Vida tranquila lejos del centro de Barcelona

En un intento por alejarnos de la Barcelona que llena de peatones las grandes v¨ªas y sus balcones de esteladas, nos asomamos a los barrios m¨¢s alejados del centro, donde ya no puede escucharse el machac¨®n aleteo del helic¨®ptero que vigila d¨ªa y noche. Despu¨¦s de demasiados d¨ªas grises, ha empezado a calentar el sol y en Trinitat Nova, all¨ª donde termina la l¨ªnea 4 del metro ¡ªestaci¨®n, por cierto, que no registra actividad alguna y est¨¢ cerrada respondiendo a los servicios m¨ªnimos, muy m¨ªnimos este martes¡ª, el ambiente a media tarde es tan tranquilo que recuerda al de una t¨®rrida siesta de agosto.

Hay poca actividad en la calle, aunque los vecinos charlan con naturalidad y alguno se da el lujazo de tomarse un cortado en la terraza de uno de los pocos bares abiertos, regentado este por un matrimonio de origen asi¨¢tico. Todav¨ªa estamos en horario escolar, pero un grupo de ni?os juega con una pelota en una peque?a explanada. A pocos metros, una peluquer¨ªa abierta. Y en la puerta un cartel: ¡°Martes, d¨ªa del jubilado: 20% de descuento. Por dos tintes, el tercero: gratis¡±. Pese a semejante derroche de ofertas el local no est¨¢ muy animado.

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Muy cerca de all¨ª hay dos supermercados, uno, de la cadena Dia, abierto (y pr¨¢cticamente vac¨ªo); el otro, Consum, de origen valenciano aunque con fuerte implantaci¨®n en Catalu?a, cerrado. El Mercat de la Trinitat, epicentro de la actividad econ¨®mica de la zona, est¨¢ tambi¨¦n cerrado a cal y canto. Como lo est¨¢, enfrente, el Insitut Escola Trinitat Nova, que anuncia que se suma al ¡°paro general¡± de este d¨ªa 3 con un papel pegado en la puerta de entrada.

A trav¨¦s de las rejas del centro puede leerse una gran pancarta desplegada desde las ventanas: ¡°Espacio de convivencia libre de violencia¡±. Est¨¢ hecha a mano. Es una de las pocas pintadas que se ve por la zona, m¨¢s all¨¢ de un discreto ¡°Viva Espa?a¡± garabateado en un contenedor. Este es, probablemente, uno de los barrios m¨¢s desprovistos de simbolog¨ªa de cualquier tipo. Cuelga una bandera espa?ola de una ventana. Y cuatro catalanas (apenas una o dos esteladas) y una camiseta del Bar?a, la de la senyera, claro, de otros pocos edificios.

Ya en Via J¨²lia, en Verd¨²n, la escuela concertada Pr¨ªnceps 23 d¡¯abril ha acogido a los ni?os m¨¢s peque?os, pero cuesta encontrar alg¨²n comercio abierto pasadas las cinco de la tarde. Hay que llegar casi al Parc de la Guineueta para poder tomarse un caf¨¦. La ma?ana ha sido movidita. ¡°Hemos tenido jaleo. Hace poco que pas¨®, de hecho¡±, explica la dependienta de una pasteler¨ªa que s¨ª ha estado abierta todo el d¨ªa. ¡°Hay que trabajar¡±, conviene su compa?era. Muchas tiendas evitaron enfrentarse a los vecinos que buscaban el cierre forzoso del resto de comercios y otras empezaron a abrir cuando creyeron que la marea hab¨ªa pasado, despu¨¦s de comer, cuando la ciudad se preparaba para manifestarse.

A nueve kil¨®metros de all¨ª, en los barrios de Sarri¨¤ y Pedralbes, los que cuentan con las rentas m¨¢s altas, cuesta imaginar a los estudiantes (y muchos padres) cortando los accesos a la ronda de Dalt al grito de ¡°els carrers ser¨¤n sempre nostres¡± (las calles ser¨¢n siempre nuestras), no por falta de convencimiento, sino por la cotidianidad que se advierte ya por la tarde. En torno al Club de Tenis la vida parece la de un d¨ªa absolutamente normal. Las puertas de ESADE est¨¢n abiertas, tambi¨¦n las del Liceo Franc¨¦s, de donde empiezan a salir chicos y chicas con sus mochilas a cuestas. Y a las canchas de tenis empiezan a acudir en masa j¨®venes deportistas acompa?ados por sus padres. Un coche de los Mossos d¡¯Esquadra custodia la calle Bosch i Guimpera, pero no parece que vayan a tener mucho trabajo.

En Sarri¨¤, en d¨ªas de Festa Major, pasadas las marchas escolares durante la ma?ana y recuperada cierta normalidad el resto de la jornada, las cenas de vecinos, el baile para los mayores y los dem¨¢s actos festivos previstos para este d¨ªa 3 son suspendidos. Como lo hab¨ªan sido tambi¨¦n el domingo. Si algo tienen claro en Trinitat Nova o en Sarri¨¤ es que no son d¨ªas de celebraci¨®n, a excepci¨®n de una manifestaci¨®n en favor de la unidad de Espa?a en la plaza de Art¨®s.

A solo unas calles del barrio, la Diagonal es el carril por el que se dirige la corriente hacia el centro, donde se multiplican las esteladas y las pancartas, donde vuelven a sonar las h¨¦lices.