Los 4.500 espejos de un traje de Cirque du soleil

4.500 pedazos de vidrio y espejos fueron necesarios para crear el hombre de cristal, una figura resplandeciente que emana del suelo y que emula a los minerales. Se trata de un personaje nacido del universo del Circo del Sol que pisar¨¢ suelo madrile?o a partir del 10 de noviembre, cuando el nuevo espect¨¢culo de la compa?¨ªa canadiense llegue a la ciudad. Por ahora, se puede disfrutar de este brillante traje y de otros muchos en la exposici¨®n Totem detr¨¢s de la escena, que estar¨¢ en el centro cultural Galileo hasta final de septiembre.

Totem narra la historia de la evoluci¨®n humana, desde la forma anfibia hasta el deseo de volar. El equipo art¨ªstico encargado de generar todo un mundo dentro de la gran carpa blanca del Circo del Sol se inspir¨® en un sinf¨ªn de elementos para recrear este recorrido, desde vistosas ranas tropicales, pasando por los carater¨ªsticos colores y tocados de las tribus africanas, e incluso la estilizada forma de las mariposas. El escen¨®grafo del proyecto, Carl Fillion, cuenta frente a algunos de los trajes c¨®mo se plante¨® este espect¨¢culo: "Desde el principio conceb¨ª la escenograf¨ªa como algo org¨¢nico, por eso pr¨¢cticamente es todo curvo, como en la naturaleza".

El escen¨®grafo desvela algunos de los secretos del modus operandi de la compa?¨ªa circense. Como por ejemplo que cuenta con un equipo de investigaci¨®n que recorre el mundo en busca de n¨²meros acrob¨¢ticos nuevos. Son como una especie de ojeadores. "Nos presentan una selecci¨®n y cuando finalmente elegimos los definitivos tenemos lo que se llaman el esqueleto acrob¨¢tico, que es lo que marcar¨¢ el ritmo del espect¨¢culo. Suelen ser ocho o nueve". Casi en paralelo se sigue desarrollando el concepto y se empiezan a probar diferentes ideas: "Hay mucho de prueba y error".

Fillion habla perfectamente el idioma: "Primero porque me cas¨¦ con una espa?ola y despu¨¦s porque viv¨ª siete a?os en Madrid". Cuenta que gran parte de la elaboraci¨®n de este trabajo la llev¨® precisamente en esta ciudad. Es el segundo espect¨¢culo de Cirque du soleil en el que participa, aunque el primero que se concibi¨® para que se desarrollara en la carpa. La compa?¨ªa tambi¨¦n crea cada a?o algunos proyectos espec¨ªficos de menor envergadura para teatros o al aire libre. "Tuve mucha suerte al poder meterme en un proyecto as¨ª, a veces tienes que salir un poco y mirar desde fuera lo que est¨¢s haciendo", asegura.

La muestra incluye tambi¨¦n trajes y carteles de otros espect¨¢culos y permite conocer algo del d¨ªa a d¨ªa de una empresa que solo en la sede central de Montreal emplea a 1.500 empleados. Una t¨¦trica pared muestra, por ejemplo, los moldes de las cabezas que el equipo de vestuario utilizaba hasta hace dos a?os para dise?ar pelucas, postizos o sombreros. Lo de las cabezas cortadas se acab¨® en 2015, cuando empezaron a utilizar programas de ordenador.

Totem detr¨¢s de la escena, en el centro cultural Galileo hasta el 24 de septiembre. Entrada gratuita.