La resurrecci¨®n de Franco

Nos metimos en el t¨²nel del tiempo y ahora estamos llegando ya al franquismo, a la ley Fraga, la censura previa y el Estado de Excepci¨®n de 1969. Lo dice el presidente rebelde y lo aplauden incluso algunos intelectuales de los que lo vivieron. El hispanismo rom¨¢ntico, sobre todo period¨ªstico, tambi¨¦n se apunta. ?Qu¨¦ m¨¢s f¨¢cil de entender para un lector despistado que aquella famosa Espa?a eterna, la de la guerra civil y de Franco, nunca se fue y que la transici¨®n, la democracia y el ¨¦xito de paz, prosperidad y apertura al mundo eran cuentos de hadas o meras an¨¦cdotas vol¨¢tiles?

Finalmente, ten¨ªan raz¨®n las casandras de dentro y de fuera que dec¨ªan que la democracia no pod¨ªa echar ra¨ªces en Espa?a de ninguna manera, quienes se extra?aban de ver a Carrillo, Pasionaria y Alberti sentados en los esca?os del Congreso de los Diputados y a Tarradellas en el Palau de la Generalitat. La ten¨ªan tambi¨¦n todos los perdedores de aquella transici¨®n, quienes nunca quisieron aceptar la Constituci¨®n ni despu¨¦s la autonom¨ªa. Y la tienen, faltar¨ªa m¨¢s, los j¨®venes de hoy todav¨ªa indignados con el mundo que han recibido, sin Uni¨®n Sovi¨¦tica, sin ideolog¨ªas y con el reto de inventarse un horizonte revolucionario sin la clase proletaria que ten¨ªa que hacer las revoluciones, seg¨²n el manual marxista al uso.

He aqu¨ª, pues, que todo era todo mentira. Que la verdad de Espa?a era el 23F, recreado ahora en los guardias civiles de paisano que registran imprentas y oficinas de peri¨®dicos y digitales buscando papeletas y urnas. Podemos respirar tranquilos, porque de nuevo todo est¨¢ en orden. Las esencias de todo tipo vuelven a su sitio: la Espa?a reaccionaria, la Catalu?a democr¨¢tica y republicana, la derecha infame, la izquierda mitificada.

Lo dicen los informativos de televisi¨®n y los peri¨®dicos, lo escriben los columnistas y lo predican los pol¨ªticos secesionistas: Franco ha resucitado. Ahora no censura art¨ªculos, sino que impide la publicaci¨®n de la publicidad del plebiscito secesionista del 1-O. No disuelve manifestaciones y asambleas, sino que cierra servidores de internet y entrega citaciones y conminaciones dentro de las oficinas de imprentas y peri¨®dicos digitales para que no difundan los anuncios de la convocatoria. No detiene, incomunica y tortura estudiantes y obreros, sino que convoca a alcaldes y cargos pol¨ªticos a declarar ante el juez. Pero no importa, todo el mundo se estremece horrorizado: Franco ha resucitado.

Hay que decir que todos estos esfuerzos, tan convenientes para la internacionalizaci¨®n del conflicto, encuentran una buena confirmaci¨®n en las amenazas del fiscal general del Estado, Jos¨¦ Manuel Maza; de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa; y sobre todo del presidente Mariano Rajoy. El dirigente del PP catal¨¢n, Xavier Garc¨ªa Albiol, ya no cuenta en esta fase pero fue el aut¨¦ntico precursor. Los cuatro tienen asegurada la Cruz de Sant Jordi como m¨ªnimo por los servicios prestados a la independencia de Catalu?a con su prodigiosa capacidad para hacer exactamente lo que sus adversarios hab¨ªan calculado como la jugada ¨®ptima que esperaban. Todo lo que perdieron en el desastre de la pitada al Rey y Rajoy en la manifestaci¨®n contra el terrorismo o a¨²n m¨¢s en las dos sesiones vergonzosas del parlamento, lo han recuperado en una semana gracias a la prodigiosa inhabilidad del Gobierno de Rajoy.

No hay sorpresa alguna. Todo esto mucha gente lo ha dicho y hace tiempo, a?os, desde 2012 como m¨ªnimo. Este es un problema pol¨ªtico que debe resolverse haciendo pol¨ªtica. Est¨¢ muy bien que el Estado de derecho funcione y que los jueces hagan su trabajo, pero no es suficiente. De hecho, no sirve de nada si no se hace pol¨ªtica. Y la primera fase de la pol¨ªtica y la fundamental es la palabra.

No se trata tan solo de dialogar, que tambi¨¦n, sino de algo m¨¢s elemental. Rajoy todav¨ªa no nos ha dicho que quiere hacer con Catalu?a, adem¨¢s de boicotear el Estatuto, impugnarlo y recortarlo, y hacer que todo el peso de la ley caiga sobre quienes la transgredan. Y ya han pasado diez a?os as¨ª, con este vac¨ªo ideol¨®gico absoluto sobre Catalu?a.

Ahora, en la fase donde estamos, ya no es tiempo para reproches. Pero es que adem¨¢s, advertido desde hace cinco a?os de la necesaria respuesta pol¨ªtica a medida que sub¨ªa la apuesta catalana, nada ha hecho tampoco desde entonces y nada parece que quiera hacer aun cuando el partido est¨¢ ya avanzado y, francamente, todo hace temer una derrota y por goleada; la de todos, claro. Ahora nos dicen que hay que esperar al 2-O. ?Nadie despertar¨¢ antes, sea dentro del Gobierno o sea del PP? ?No despertar¨¢ ninguno de los que dicen apoyarlo, como son C's y PSOE? ?No despertar¨¢ la sociedad civil espa?ola?

Si nadie despierta, esta es mi quiniela para dentro de quince d¨ªas: sota, caballo, rey.

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