La apote¨®sica jubilaci¨®n de Pedro Navaja
Acompa?ado de una soberbia banda de 13 m¨²sicos, Rub¨¦n Blades repas¨® sus m¨¢s de cincuenta a?os de carrera en una actuaci¨®n tan larga como r¨ªtmicamente infecciosa

A Pedro Navaja le ha llegado ya la edad de la jubilaci¨®n. As¨ª lo ha decidido Rub¨¦n Blades que, aunque no lo declare abiertamente, ya se postula para la presidencia de su pa¨ªs. El cantautor paname?o ha decidido no volver a matar cada noche al malvado navajero, como m¨ªnimo a ritmo de salsa, y ha montado una gira de despedida que reuni¨®, en una velada deslumbrante, a unas 3.000 personas euf¨®ricas y entregadas en el Poble Espanyol. Pero que no tiemblen sus seguidores porque Blades dej¨® claro con una sonrisa un tanto maquiav¨¦lica que ¡°se desped¨ªa de las giras de salsa¡± y todo buen entendedor comprendi¨® que no se desped¨ªa ni de las giras ni de la salsa. Juego de palabras con met¨¢fora futbol¨ªstica: ¡°Cuando uno ya sabe que no va ser delantero del Bar?a, debe buscar otras cosas¡±.
As¨ª, no hubo l¨¢grimas en la despedida, m¨¢s bien al contrario. Tranquilizado el personal, el futuro o no presidente paname?o ofreci¨® en Barcelona un concierto impresionante. Aunque suene arriesgado a estas alturas, todav¨ªa no sabemos lo que est¨¢ por llegar, ya deber¨ªa hablarse del concierto de este verano.
Acompa?ado de una soberbia banda de trece m¨²sicos, Rub¨¦n Blades repas¨® sus m¨¢s de cincuenta a?os de carrera en una actuaci¨®n tan larga como r¨ªtmicamente infecciosa. Al acabar nadie parec¨ªa cansado, pod¨ªa haber durado toda la noche. Ya desde el primer instante todo el Poble Espanyol entr¨® en movimiento y no dej¨® de bailar durante las casi tres horas que dur¨® la fiesta.
Todos los personajes que introdujeron la realidad social en el mundo de la m¨²sica latina fueron desfilando por el escenario demostrando que sus proclamas siguen teniendo vigencia en lo social y, por supuesto, en lo musical. Abri¨® la velada el contundente Pablo Pueblo y, a partir de ah¨ª, fue una cascada imparable de sensaciones de las que ponen en funcionamiento algunas neuronas mientras te mueven los pies aunque intentes evitarlo. Las calles, Decisiones, Buscando Guayaba, Ligia Elena, El Cantante, Todos vuelven, Paula C fueron marcando puntos ¨¢lgidos que desembocaron, no pod¨ªa ser de otra manera, en un apote¨®sico Pedro Navaja que fundi¨® las bater¨ªas de todos los tel¨¦fonos m¨®viles presentes. Y a¨²n quedaban en la tanda de bises Maestra vida y un Patria final dedicado a todos los emigrantes mientras en la enorme pantalla de fondo desfilaban las banderas de todos los pa¨ªses latinos, incluidas las de Espa?a, Euskadi y Catalu?a.
Rub¨¦n Blades, perilla blanca, todo de negro con sombrero de ala corta, tambi¨¦n negro, para ocultar la calvicie y gafas de sol que duraron solo media canci¨®n, irrumpi¨® en el escenario cuando a¨²n era de d¨ªa demostrando que si la oferta es buena la luz solar, en contra de todas las creencias establecidas, no molesta ni desentona. Arropado por unos arreglos exuberantes fieles a los originales (profusi¨®n de trombones y percusi¨®n) Blades se mostr¨® en una estupenda forma f¨ªsica con una voz nada maltratada por el tiempo y un dominio total del entarimado. Ya se sabe que a Blades le gusta hablar y habl¨®, por supuesto, pero no se alarg¨® en sus discursos. Le pidi¨® al personal que leyeran su blog (no hay ni una entrada musical en los ¨²ltimos a?os), afirm¨® que ¡°todos tenemos un negro dentro, aqu¨ª un moro¡±, sin dar nombres dedic¨® Mar¨ªa Lionza (una deidad venezolana) a ¡°esperar que las circunstancias cambien, siempre cambian¡± y hasta introdujo sus gui?os de actualidad en el preg¨®n de Pedro Navaja: ¡°La vida te da sorpresas. Y si no que le pregunten al de la federaci¨®n de futbol¡±.
Noche redonda, para recordar y esperar la nueva visita de Rub¨¦n Blades aunque no cante salsa.
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