?Nos pinchan las ruedas!
Sea cual sea su ideolog¨ªa, le va a tocar hacer cola en el Prat, los guardas no dejan pasar antes a los amantes de la unidad de Espa?a
Hace un mes, Mar¨ªa Dolores de Cospedal nos recordaba que las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil est¨¢n para garantizar la integridad de Espa?a por tierra, mar y aire. Cospedal, a quien recordaremos siempre por aquella maravillosa explicaci¨®n de la indemnizaci¨®n en diferido del tesorero del PP, esta vez fue clara, a la altura del desaf¨ªo independentista. Alguien ten¨ªa que decirlo, que estaba en la celebraci¨®n del 40 aniversario de la creaci¨®n del ministerio de Defensa.
Es una obviedad, no hac¨ªa falta que Cospedal fuese tan expl¨ªcita. Por tierra, llevamos a?os pagando peajes de todo tipo, las carreteras de este pa¨ªs llevan a?os de retraso, la paralizaci¨®n de t¨²neles y enlaces frena el desarrollo econ¨®mico. Entendemos que la unidad de Espa?a consiste en torpedear la econom¨ªa catalana, en mantener la desigualdad de peajes y de rescates y en desinversi¨®n ferroviaria. Todo sea por la patria.
Por mar, qu¨¦ podemos decir si la gesti¨®n de los puertos se hace desde Madrid, si se obstaculiza de manera consciente y programada el corredor mediterr¨¢neo, hasta el extremo de perjudicar tambi¨¦n la econom¨ªa valenciana. Si hasta llegan a premiar con una millonada al empresario que ha sido capaz de causar terremotos en la costa catalana. Rozamos la genialidad, ?han llegado a provocar terremotos! A tierra, mar y aire le han a?adido el subsuelo.
Como faltaba la defensa de la unidad de Espa?a a trav¨¦s del aire y Cospedal es castellana recia, mujer de palabra, tenemos servido el culebr¨®n del Prat en el que encaja todo de tal manera que sobrepasamos la conspiraci¨®n. Es el desastre habitual, planificadamente habitual, si han provocado terremotos, no van a chapucear unas concesiones. La humillaci¨®n que tiene que soportar el aeropuerto m¨¢s rentable no es casual. No quiero decir que sea un contubernio, que puede que tambi¨¦n, digo que viendo como tratan las diferentes concesiones de seguridad, de personal de tierra y de servicios, lo raro es que no pase m¨¢s a menudo.
Ay, la unidad de Espa?a, cu¨¢nto cuesta mantenerla¡ Hay que pagar a Eulen, a Adif y a Florentino P¨¦rez. Hay que pagar tanto y tantas cosas¡ El f¨²tbol, por ejemplo, hay que pagar la imposibilidad de tener selecciones nacionales a toda costa, aunque sea soportando una Federaci¨®n Espa?ola corrupta y en la Liga las salidas de tono de un ex militante de Fuerza Nueva. Por supuesto, tenemos que pagar un Instituto Cervantes, una Televisi¨®n Espa?ola y cualquier instituci¨®n cultural que ningunee y desprecie todo lo que no se exprese en el idioma que supuestamente nos une. Ah, y hay que pagar el cupo vasco, a escote, entre todos. Un estado que se las da de igualitario ante la diversidad, que se las cree moderno y liberal paga religiosamente un cupo foral y decimon¨®nico que privilegia unos territorios sobre los dem¨¢s. De manera escandalosa y da?ina, adem¨¢s.
Pueden salir todos los catedr¨¢ticos constitucionalistas a endosarnos sus art¨ªculos y a decirnos que es la m¨¢s avanzada y la m¨¢s progresista, pero si la base del ordenamiento jur¨ªdico es la Constituci¨®n Espa?ola, o la Constituci¨®n es un churro, o lo es el ordenamiento jur¨ªdico. Sea como sea, la Constituci¨®n se ha convertido en la amenaza de tierra, mar y aire o en papel mojado, depende de lo que interese.
Eso, en Catalu?a, sirve para independentistas, federalistas (alguno debe haber), unionistas ac¨¦rrimos, constitucionalistas, tibios del ni s¨ª ni no y revolucionarios. Sirve para todos, de verdad, compru¨¦benlo. Sea cual sea su ideolog¨ªa, le va a tocar hacer cola en el Prat, los guardas no dejan pasar antes a los amantes de la unidad de Espa?a. Y, aunque uno sea muy constitucionalista, el tren sigue yendo fatal, porque en ¨¦l tambi¨¦n van independentistas. Se puede ser defensor a ultranza del castellano en la escuela y sufrir la intervenci¨®n de un estado que impide nuevas contrataciones de profesores, que lo de ser catal¨¢n va por empadronamiento. Es m¨¢s, dir¨ªa que hay votantes del PP a quienes Castor les ha movido la casa, que es lo que tienen los terremotos, que no preguntan.
Que mira, si la unidad de Espa?a fuese lo maravillosa que dicen que es, si la Constituci¨®n fuese el dechado de virtudes que nos cuentan, si los sucesivos gobiernos nos hubiesen querido como dicen que nos quieren por tierra, mar y aire, ?qui¨¦n en su sano juicio desear¨ªa la independencia?
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