El desalojo definitivo de Patio Maravillas
El colectivo desaparece tras diez a?os en los que ha okupado varios edificios de la capital
En julio de 2007, durante la Semana de la Lucha Social, varios colectivos okuparon un edificio en la calle del Acuerdo. La okupaci¨®n temporal se convirti¨® en definitiva y de ah¨ª surgi¨® Patio Maravillas, un colectivo social que, desde entonces, ha okupado otros seis inmuebles de la capital, de los que ha sido desalojado. Ahora, han decidido echar el cierre al no encontrar una sede fija para su proyecto.
¡°Por nuestros edificios pasaban cada semana 2.000 personas. Hab¨ªa cultura, pol¨ªtica y lucha social. Otros ven¨ªan a hacer yoga o a arreglar la bicicleta. Se pod¨ªa hacer de todo y todo gratis¡±, explica Ana Sierra, portavoz de Patio Maravillas. El modelo de centros sociales ya exist¨ªa, pero con Patio Maravillas evolucion¨®. ¡°Quisimos cambiar la imagen de centros okupados oscuros. Hubo que darle una vuelta para transformar la sociedad y generar un espacio de encuentro¡±, a?ade.
Estuvieron en ella tres a?os, hasta que fueron desalojados. Luego okuparon un edificio en la calle del Pez, donde permanecieron cinco a?os, hasta junio de 2015. Desde entonces han ido vagando por diferentes inmuebles (todos en Malasa?a) sin encontrar un hogar definitivo. Ese fue el detonante para que el 16 de junio el colectivo difundiera un comunicado anunciado que se disolv¨ªa a partir de julio. ¡°Despu¨¦s de dos a?os intentando mantener el proyecto vivo, desde el desalojo en Divino Pastor no nos ha salido bien lo de tener otra sede¡±, alega Sierra. En abril, cuatro concejales de Ahora Madrid ya abandonaron el pleno que vot¨® a favor de convertir dicho inmueble en 14 apartamentos tur¨ªsticos.
Ceder un espacio
¡°Ha habido ofrecimientos del Ayuntamiento (para ceder un espacio), pero se han quedado en papel mojado¡±, precisa Sierra. La activista subraya que incluso visitaron un edificio en la calle de Alberto Aguilera. ¡°Pero el Ayuntamiento ha decidido que los okupas no somos dignos para ese espacio¡±, dice. En su despedida, el colectivo advirti¨® de que ¡°no hay pol¨ªtica sin territorio y al Patio le han arrebatado el suyo¡±. Adem¨¢s, se acusa a las instituciones y ¡°a la nueva pol¨ªtica¡± de no haber sabido reconocer el aporte que, dicen, han realizado a la ciudad. ¡°Todo se ha desinflado, por eso el d¨¦cimo aniversario nos parec¨ªa una fecha simb¨®lica para terminar con todo. El Patio merece una muerte digna, no ir muriendo poco a poco¡±, reflexiona Sierra.
¡°El 15-M fue una sacudida. No surgi¨® del Patio, pero nos volcamos completamente. Cuando se levanta el campamento, se recoge una ola de indignaci¨®n y hay un cambio de paradigma¡±, sostiene Sierra. La portavoz del colectivo social explica que en Patio Maravillas hubo personas que han dado el salto institucional, pero que la organizaci¨®n se qued¨® en retaguardia ¡°con una postura cr¨ªtica¡± aunque el nuevo equipo de Gobierno de Manuela Carmena fuese af¨ªn. ¡°El asalto municipalista no era un proyecto del Patio, pero sirvi¨® para ello¡±. Algunos de los concejales actuales, como Celia Mayer y Guillermo Zapata, estuvieron en su d¨ªa vinculados al movimiento, pero ambos han declinado responder a este peri¨®dico.
Patio Maravillas, sobre todo, era un espacio de encuentro. As¨ª lo atestiguan los miembros de la asociaci¨®n Graba tu Pleno, una asociaci¨®n que lucha por el derecho a grabar los plenos de los Ayuntamientos de toda Espa?a. El 13 de diciembre de 2014, el colectivo okupa les cedi¨® su espacio para celebrar all¨ª su primera asamblea nacional, que reuni¨® a una treintena de personas procedentes de todo el pa¨ªs. Era una pr¨¢ctica habitual, por eso este centro autogestionado ha sido un referente cultural que ha servido para cambiar el paradigma pol¨ªtico de la capital.
Mario Cu¨¦llar, presidente de Global¨ªzate, una asociaci¨®n ambientalista, resume su impresi¨®n: ¡°Patio Maravillas nos permiti¨® tener un espacio donde desarrollar nuestras actividades y entrar en contacto con otros movimientos sociales¡±. Exist¨ªa un taller de bicicletas, un laboratorio de activismo y una cafeter¨ªa con la que se financiaba, entre otras cosas. ¡°Hab¨ªa proyectos de autoempleo y del colectivo salieron cooperativas¡±, dice Sierra. Tambi¨¦n se hac¨ªan talleres, como el de Los Violines Verdes. ¡°Cuando llegu¨¦ hab¨ªa que pelearse con la partitura. Luego comenzamos a dar clases, pero la relaci¨®n no era la t¨ªpica de maestro-alumno. T¨² aprend¨ªas de alguien y luego ense?abas al siguiente¡±, dice un integrante del grupo de cuerda. Otro usuario avanza: ¡°Ahora se va a montar una cosa nueva, un colectivo mucho m¨¢s grande que el anterior¡±.
Una fiesta por su aniversario
De julio de 2007 a julio de 2017. Los diez a?os de Patio Maravillas han servido para alumbrar una nueva generaci¨®n de centros sociales, dice su portavoz, Ana Sierra: "Por el Patio han pasado miles de personas que estaremos haciendo Patio all¨¢ donde estemos. Termina el proyecto, pero no su esp¨ªritu". Para culminar el proceso, se van a recopilar archivos relacionados con el centro social, desde fotos hasta v¨ªdeos pasando por textos y carteles. Se les buscar¨¢ una ubicaci¨®n "para que siga siendo ¨²til". La despedida definitiva ser¨¢ los d¨ªas 7 y 8 de julio, coincidiendo con el d¨¦cimo aniversario de su creaci¨®n. Habr¨¢ una ronda de ca?as, un tour por los edificios okupados de la capital, una entrega de premios y conciertos en la plaza de las Comendadoras.
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