¡°Prefiero la compa?¨ªa de los perros a la de las personas¡±

Durante 20 a?os trabaj¨® como jardinero en Sabadell, pese a que pronto descubri¨® que lo suyo no eran las plantas, sino los animales, y que con ¨¦l no iban los horarios ni la disciplina de un trabajo r¨ªgido. Por eso, Juan Carlos Agudo P¨¦rez (Ourense, 1974) decidi¨® dejarlo y marcharse a su casa, en el barrio barcelon¨¦s del Clot, en el distrito de Sant Mart¨ª, donde vive con sus padres. Eso ocurri¨® hace unos cuatro a?os, los mismos que lleva con su nueva actividad que si le llena plenamente: la de cuidar perros. Los tres suyos: la d¨¢lmata Dana, el pastor espa?ol Yingo (el jefe de la manada) y el mestizo Sendo, que ha adoptado hace unos dos meses, ante la imposibilidad de que sus due?os se hicieran cargo de ¨¦l. Pero tambi¨¦n los perros de los dem¨¢s, sobre todo, los de sus vecinos de barrio, con los que coincide en los parques y pipicanes como el del Clot de la Mel en el que, a diario, juegan, corren y gastan energ¨ªas, un buen n¨²mero de canes que arrastran a sus voluntariosos due?os una media de tres veces al d¨ªa.

¡°Empec¨¦ cuando un amigo que ten¨ªa una tienda de animales me dijo que ten¨ªa un don especial¡±. Un don, una habilidad o, simplemente, buena mano. Agudo es una persona afable, tranquila y poco habladora, que controla con su mirada y sus gestos a los perros que tiene a su alrededor. ¡°La gente se ha enterado por el boca oreja y cada vez son m¨¢s los que me piden que cuide a sus perros; una ma?ana, un d¨ªa o una semana, como ahora por agosto. Tengo lista de espera¡±.

Agudo, que remarca que no lo hace por dinero y s¨ª porque ¡°prefiero la compa?¨ªa de los perros a la de las personas, ya que tenemos mucho que aprender de ellos¡±, no acepta a ning¨²n perro si no acaba llev¨¢ndose bien con los suyos. ¡°Primero se han de conocer. Puede haber choques¡±, asegura sonriente. Pasea a los perros y los acoge en su casa donde campan a sus anchas, sobre todo por la terraza. ¡°Pueden ir y olerlo todo, excepto la habitaci¨®n de mis padres, pero nunca se quedan solos¡±.

El adiestramiento y la modificaci¨®n de malas conductas: ladridos y comportamientos agresivos o problem¨¢ticos, como comerse los muebles o la ropa, es una actividad de moda, tras protagonizar varios programas de televisi¨®n en los que los expertos perrunos luchan por corregir estas anomal¨ªas; la mayor¨ªa provocadas por las conductas tambi¨¦n err¨®neas de sus due?os. ¡°Mi referencia es Cesar Mill¨¢n, porque fue el primero y por la forma que maneja a los animales¡±, asegura Agudo, pese a que mantiene que no sigue ninguno de estos programas. ¡°Soy autodidacta¡±, dice con rotundidad. A ¨¦l, de hecho, le gustar¨ªa profundizar en la psicolog¨ªa canina, ¡°subir un escal¨®n m¨¢s¡±, y acabar trabajando como adiestrador canino.

Gallego de nacimiento, a los seis a?os se traslad¨® de su tierra natal a Barcelona para vivir con sus padres adoptivos. ¡°No creo que eso tenga nada que ver con mi amor a los animales y de haber adoptado a mis tres perros¡±, dice sonriendo. En cuanto al dilema de comprar o adoptar perros Agudo lo tiene claro: ¡°es lo mismo, pero recomendar¨ªa que antes de hacerse con un perro de la forma que sea que piensen en el animal; no es lo mismo un chiguagua que un bulldog. Un perro no es un juguete que atiende a modas, que suple unas necesidades, da compa?¨ªa o sirve para presumir. Antes de tener un perro hay que comprender al animal y saber cu¨¢les son sus necesidades y tener en cuenta que va a vivir unos 13 o 14 a?os¡±.

Con todo, lo que m¨¢s le exaspera son los perros mimados y los due?os que los tratan como si fueran hijos suyos. ¡°A los animales no hay que protegerlos tanto. Son animales, no seres humanos, no pasa nada porque un perro tenga fr¨ªo o calor en la calle¡±. Tampoco entiende lo de la custodia compartida de perros en caso de separaciones de parejas: ¡°est¨¢n jugando con el animal¡±, asegura.

Personalmente, Agudo, en estos momentos, est¨¢ soltero, ¡°pero he tenido novias, que quede claro¡±. ?Y si su pareja le obligara a escoger entre ella o los perros? ¡°No pasar¨¢ porque mi pareja tiene que ser igual que yo en este tema¡±, remacha.