El independentismo toma la calle en Catalu?a

Los independentistas llevaban meses trabajando para que la jornada de ayer fuese un ¨¦xito. La principal entidad civil secesionista, la Asamblea Nacional Catalana, teoriz¨® ya en marzo en documentos internos la posibilidad de convocar una huelga general con el ¨¢nimo de paralizar Catalu?a, llamar la atenci¨®n internacional y prepararse para lo que denominan ¡°movilizaci¨®n permanente¡± previa a la declaraci¨®n de independencia. Si bien el paro no fue total, s¨ª consiguieron que los transportes p¨²blicos, la Administraci¨®n, buena parte del comercio y los colegios no abrieran sus puertas.

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El mapa de incidentes en la huelga general de Catalu?a

Las im¨¢genes de la huelga

Barcelona ofrec¨ªa a primera hora de la ma?ana la imagen de cualquier d¨ªa festivo, solo alterada por las columnas de manifestantes que se dirig¨ªan al centro de la ciudad entre gritos como ¡°las calles ser¨¢n siempre nuestras¡±.

No fue una movilizaci¨®n espont¨¢nea ni improvisada. Adem¨¢s de las entidades secesionistas, la Generalitat se emple¨® a fondo para que la jornada fuera un ¨¦xito. En algunos casos, se anim¨® a los funcionarios a participar en la movilizaci¨®n y a todos se les comunic¨® que la jornada de huelga no se les descontar¨ªa del sueldo. Hacienda anunci¨® despu¨¦s que restar¨¢ de la n¨®mina el d¨ªa de huelga a los empleados p¨²blicos que la hayan secundado.

Esa conexi¨®n tambi¨¦n fue total en el Departamento de Trabajo, responsable de fijar los servicios m¨ªnimos de un paro que inicialmente solo apoyaban los sindicatos minoritarios. El Metro estuvo parado buena parte de la jornada y en las horas punta el servicio apenas llegaba al 25%, mientras que Cercan¨ªas trabaj¨® al 33% de una jornada normal. Muchas escuelas enviaron los ni?os a casa y el cartel de ¡°cerrado¡± presid¨ªa buena parte de los edificios oficiales. La Generalitat quiso demostrar que puede paralizar Catalu?a si se lo plantea.

Las manifestaciones celebradas a mediod¨ªa y a ¨²ltima hora de la tarde reunieron a miles de personas en Barcelona. La Guardia Urbana cifr¨® la asistencia a las marchas durante la jornada en 700.000 personas. Grupos estudiantiles pr¨®ximos a la CUP convocaron acampadas en el centro de la ciudad a trav¨¦s de las redes sociales. El objetivo siempre es el mismo: aumentar la presi¨®n sobre los pol¨ªticos independentistas para que no demoren m¨¢s la secesi¨®n.

La jornada mostr¨® una notoria ausencia de pol¨ªticos en Catalu?a. El Gobierno de Carles Puigdemont, comenzando por el president, estuvo desaparecido del primer plano.

Un pre¨¢mbulo

Fuentes pr¨®ximas al Govern admiten que la huelga pretend¨ªa ser un pre¨¢mbulo para mantener en alto los ¨¢nimos de las bases independentistas a la espera del siguiente paso: que el Parlamento decida los pr¨®ximos d¨ªas si aplica, y c¨®mo, la ley del refer¨¦ndum (suspendida por el Tribunal Constitucional), que prev¨¦ declarar la independencia tras acabar el recuento de los votos. Este recuento, repleto de anomal¨ªas y carente de cualquier garant¨ªa, acabar¨¢ hoy, lo que dibuja la celebraci¨®n de este pleno parlamentario a partir de ma?ana. El debate interno en el independentismo se centra ahora en si se debe aprobar una declaraci¨®n secesionista en el Parlament seguida de unas elecciones constituyentes que, de alguna manera, puedan otorgar cierta legitimidad a la separaci¨®n, o si se limitan a proclamar la independencia.

La movilizaci¨®n de ayer aun¨® a todas las facciones independentistas y sum¨® a parte de los ciudadanos indignados por las cargas policiales del domingo. La CUP, el partido antisistema que ha conducido en buena medida el proceso separatista los ¨²ltimos dos a?os, tuvo protagonismo en las manifestaciones, pero la protesta lleg¨® mucho m¨¢s all¨¢. El resto de partidos soberanistas tambi¨¦n participaron y fue relevante el apoyo de la alcaldesa barcelonesa, Ada Colau, quien jale¨® las marchas tambi¨¦n en las redes sociales.

La jornada en la capital catalana transcurri¨® sin ning¨²n incidente grave. Sin embargo, el ambiente dominante dista de las marchas festivas que han caracterizado las grandes manifestaciones independentistas, por ejemplo las Diadas desde 2012. Las protestas coincidieron con un aumento de los actos de acoso a la Polic¨ªa y la Guardia Civil. Grupos independentistas intentan expulsarlos de los hoteles donde duermen y de hecho lo han logrado en localidades como Calella (Barcelona).

La preocupaci¨®n en el Gobierno es m¨¢xima, ya que los actos de protesta coincidieron con la aparici¨®n de las primeras grietas entre los partidos nacionales que los ¨²ltimos d¨ªas hab¨ªan mantenido una posici¨®n conjunta frente al desaf¨ªo planteado en Catalu?a. El PSOE pidi¨® la reprobaci¨®n de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, por la actuaci¨®n de los agentes el domingo.

El desaf¨ªo independentista catal¨¢n

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