La Quinta del Barro

En la madrugada del 14 de octubre de 1957, el r¨ªo Turia inund¨® Valencia en una de las peores cat¨¢strofes hasta donde alcanza la memoria. Cuando las aguas volvieron a su cauce toneladas de barro cubr¨ªan la capital; no hab¨ªa luz ni agua potable, el alcantarillado estaba colapsado y por las calles solo se o¨ªa un silencio de tragedia. Unos 3.000 militares y civiles procedentes de toda Espa?a extrajeron m¨¢s de 1.000 toneladas de fango en unas seis semanas. La conocida como Quinta del Barro fue un precedente de la actual Unidad Militar de Emergencias (UME).

"Fue un aut¨¦ntico monz¨®n", resume Francisco Santana, alf¨¦rez reservista voluntario y comisario de la la exposici¨®n 1957.La batalla contra el barro, que ha abierto sus puertas este mi¨¦rcoles en la Fundaci¨®n Bancaja y organiza la Delegaci¨®n de Defensa en la Comunidad Valenciana. Dos s¨ªmbolos, testigos mudos de lo ocurrido hace 60 a?os, abren el itinerario de la muestra: una pala con la que se extrajeron toneladas de barro y la marca de hasta donde lleg¨® el agua.

Joaqu¨ªn Valera, Salvador Torres y Crist¨®bal Cuenca son tres veteranos (dos del Ej¨¦rcito de Tierra y un tercero de aviaci¨®n) que participaron en esa batalla contra el barro. "Fue una experiencia que no se puede olvidar", rememora Valera.Torres se hab¨ªa incorporado al servicio militar obligatorio hac¨ªa menos de un mes y su primera misi¨®n fue rescatar a unos compa?eros aislados en Pinedo. Recuerdan entre risas una colecta que vecinos de la calle de Los Leones (por la avenida del Puerto) hicieron para proporcionarles comida y bebida a las brigadas.

Los trabajos llevados a cabo por este colectivo, tanto para limpiar la ciudad, como para desbloquear el alcantarillado, construir alojamientos y puentes, reparar carreteras y caminos, poner en servicio el tranv¨ªa y la terminal ferroviaria al puerto, hicieron que la previsi¨®n inicial para recobrar la normalidad se redujera a un mes y medio, algo que tambi¨¦n detalla la muestra. As¨ª, el 30 de noviembre de 1957 se dio por cerrada la operaci¨®n y se consider¨® ganada "la batalla contra el barro".

Murieron un centenar de personas supultadas por las aguas, solo qued¨® a salvo de la crecida del r¨ªo la Valencia romana, el barrio de la catedral y el ¨¢rea que la rodea. El resto sucumbi¨® a una riada en la que el agua alcanz¨® los cinco metros de altura.

"Fueron precursores de la unidad de emergencias", destaca el delegado de Defensa de la Comunidad Valenciana, el coronel Rafael Morenza. "Fue la primera vez que una unidad militar estuvo al servicio del pueblo en una cat¨¢strofe natural en Val¨¨ncia", ha dicho. El Turia estaba a punto de desbordarse pero en Valencia no hab¨ªa ca¨ªdo ni una gota de lluvia. Luego lleg¨® la avalancha de agua y lo aneg¨® todo.

La exposici¨®n, en la que colaboran la Universitat de Val¨¨ncia y la Universitat Polit¨¨cnica, cuenta con fondos fotogr¨¢ficos del propio Ej¨¦rcito, e instant¨¢neas de la Fundaci¨®n Bancaja. Imagen a imagen se reconstruye la participaci¨®n de las Fuerzas Armadas en la recuperaci¨®n de Valencia tras la riada de 1957: el Ej¨¦rcito del Aire rescat¨® con vida a 56 personas, distribuy¨® en lugares inaccesibles por tierra 8.000 kilos de v¨ªveres a aloj¨® a unas 500 personas en la Base A¨¦rea de Manises.

Bajo la supervisi¨®n militar, las comisiones falleras ayudaron, demarcaci¨®n a demarcaci¨®n, a quemar todos aquellos residuos que pod¨ªan convertirse en potenciales focos de enfermedades, por ejemplo, los restos de animales que flotaban en el agua.