Los vigilantes de El Prat rechazan el acuerdo y mantienen la huelga indefinida a partir del lunes

Pese al ultim¨¢tum lanzado por el Gobierno central, los trabajadores votaron no al aumento salarial aceptado por Eulen y mantienen el pulso que amenaza con provocar una situaci¨®n de colapso en El Prat. En la asamblea participaron 187 de los 350 empleados de los controles de seguridad. El no se impuso de forma masiva, con 150 votos frente a 36 del s¨ªy un voto nulo.

De la Serna justific¨® la intervenci¨®n del Gobierno con el fracaso de las dos negociaciones anteriores. El ministro dijo que ya hab¨ªa hecho una petici¨®n formal a la Abogac¨ªa del Estado para que redacte un informe que pueda ir al Ministerio de Empleo; y de este al Consejo de Ministros, el responsable de dar el paso definitivo para obligar a los huelguistas a volver al trabajo y nombrar un ¨¢rbitro que dirima el conflicto. En principio, no estaba previsto que el Consejo se re¨²na en agosto, pero el presidente, Mariano Rajoy, ya dijo que se podr¨ªa convocar el d¨ªa 16 para abordar la tensi¨®n separatista en Catalu?a La propuesta del ¨¢rbitro, avis¨® el ministro, ¡°tendr¨¢ car¨¢cter vinculante para las partes¡±.

Con la votaci¨®n, se abre un panorama incierto. En primer lugar, para los pasajeros de El Prat, que desde el pasado 24 de julio sufren las consecuencias del conflicto y han tenido que soportar largas colas en los controles. Ahora, los pasajeros afrontan una huelga indefinida en una de las ¨¦pocas del a?o con mayor tr¨¢fico a¨¦reo. En segundo lugar, para el Gobierno, que deber¨¢ gestionar no ya unos paros parciales, sino una huelga indefinida.

Las consecuencias tambi¨¦n las afrontar¨¢n los propios trabajadores, que seguir¨¢n buscando mejoras a sus condiciones pero con una espada de Damocles sobre la cabeza: la advertencia de De la Serna de que impulsar¨¢ el laudo arbitral y de que la Guardia Civil se har¨¢ cargo de los filtros de seguridad en las dos terminales del segundo aeropuerto espa?ol.

Las amenazas de De la Serna no han servido para calmar el ¨¢nimo de los vigilantes de seguridad, sino m¨¢s bien lo contrario. ¡°La actitud del ministro ha sido arrogante, sus amenazas est¨¢n fuera de lugar¡±, dijo Leopoldo Garc¨ªa Quinteiro, abogado del comit¨¦ de huelga de Eulen, al t¨¦rmino de la votaci¨®n, que se produjo en un centro c¨ªvico de El Prat de Llobregat cercano al aeropuerto. Por la ma?ana, en plena incertidumbre por los resultados, Puri Infante, miembro del comit¨¦ de huelga, hab¨ªa advertido ya sobre las ¡°coacciones¡± del ministro. ¡°Esto se podr¨ªa haber solucionado mucho antes. Ahora se preocupa por tumbar una huelga, que es un derecho constitucional¡±, denunci¨®.

El pasado jueves, los trabajadores rechazaron ya la propuesta ofrecida por la Generalitat, que ejerce de mediadora en el conflicto, en su aspecto econ¨®mico. La propuesta supone un incremento salarial de 200 euros al mes en 12 pagas. Fuentes del comit¨¦, sin embargo, se?alan que esa es solo una parte de la verdad. En especial, para los vigilantes veteranos, que seg¨²n ese acuerdo ven suprimidos dos pluses que cobraban cuando fueron contratados por Prosegur. En junio del a?o pasado, Aena adjudic¨® a otra empresa, la multinacional Eulen, el control de seguridad en el aeropuerto.

Los trabajadores subrogados de Prosegur ¡ªque ten¨ªan mejores condiciones laborales con esa compa?¨ªa¡ª son los que han decantado el sentido de la votaci¨®n. Muchos de ellos ocupan su puesto en el aeropuerto desde 2009, cuando se inaugur¨® la nueva terminal, la T1. Es el caso de Francesca, que por la tarde se acerc¨® al centro c¨ªvico para anunciar su voto negativo. ¡°Lo de los 200 euros se ha explicado mal. Al quitarnos los pluses de Aena, el aumento en realidad es de 100 euros brutos. As¨ª que no vale la pena¡±, explic¨® la vigilante, que asegur¨® no tener ¡°ning¨²n miedo¡± al ultim¨¢tum lanzado por el Gobierno.

La votaci¨®n clave del domingo coincidi¨® con una nueva jornada de paros parciales (la quinta). Las colas en los controles de seguridad por la ma?ana fueron, sin embargo, menores que en d¨ªas precedentes. Los pasajeros tuvieron que esperar un m¨¢ximo de 30 minutos para atravesar el arco de seguridad en las dos terminales (T1 y T2) del segundo aeropuerto espa?ol. Una de las causas de esa relativa tranquilidad pese a la huelga fue la presencia -cada vez m¨¢s ostentosa- de agentes de la Guardia Civil, que desarrollaron tareas de control de equipajes y supervisaron las tarjetas de embarque junto al personal privado de Eulen.

Como ha sido habitual desde que estall¨® el conflicto laboral -el 24 de julio-, la mayor concentraci¨®n de pasajeros se ha producido a primer¨ªsima hora de la ma?ana. Conscientes de que podr¨ªan producirse retenciones, los viajeros se presentaron en las terminales con m¨¢s de las dos horas de antelaci¨®n aconsejadas. Esa precauci¨®n extrema, unida al elevado tr¨¢fico a¨¦reo propio de un fin de semana de agosto, provoc¨® colas voluminosas a las cinco de la ma?ana. El tr¨¢fico, adem¨¢s, no para de crecer en El Prat: 22,1 millones de pasajeros (un 8,5% m¨¢s) en el primer semestre del a?o, seg¨²n dio a conocer el Consejo Internacional de Aeropuertos.