Xavier Prat, el pintor de la movida catalana
Can Framis reivindica al pintor de la vida nocturna en la Barcelona preol¨ªmpica con una exposici¨®n de 70 obras
La movida madrile?a que supuso el paso a la modernidad cultural en la Espa?a de los ochenta no solo se circunscribi¨®, pese a su denominaci¨®n, a la capital espa?ola, sino que otros artistas, sobre todo pintores y m¨²sicos de otras ciudades, se sintieron part¨ªcipes de los aires nuevos de libertad que se vivieron tras d¨¦cadas de f¨¦rreo control de la dictadura franquista. Xavier Prat (Per¨², 1957-Barcelona, 2007) fue uno de los que desde Barcelona pas¨® de la contracultura a abrazar la posmodernidad que naci¨® y se fragu¨® en este ambiente de inicio de la democracia, pintando la vida nocturna de los a?os ochenta, pero tambi¨¦n la ciudad preol¨ªmpica que estaba a punto de cambiar para siempre. Can Framis, el centro de la Fundaci¨®n Vila Casas le dedica en Y en otra ciudad tambi¨¦n amanecela mayor exposici¨®n (cerca de 70 piezas, entre dibujos y cuadros) organizada de este pintor que falleci¨® hace diez a?os tras un terrible ca¨ªda en una calle de la capital catalana. Y lo hace de la mano de una de las personas que mejor lo conoci¨®, su amigo de juventud, el periodista y escritor Sergio Vila-Sanju¨¢n.
La muestra no solo recupera un artista olvidado sino casi secreto, ya que casi no expuso nada y sus cuadros se han conservado en el c¨ªrculo de amigos y familiares, adem¨¢s de un par de colecciones. ¡°No pens¨¦ que pudiera juntar tanta obra, cre¨ªa que la exposici¨®n ser¨ªa m¨¢s peque?a¡±, explica Vila-Sanju¨¢n, que asegura que Prat fue ¡°la persona de m¨¢s talento¡± que conoci¨® en su juventud. Las pocas veces que se mostraron en p¨²blico las obras de Prat fue en espacios alternativos, pero en Madrid lo hizo en 1981 junto a El Hortelano (que viv¨ªa en Barcelona en aquellos a?os), Ceesepe, P¨¦rez Villata o Mart¨ªn Begu¨¦, en una de las muestras m¨¢s emblem¨¢ticas que se realiz¨® en Madrid entonces. Fue la ¨²nica exhibici¨®n destacada en la que particip¨® junto con la que le organiz¨® en 1982 la Diputaci¨®n de Lleida. Sus obras, surrealizantes y on¨ªricas, est¨¢n llenas de objetos simb¨®licos y personas, como ¨¦l mismo, ya que se autorretrat¨® en un buen n¨²mero de sus obras. Tambi¨¦n de animales, como gatos y su perra, a la que le dedica una de sus obras mat¨¦ricas, con pelo del animal. ¡°Prat era intenso, brillante, divertido, bohemio, provocador y pol¨¦mico¡±, subraya el comisario.
Asiduo de bares
Asiduo de bares y salas de baile de Barcelona como La Paloma o La Seca (abierta solo seis meses), realiz¨® a partir de sus salidas nocturnas una de sus series m¨¢s conocidas en la que pint¨® un buen n¨²mero de obras con gente bailando y disfrutando mientras unos siniestros personajes silueteados en primer plano parecen vigilarlos.¡°Nunca lleg¨® a profesionalizar sus trabajos, ni literarios ni art¨ªsticos, solo expuso en lugares alternativos¡±, destaca el comisario que asegura tener ¡°un ordenador lleno con sus escritos, todos in¨¦ditos, entre cuentos, poemas y una novela. No me he puesto todav¨ªa¡±. A comienzos de los a?os noventa Prat dej¨® de pintar y se centr¨® en la direcci¨®n art¨ªstica de cine trabajando con Gonzalo Herralde en pel¨ªculas como ?ltimas tardes con Teresa, Angoixa, de Bigas Luna, o Los ¨¢ngeles,de Jacob Berger, junto al director de arte Felipe de Paco. ¡°Le encantaba Federico Garc¨ªa Lorca y Dal¨ª¡±, explica Vila-Sanju¨¢n, que recuerda con una enorme sonrisa cuando subieron a Cadaqu¨¦s a visitar al pintor. ¡°Era muy asequible, nos recibi¨® con champ¨¢n rosado y una buena conversaci¨®n sobre arte¡±.
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