Sonrisas impuras
El clarinetista estrena un quinteto cada vez m¨¢s plural y mestizo a lo largo de una semana completa en el Central
Mastretta en el Central: a eso se le llama jugar sobre seguro. Hay pocos m¨²sicos tan disfrutones sobre el escenario como el c¨¢ntabro; muy pocos que irradien esa indisimulada felicidad con la m¨²sica entre las manos. Y casi ninguno que se maneje tan bien en las distancias cortas, que ¨¦l ya se encarga de convertir en milim¨¦tricas: empez¨® este s¨¢bado el concierto entre el p¨²blico y termin¨® el primer pase saliendo directamente a la calle. Con su nuevo fichaje, el espl¨¦ndido guitarrista y cantante caraque?o Augusto Bracho, m¨¢s en papel de instigador que de mero cooperador necesario.
Desde siempre ha ejercido Nacho Mastretta como verso libre, pero sigue reformul¨¢ndose cada cierto tiempo. Ha aprovechado esta semana para exhibir sus nuevas debilidades, menos peninsulares y m¨¢s latinoamericanas, no tan cercanas a las orquestinas populares como impregnadas por el aroma caribe?o que Bracho imprime a la coalici¨®n. Mastretta se circunscribe ahora al formato de quinteto, frente a los ocho efectivos de hace nada; alterna clarinete con piano, arm¨®nica y (fant¨¢sticas) segundas voces, y hasta relaja el vestuario. Adi¨®s al traje ce?ido, hola al sombrero de paja y la camisa blanca por fuera del pantal¨®n.
Los cinco moldean un esfuerzo cada vez m¨¢s colaborativo y se interesan antes por transmitir que por trascender. A Nacho ni siquiera le importa asistir a un mano a mano compositivo entre Bracho, sabrosura candente, y la violonchelista Marina Sor¨ªn, m¨¢s cantautora y amiga del comp¨¢s ternario. A la fiesta tambi¨¦n se unen el bater¨ªa Coque Santos, madrile?o con un ojo en Brasil, y el contrabajista Pablo Navarro, padre de una fantas¨ªa de jazz latino que desemboca, contra pron¨®stico, en La tarara. Puede que haya algo de mestizo en el resultado, de totum revolutum. Pero las sonrisas impuras siempre dieron m¨¢s gustirrin¨ªn que las solemnidades de punta en blanco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.