Joaquim Forn, el hombre tranquilo

Aunque a menor escala, Joaquim Forn (Barcelona, 1964), conoce la cartera de Interior. El actual n¨²mero dos del PDeCAT en el Ayuntamiento de Barcelona fue el primer teniente de alcalde durante el mandato del alcalde Xavier Trias, un cargo que inclu¨ªa la responsabilidad sobre la seguridad en la ciudad.

Puede presumir de ser independentista de siempre, de cuando no todo el mundo lo era en Converg¨¨ncia. Es de los de pedra picada, como dicen los nacionalistas. Tambi¨¦n ser¨¢ una persona muy pr¨®xima a Carles Puigdemont: el actual jefe de gabinete del presidente de la Generalitat, Josep Rius, ocup¨® esa misma posici¨®n para Forn en el Ayuntamiento.

Del futuro consejero de Interior todo el mundo destaca su talante tranquilo, dialogante, conservador, pr¨®ximo... pero tambi¨¦n firme y duro si es necesario. Dej¨® buen recuerdo en la Guardia Urbana de Barcelona, un cuerpo a quien defendi¨® como espera ser defendido por el gobierno de la ciudad. Justo lo que ahora reprocha a la alcaldesa Ada Colau: dice que no apoya como ser¨ªa de esperar a los responsables de la seguridad de la capital catalana.

Buen gestor, Forn fue fontanero del mandato de Trias y ahora capitaneaba a los nueve concejales del PDeCAT. Tard¨®, pero admite que la derrota de los nacionalistas por parte de Colau fue un shock del que han tardado dos a?os en recuperarse. El grupo municipal sac¨® pecho hace un mes repartiendo miles de ejemplares de un peri¨®dico que reproduc¨ªa un tabloide en el que critica a duramente a la alcaldesa y su gesti¨®n. Fue un ¨¦xito e insufl¨® energ¨ªas en el grupo.

En una maniobra que result¨® agridulce, en enero de 2016 el ex alcalde hab¨ªa designado a Forn su sucesor. Un halago que, en realidad, se saltaba una pantalla, porque el partido tiene intenci¨®n de celebrar primarias para decidir su candidato. La vocaci¨®n de Forn es Barcelona, pero sab¨ªa que medi¨¢ticamente su perfil quiz¨¢s no es el que el partido necesita para intentar arrebatar la alcald¨ªa a Colau.

Licenciado en Derecho, Forn afronta ahora la siempre complicada papeleta del departamento de Interior. Una cartera que desgasta hasta al profesional m¨¢s seguro y preparado, desde donde deber¨¢ afrontar y gestionar una posible negativa del cuerpo de Mossos d¡¯Esquadra a desacatar la Ley.