Los rebeldes de Barcelona¡¯92

¡°Una cr¨ªtica equival¨ªa a un boicot a la ciudad ol¨ªmpica¡±. La frase aparece en el ep¨ªlogo del n¨²mero de noviembre de 1992 de la revista Carrer, ¨®rgano de la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB). Aquel n¨²mero de Carrer fue un sonado memorando sobre la lucha vecinal que se produjo en distritos del litoral, en los barrios afectados por la construcci¨®n de las rondas, por la fiebre hotelera y por la Villa Ol¨ªmpica, entre otros. Pero no solo las entidades vecinales fueron acusadas de querer mancillar el sue?o ol¨ªmpico; hubo otros colectivos rebeldes que plantaron cara.

S¨ªmbolo de la oposici¨®n a los Juegos fue el poema visual de Joan Brossa Contrafigura ol¨ªmpica: Brossa imprimi¨® la imagen de Nosferatu de Murnau cubri¨¦ndose el rostro con la estrella de La Caixa. La cr¨ªtica al boom inmobiliario que gener¨® el acontecimiento sum¨® otros notables personajes, como Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, que tambi¨¦n destac¨® por su implicaci¨®n en defensa de los detenidos en la llamada Operaci¨®n Garz¨®n. El exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n orden¨® la detenci¨®n de 45 personas acusadas de estar vinculadas a dos atentados fallidos de Terra Lliure, en junio de 1992. 15 detenidos denunciaron torturas y partidos de la izquierda catalana y figuras de la sociedad civil se movilizaron durante los Juegos para denunciar los abusos de una operaci¨®n que consideraban desproporcionada. El Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo conden¨® al Estado espa?ol en 2006 por no haber investigado las denuncias por torturas.

Joaquim Forn, nombrado este julio consejero de Interior de la Generalitat, form¨® parte del movimiento Freedom for Catalonia que en 1989, durante la inauguraci¨®n del estadio ol¨ªmpico, organiz¨® la pol¨¦mica pitada al rey Juan Carlos. En Freedom for Catalonia hab¨ªa nombres de las juventudes de la difunta Converg¨¨ncia ¡ªCDC¡ª que alcanzar¨ªan la primera l¨ªnea pol¨ªtica, como Oriol Pujol, David Mad¨ª o Francesc Homs. Freedom for Catalonia distribu¨ªa propaganda, protagonizaba actos entorno al relevo de la antorcha ol¨ªmpica y en otras convocatorias populares. 25 a?os despu¨¦s, Forn asegura que nunca tuvieron como objetivo da?ar la imagen de los Juegos: ¡°Busc¨¢bamos un equilibrio entre la reivindicaci¨®n de la identidad catalana y el ¨¦xito de los Juegos. No ¨¦ramos contrarios a ellos precisamente porque de su ¨¦xito depend¨ªa vendernos al mundo¡±.

Presiones al COI

Josep Mir¨® i Ard¨¨vol era presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Catal¨¢n (COC) y comparti¨® la primera fila del activismo nacionalista junto a nombres hoy tan relevantes como el presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi S¨¤nchez, por entonces portavoz del colectivo La Crida. El COC, La Crida o Acci¨®n Ol¨ªmpica eran grupos que encabezaron la presi¨®n al Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) para conseguir que el COC fuera reconocido oficialmente y para catalanizar cuantos m¨¢s aspectos de los Juegos, mejor. Mir¨® coincide con Forn: ¡°No se quer¨ªa boicotear los Juegos, no quer¨ªamos ponernos al COI en contra; se trataba de jugar con una presi¨®n tolerable¡±. El temor al boicot lo puso sobre la mesa el mismo president Jordi Pujol, que en un consejo nacional de CDC de mayo de 1992 advirti¨® a sus militantes que ¡°no tomen parte en acciones de boicot¡±. El momento m¨¢s tenso se produjo aquel mes de mayo, seg¨²n el relato de John Hargreaves en el libro Freedom for Catalonia? (Cambridge University Press) cuando La Crida, ?mnium Cultural y Acci¨® Ol¨ªmpica enviaron una carta-ultim¨¢tum al COI en la que amenazaban con manifestaciones durante los Juegos si no aceptaban sus exigencias.

Josep Llu¨ªs Vilaseca, quien fuera Secretario de Deportes de la Generalitat, recuerda que la unanimidad a favor de los Juegos entre los partidos en el Parlament y en el Ayuntamiento era total. Preguntado qu¨¦ oposici¨®n a los Juegos fue para ¨¦l m¨¢s inesperada, Vilaseca responde que la que se encontr¨® entre el profesorado y el alumnado de la Facultad de Ciencias de la Actividad F¨ªsica y el Deporte (antes conocida como INEF) de Barcelona. Jos¨¦ Antonio Sancha, exdirector de INEF Barcelona durante 15 a?os, subraya que las cr¨ªticas eran de fondo ideol¨®gico: ¡°Lo rechazaban porque era deporte de competici¨®n, porque lo vinculaban a una herramienta de manipulaci¨®n pol¨ªtica y a la propaganda franquista¡±. Sancha evoca que en INEF se convocaron charlas contra los Juegos y se ¡°envenen¨® el ambiente¡±. Sancha concluye que la presencia de un socialista como Josep Miquel Abad al frente del COOB fue clave para cambiar la situaci¨®n: ¡°Al final todos se subieron al carro ol¨ªmpico. De hecho, fueron los m¨¢s ol¨ªmpicos de todos¡±.