¡°Estar¨¢s contento con lo que ha hecho tu padre¡±
Hijos de guardias civiles se van de un instituto tras recibir reproches de dos profesores por los incidentes del domingo
La escalada de tensi¨®n que vive Catalu?a irrumpi¨® de pleno el pasado lunes en las aulas del instituto El Palau, en Sant Andreu de la Barca. ¡°Estar¨¢s contento con lo que hizo tu padre ayer¡±, le espet¨® un profesor a un ni?o a primera hora de la ma?ana delante de toda la clase. ¡°Hoy no puedo daros la clase como siempre. Estamos muy afectados. La ignorancia de la Guardia Civil ha quedado en evidencia. Solo saben dar palos¡±, dijo otro docente a los alumnos. Estas palabras ¡°dolieron como un pu?etazo¡± a muchos ni?os del instituto que son hijos de agentes del cuerpo, cuya comandancia est¨¢ a 100 metros del centro. En el gigantesco cuartel viven de forma permanente unas 200 familias (un millar de personas en total).
¡°Mi hija salt¨®. Tiene 15 a?os y su car¨¢cter. Yo le hab¨ªa dicho que tuviera mano izquierda. Que las cosas estaban tensas y que no se alterara si le dec¨ªan algo. Pero no pudo contenerse. Ella ha nacido en Catalu?a. Dijo que aquello era injusto, que se estaba generalizando y pregunt¨® si se pod¨ªa marchar. Le dijeron que se largara¡±, explica Javier Fern¨¢ndez, que lleva desde 1989 en Catalu?a y desde 2003 en Sant Andreu.
Los maestros conminaron a los ni?os a mostrar su repulsa por la violencia policial del domingo. Cinco de ellos, tras lo ocurrido, se negaron y llamaron a sus familias, que los pasaron a buscar. Por la tarde, los padres se reunieron con los dos jefes de estudios del instituto, a quien mostraron sus quejas. ¡°Hubo muchos cr¨ªos que no tuvieron el valor de quejarse. Aguantaron y solo rompieron a llorar al llegar a casa¡±, explica un agente.
Josep Anton As¨ªn, director de El Palau, explic¨® ayer que ¡°han sido varios los padres que han mostrado sus quejas por lo ocurrido¡±. ¡°Ahora estamos recabando todas las versiones [ayer el centro estuvo cerrado por la huelga] y adoptaremos las decisiones adecuadas para que lo ocurrido no altere la convivencia, que aqu¨ª siempre ha sido buena¡±.
Todas las fuentes consultadas ¡ªpadres, docentes, municipales...¡ª circunscriben los hechos a ¡°dos o tres profesores¡±, pero admiten su preocupaci¨®n por el impacto que el episodio pueda tener para la localidad. Incluso los padres m¨¢s cr¨ªticos alaban la actuaci¨®n del resto de docentes: ¡°Muchos supieron llevar la situaci¨®n sin trasladar la tensi¨®n a los ni?os. Hay uno que les hizo re¨ªr dici¨¦ndoles: ¡®Ya sab¨¦is que soy independentista, pero en clase no hablaremos de pol¨ªtica¡±, explica Bartolom¨¦ Barba, otro de los padres
Municipios como Sant Andreu de la Barca (27.000 habitantes) son las costuras fr¨¢giles de la crisis catalana. Situada en el Baix Llobregat, a la importante poblaci¨®n llegada de otras partes de Espa?a se suma la presencia del acuartelamiento. La tensi¨®n en el municipio arranc¨® el domingo. La Guardia Civil acudi¨® al mismo instituto para impedir la votaci¨®n y, aunque hubo gritos, no hubo incidentes graves. S¨ª los hubo en el centro de atenci¨®n primaria de la localidad, donde la intervenci¨®n de los antidisturbios acab¨® con varios vecinos agredidos.
Las ¨²ltimas elecciones municipales, en mayo de 2015, fueron ganadas por el PSC (35% de los votos), seguida de una candidatura en la ¨®rbita de Podemos (15%), ERC (14%), Ciutadans (10%) e ICV (7%). CiU y PP obtuvieron cada uno el 5%. Cuatro meses m¨¢s tarde, en las elecciones que llevaron a Carles Puigdemont a la presidencia, la lista m¨¢s votada fue Ciudadanos (27%), seguida del PSC (23%), y Junts pel S¨ª (19%).
El alcalde Enric Llorca (PSC) asegura estar ¡°muy preocupado por la creciente tensi¨®n¡±. El mismo lunes, en una concentraci¨®n convocada en repulsa por la violencia policial del d¨ªa anterior, Llorca fue insultado y casi agredido. ¡°Lo traum¨¢tico es que era una concentraci¨®n en contra de la violencia. Pero pronto se empezaron a gritar consignas independentistas. Algunos empezamos a irnos y entonces empezaron los insultos y empujones¡±, relata.
Otro ejemplo es la agresi¨®n sufrida ayer por un periodista de la televisi¨®n local cuando cubr¨ªa una marcha independentista. Tuvo que ser atendido en el hospital de Bellvitge por problemas de visi¨®n tras recibir un fuerte golpe en la cabeza. El medio es privado y ha recibido en los ¨²ltimos meses cr¨ªticas desde filas independentistas por su cobertura informativa. ¡°Tenemos que encontrar la f¨®rmula de encauzar todo esto¡±, afirma el alcalde. ¡°Es mucho lo que nos jugamos todos¡±, concluye. El Ayuntamiento pedir¨¢ informaci¨®n sobre lo ocurrido y ofrecer¨¢ todos sus servicios para que ¡°quede en un episodio desafortunado¡±. Este diario no logr¨® ayer hablar con los docentes pese a haberlo intentado por varias v¨ªas.
Entre las familias de los guardias civiles reinaba ayer una mezcla de rabia y desolaci¨®n. La gran mayor¨ªa lleva muchos a?os en el municipio, ¡°un gran sitio para vivir, donde nos conocemos todos y nunca hab¨ªa pasado nada¡±. ¡°Ahora parece que se est¨¢ desmoronando todo, pero no debemos dejarnos arrastrar por esa sensaci¨®n¡±, a?aden. Algunos incluso admiten que ¡°lo del domingo no se organiz¨® bien y pasaron cosas que deber¨ªan haberse evitado¡±. ¡°Pero hac¨¦rselo pagar a los ni?os es indigno. Si cada desacierto de una parte sirve al otro para justificar otro, vamos todos directos al abismo¡±, concluyen.
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