Vecinos de Aranjuez denuncian una escalada de okupaciones en chal¨¦s
Los propietarios alertan de que cada vez son m¨¢s las familias que viven de forma irregular en los chal¨¦s abandonados
Los vecinos de la urbanizaci¨®n de La Monta?a, en Aranjuez, han protestado ante el Ayuntamiento de la localidad por el incremento de personas okupas que han irrumpido en chal¨¦s abandonados. Desde hace a?os, el n¨²mero de viviendas con moradores que han pegado una patada en la puerta se ha incrementado, con los consiguientes problemas de venta ilegal de llaves de las casas y de enganches il¨ªcitos a la luz y a las conducciones de agua. El Ayuntamiento ribere?o se ha comprometido a incrementar la presencia policial en la zona ante las quejas vecinales, tras una junta local de seguridad.
Eva Fern¨¢ndez vive con su pareja y nueve hijos de okupa hace tres a?os en una casa abandonada en el barrio La Monta?a de Aranjuez. Afirma que se lleva ¡°fenomenal¡± con sus vecinos. ¡°La que vive en frente es la profesora de mis hijos y al vecino de al lado le cuidamos la casa para que no se la okupen ahora que est¨¢ de vacaciones¡±, dice bien fuerte, para que un grupo de vecinos molestos con su presencia y la de otras familias en situaci¨®n irregular la escuchen.
3.353 casas okupadas en la regi¨®n
3.353 pisos okupados. La Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid tiene localizados desde el mes de abril este n¨²mero de viviendas con okupas en la capital y en los grandes municipios de la regi¨®n.
Puente de Vallecas. La mayor incidencia se registra en este distrito con 452 casos constatados, seguidos de Usera-Villaverde (419) y Carabanchel (260).
Retiro y Chamber¨ª. En la capital, son los dos distritos con menos casos. Cada uno tiene registrados ocho asentamientos ilegales.
Fuenlabrada. Se encuentra a la cabeza de los grandes municipios de la regi¨®n con 160 casos. Le siguen Legan¨¦s (134) y M¨®stoles (112)En el extremo contrario, se hallan Pozuelo de Alarc¨®n (3) y Alcobendas-San Sebasti¨¢n de los Reyes (15). Aranjuez est¨¢ en medio de la tabla, con 48 viviendas okupadas.
¡°Yo no s¨¦ por qu¨¦ nos quieren echar, si no hacemos nada, son ellos los que no amenazan con un darnos una paliza¡±, afirma. Pero su versi¨®n se contradice con la de Alfonso Zulueta, propietario desde hace 10 a?os de la casa esquina opuesta a la de Fern¨¢ndez. ¡°Gritan de una casa a otra, tiene peleas con su pareja, meten a los galgos al descampado que tenemos en frente, perjudican la convivencia¡±, sostiene Zulueta. Y de eso lo avalan cinco vecinos que lo acompa?an, quienes agregan problemas como la ventas ilegal de llaves y enganches a las instalaciones el¨¦ctricas y de agua. Advierten de que cada vez son m¨¢s las familias okupas.
El barrio de La Monta?a es un ¨¢mbito de desarrollo situado a cinco kil¨®metros del casco urbano de la ciudad ribere?a, donde se encuentran el hospital del Tajo, un casino, instalaciones hoteleras y de ocio, as¨ª como varios centros educativos. Se construy¨® hace 10 a?os con el inter¨¦s de muchas empresas que una vez llegada la crisis echaron pie atr¨¢s. A ra¨ªz de esto, numerosos chal¨¦s quedaron abandonados, que ahora en su mayor¨ªa pertenecen a bancos y las otras, son de propietarios que ven amenazado el coste del inmueble por los okupas. ¡°Ahora nadie me va a querer comprar la casa o va a bajar mucho de precio¡±, prev¨¦ Pedro Alonso, quien tiene vecinos okupas.
La casa okupada que colinda con la de Alonso era una ludoteca que quebr¨® hace un par de a?os pero que a¨²n mantiene el cartel de "Centro infantil y familiar". Tiene una ventana rota, las rejas oxidadas, el c¨¦sped seco y muchos juegos infantiles. La puerta est¨¢ abierta pero nadie contesta. ¡°Se presentaron como mis nuevos vecinos y hasta el momento me respetan bastante. Los tengo bastante a raya¡±, apunta Alonso, que tiene una casa perfectamente pintada de blanco con un cerco el¨¦ctrico en la parte superior de las murallas.
El concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Aranjuez, Luis Javier Benito (PSOE) se comprometi¨® la semana pasada a que el Ayuntamiento har¨¢ de intermediario con las entidades financieras con el fin de que tapien las puertas y ventanas de las casas, instalen alarmas y hagan seguimientos de los suministros de agua y luz. Tambi¨¦n se comprometi¨® a mediar con las empresas suministradoras de estos servicios para que no firmen contratos con las personas que no sean inquilinos legales o propietarios.
Para Javier Prudencio Moc¨ªas, vecino de la urbanizaci¨®n y abogado especialista en desahucios desde hace 13 a?os, el problema es que los bancos realizan el desahucio ¡°por usurpaci¨®n¡±. ¡°Cuando es as¨ª te dan la orden para personas concretas y cuando les llega una citaci¨®n simplemente se van, llegan otros y hay que empezar todo de nuevo¡±, explica. La otra f¨®rmula, que reconoce que es m¨¢s cara, es el desahucio por precario: ¡°En este desahucia a qui¨¦n est¨¦ y tarda menos de cinco meses el proceso, en el otro caso puede ser m¨¢s de un a?o¡±.
El pr¨®ximo septiembre est¨¢ prevista una nueva reuni¨®n para analizar el seguimiento del problema, aunque el asunto se debatir¨¢ antes en la pr¨®xima Junta Local de Seguridad, donde reclamar¨¢n la implicaci¨®n de la Delegaci¨®n del Gobierno y de la Comunidad de Madrid.
Usurpaci¨®n, un delito con baja condena
La okupaci¨®n de una vivienda o de un local est¨¢ tipificada en el C¨®digo Penal como usurpaci¨®n de un inmueble, seg¨²n recoge el art¨ªculo 245. Se trata de uno de los delitos con menos carga penol¨®gica de este texto legal.
El primer apartado del art¨ªculo recoge que, si se utiliza la violencia o la intimidaci¨®n para ocupar un bien inmueble, podr¨¢ ser condenado a una pena de prisi¨®n de uno a dos a?os. Esta condena debe fijarse ¡°teniendo en cuenta la utilidad obtenida y el da?o causado¡±. El p¨¢rrafo segundo del 245 reduce la condena a penas de tres a seis meses de multa si se okupa un inmueble, vivienda o edificio que no constituyan una morada.
Los procesos por estas okupaciones suelen ser largos, ya que debe ser la propiedad la que denuncia el delito en la comisar¨ªa o en el juzgado. La polic¨ªa no puede actuar de oficio. Una vez que llega ante la autoridad judicial, es necesario llamar a todas las partes. La instrucci¨®n puede demorarse meses o a?os, a lo que se suma despu¨¦s la celebraci¨®n del juicio, la sentencia y su ejecuci¨®n.
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