Las librer¨ªas se unen para pescar en la Red

Los expertos ya no lo dudan: la gran amenaza para la supervivencia de las librer¨ªas f¨ªsicas es la venta de libros por Internet. Y no solo como suministrador bajo el formato digital, sino tambi¨¦n como canal de libros f¨ªsicos, aspecto que no para de crecer. Seg¨²n el presidente de Grup 62, Josep Ramoneda, las cifras en su caso son ya del 8% para papel y un 3% para digital... De la pinza entre un comercio electr¨®nico imparable en todo y al que el libro ya no es ajeno y la necesidad de arraigar a los clientes a la librer¨ªa de ladrillo ha nacido Libelista, plataforma de ventas on-linede libros que agrupa a 140 librer¨ªas independientes de toda Espa?a (45 de ellas, en Catalu?a).

La expresi¨®n no les convence del todo, pero aspiran a ser el Amazon de las librer¨ªas independientes. La realidad es que las diferencias con el gigante de la distribuci¨®n son notables: los usuarios de Libelista adquieren un libro en formato digital o papel; en este ¨²ltimo caso, pueden recibirlo en su casa (con gastos de env¨ªo de 3,40 euros y espera de cuatro a cinco d¨ªas), pero tambi¨¦n recogerlo en su librer¨ªa m¨¢s cercana que le asigna el propio sistema (aunque el usuario puede cambiarla por su preferida). Es m¨¢s: no se puede hacer gesti¨®n alguna sin antes estar registrado en una librer¨ªa. ?sta ser¨¢ la que recibir¨¢ la comisi¨®n sobre la venta. Otro distingo con relaci¨®n a Amazon es que la plataforma prev¨¦ generar contenidos culturales vinculados al libro, lo que har¨¢ a trav¨¦s de N¨²vol, revista digital. La tercera diferencia es capital: ¡°Las recomendaciones que se hacen son fruto de hablarlo con los libreros, no son algoritmos interesados solo en lo m¨¢s vendido¡±, matiza ?urea Juan, responsable de gesti¨®n de la librer¨ªa on-line, que ofrece p¨¢gina en catal¨¢n y castellano.

Libelista arranc¨® la pasada campa?a de Navidad como evoluci¨®n de la plataforma Liberdrac que el Gremio de Libreros de Catalu?a puso en marcha en 2012 centrada en los libros digitales; el lento y escaso crecimiento de este formato ha hecho madurar el proyecto tambi¨¦n hacia la oferta en papel.

Los apenas seis meses de funcionamiento aportan ya algunos datos, como que de las 180.000 visitas recibidas, un 69% llegaron v¨ªa ordenador y un 23%, por tel¨¦fono m¨®vil; los usuarios son mayormente hombres (59%) y por ahora las ventas son m¨¢s de libros digitales (69%) que de papel.

"En nuestra librer¨ªa somos uno y medio: con esa estructura no podemos gestionar correctamente nuestra propia librer¨ªa on-line como requerir¨ªa", argumenta Paula Jarr¨ªn, responsable de la librer¨ªa Al¡¤lots de Barcelona, especializada en infantil y juvenil y adscrita a Libelista, de la que destaca que "somos libreros de carne y hueso: recomendamos y nos la jugamos en cada recomendaci¨®n". "Los editores con vocaci¨®n cultural queremos que los lectores vayan a las librer¨ªas porque protegen la bibliodiversidad; por eso en nuestra p¨¢gina web no vendemos nosotros directamente", apunta Laura Huerga, fundadora de la editorial Raig Verd / Rayo Verde. Su sello tiene 20.000 seguidores en Twitter y 7.000 en Facebook: "Yo no puedo traducir eso en ventas impulsivas susceptibles, pero ahora no las pierdo y pasan a las librer¨ªas", resume Huerga, que da la opci¨®n en su p¨¢gina web de aquririr sus libros a trav¨¦s de una pesta?a de Libelista, v¨ªa que la plataforma quiere ampliar con m¨¢s acuerdos con editoriales.? ?

¡°La venta por Internet es una herramienta de servicio indispensable: o la hacemos nosotros o nos la har¨¢n otros¡±, cree Antoni Daura, presidente del Gremio de Libreros de Catalu?a, cansado de ver c¨®mo ¨¦stos sirven de escaparate o de prescriptores a unos usuarios que luego compran en la Red a otros que no son ellos.

Daura es consciente de que el proyecto requiere tiempo para coger musculatura: con 350.000 referencias de libros de papel (70.000 de digitales), hasta la fecha han recibido 1.523 pedidos, de una media de 18,45 euros, lo que proporciona unas ventas de 30.000 euros. Los libreros asociados pagan unos 300 euros al a?o. ¡°Soportable¡±. La idea es aguantar y consolidarse en tres a?os. Los tiempos exigen resiliencia.