelona a Valencia y luego a Madrid, fue recibida en cada pueblo con entusiasmo y generosidad por una gente que manifestaba una fe conmovedora y pensaba que la llegada de
los intelectuales
fortalec¨ªa la resistencia republicana. Pero mientras el pueblo espa?ol mor¨ªa de hambre, a los congresistas se les agasajaba con banquetes. Spender escribi¨® que en cierto sentido el Congreso ten¨ªa alg¨²n elemento de fiesta de ni?os mimados y encontr¨® algo grotesco aquel
¡°
circo de intelectuales, tratados como pr¨ªncipes y ministros, transportados a lo largo de cientos de kil¨®metros a trav¨¦s de un paisaje precioso y pueblos destrozados por la guerra, al son de los aplausos de la gente¡±, recuerda Preston[...].
Y m¨¢s adelante: ¡°La escritora Josephine Herbst era de los pocos congresistas que sab¨ªan algo de la guerra. Viaj¨® incansablemente por la zona republicana. Nadie pudo sintetizar mejor el significado que la lucha tuvo para tantos escritores y periodistas, testigos de la heroica resistencia de la Rep¨²blica. En 1966 [...] escribi¨®: ¡®No me hubiera gustado tener a alguien conocido sentado a mi lado; no, a menos que hubiera pasado por la misma experiencia. No solo me sent¨ª como si muriera, sino tambi¨¦n que hab¨ªa muerto. Y [...]lo que vi fuera de la sala y en la calle parec¨ªa irreal. Se me ocurri¨® que en el sentido m¨¢s literal, mi vida hab¨ªa acabado en esencia en Espa?a. [...]Sab¨ªa que nada iba a impedir la II Guerra Mundial. Nada. Desde entonces la mayor parte del tiempo la he vivido gracias al tesoro enterrado de los a?os anteriores. [...]Todo se repite, y es terrible, nunca se aprende la lecci¨®n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Paul Preston
- Ximo Puig
- Nicol¨¢s Guill¨¦n
- Miguel Hernandez
- Joan Lerma
- Juan Negrin L¨®pez
- Francisco Franco
- Valencia
- Memoria hist¨®rica
- Segunda Rep¨²blica Espa?ola
- Franquismo
- Comunidad Valenciana
- Rep¨²blica
- Fascismo
- Dictadura
- Ultraderecha
- Historia contempor¨¢nea
- Ideolog¨ªas
- Literatura
- Historia
- Espa?a
- Cultura
- Pol¨ªtica
- Sociedad