La bandera espa?ola en la tintorer¨ªa

Ramon Llum¨¤ era un convencido independentista en los tiempos en los que el separatismo era una minor¨ªa. Fue el primer alcalde de Solsona (Lleida) despu¨¦s de la dictadura, y permaneci¨® en el cargo durante 23 a?os por Converg¨¨ncia i Uni¨®. Rebelde y, seg¨²n cuentan, "un hombre muy especial", cada 11 de septiembre, por la Diada, respond¨ªa de la misma manera a los guardias civiles que le preguntaban d¨®nde estaba la bandera espa?ola que deb¨ªa ondear en el balc¨®n del Ayuntamiento: "La tengo en la tintorer¨ªa". Ese gesto, reivindicado ahora por los vecinos, se enmarca en las profundas ra¨ªces que el independentismo ha echado en Solsona y en la mayor parte de los pueblos de la Catalu?a central, donde el refer¨¦ndum del 1 de octubre se vive como un mero tr¨¢mite para alcanzar aquello para lo que ya est¨¢n preparados mentalmente.

No siempre fue as¨ª. En el Ayuntamiento de Solsona, una casa del siglo XVI y gruesas paredes de piedra donde la ausencia de la bandera espa?ola es ahora permanente, hay una exposici¨®n sobre Llum¨¤, fallecido el a?o pasado. En su despacho, el actual alcalde, David Rodr¨ªguez, de Esquerra Republicana de Catalunya, recuerda lo que le dijo el primer alcalde independentista hace unos a?os: "Me dijo 'no te equivoques, Solsona no es independentista".

En este municipio de casi 9.000 habitantes ha reinado siempre el catalanismo, pero, seg¨²n Rodr¨ªguez, ten¨ªa menos peso que el car¨¢cter conservador y tradicional que imprim¨ªa el obispado de Solsona: "A la gente le daba miedo el independentismo, ahora, con todo lo que est¨¢ pasando, est¨¢n cambiando de opini¨®n".

El paso al independentismo se vio reflejado en las ¨²ltimas elecciones municipales: todos los grupos en el pleno lo son (ERC, CiU, CUP), menos una concejal, del PSC, que no obstante, seg¨²n el alcalde, "entiende que la gente tendr¨ªa que votar". ?l es uno de los m¨¢s de 700 alcaldes que firmaron adhesi¨®n a la convocatoria del refer¨¦ndum del 1 de octubre suspendido por el Tribunal Constitucional y est¨¢ citado a declarar: "Abriremos los colegios le pese a quien le pese".

En el pueblo, muy conservador, ya no da miedo la independencia

Solsona, plagada de esteladas en los balcones, est¨¢ poblada por unos vecinos que dan por hecho no solo que se celebrar¨¢ el 1-O, sino que a partir de ah¨ª vendr¨¢ la independencia. La lluvia ha aguado el mercado semanal, pero en una parada de verduras Anna Maria Espelt, de 50 a?os, conversa con Mateu Roure, de 53. "Claro que iremos a votar, y ?sabes qu¨¦? La polic¨ªa no podr¨¢ hacer nada contra esto, porque seremos muchos", asegura ella. "Nuestra virtud es que nunca ha habido ning¨²n problema, ning¨²n insulto", responde Mateu, quien se queda un momento pensando: "Bueno, los de la CUP a veces se pasan tres pueblos". Unas calles m¨¢s abajo, Joan Bard¨¦s vende fuets y longanizas en una parada del mercadillo. "Est¨¢ todo muy estropeado", afirma sobre las relaciones entre Catalu?a y Espa?a: "Como m¨ªnimo tendr¨ªamos que conservar un poco de amistad".

¡°Abriremos los colegios le pese a quien le pese¡±, afirma el alcalde

Los vecinos no independentistas son reacios a dar su opini¨®n. Los de s¨ª, en cambio, est¨¢n plet¨®ricos. Es el caso de N¨²ria Casserras. Ella tiene 87 a?os, es miembro de la Asamblea Nacional Catalana y ha acudido a todas las manifestaciones. M¨¢s all¨¢ de lo que pueda pasar el 1 de octubre, que no le da ning¨²n miedo, N¨²ria tampoco est¨¢ inquieta sobre el futuro: "Si somos otro pa¨ªs tendremos m¨¢s dinero, y yo conf¨ªo mucho en el president y en la Generalitat".

Esta veterana independentista recuerda que Solsona y los dem¨¢s pueblos de la zona se posicionaron a favor del s¨ª hace ya mucho tiempo, y para ella es muy importante que los curas del obispado tambi¨¦n se hayan mostrado a favor. "Mira, aqu¨ª desde hace mucho que queremos ser un pa¨ªs distinto: mis padres ya eran independentistas, yo lo soy mucho, y mi hijo a¨²n m¨¢s, es algo que se contagia", concluye con una sonrisa de oreja a oreja.