El descuartizador de Majadahonda, condenado a 27 a?os de c¨¢rcel por triturar a dos mujeres

La Secci¨®n 30? de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 27 a?os, tres meses y un d¨ªa de prisi¨®n a Bruno Hern¨¢ndez Vega, conocido como el descuartizador de Majadahonda (Madrid). El fallo considera probado que este hombre, de 34 a?os, mat¨® a su t¨ªa y a una inquilina de su chal¨¦. Despu¨¦s tritur¨® sus cuerpos con una picadora industrial de carne que ten¨ªa en su s¨®tano y escondi¨® en un lugar a¨²n desconocido. Un jurado popular vot¨® por unanimidad el pasado 3 de octubre su culpabilidad y rechazaba las eximentes de trastorno psiqui¨¢tarico. La presidenta de la Secci¨®n 30?, Pilar Alhambra P¨¦rez, le condena a 12 a?os de c¨¢rcel por cada homicidio, as¨ª como a 21 meses y un d¨ªa de prisi¨®n por estafa, seis meses por falsedad documental y un a?o m¨¢s por tenencia il¨ªcita de armas.

La sentencia, que consta de 33 folios y contra la que cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), considera probado que Hern¨¢ndez Vega mat¨® a su t¨ªa L¨ªria Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez. Los relatos de los hermanos de esta mujer destacaron durante el juicio que perdieron todo contacto con ella desde 2010. La ¨²ltima vez que la vieron con vida el condenado la acompa?¨® al notario. El fallo tambi¨¦n se refiere a la picadora industrial Braher modelo P-22 comprada por el culpable el 29 de julio de 2008 por 1.189,5 euros. Cuando los agentes de Criminal¨ªstica de la Guardia Civil la encontraron en el s¨®tano del chal¨¦ de la calle de la Sacedilla, 6 de Majadahonda, hallaron restos de ADN de la t¨ªa. "A partir de ah¨ª la acompa?¨® a la Notar¨ªa, compr¨® la m¨¢quina picadora y la mat¨®, desconoci¨¦ndose las circunstancias porque hizo desaparecer el cad¨¢ver, tritur¨¢ndolo previamente, en la citada m¨¢quina picadora", recoge la sentencia.

La juez tambi¨¦n hace referencia a la muerte de su inquilina Adriana Beatriz Gioiosa Nassini. La mujer le alquil¨® una habitaci¨®n en el chal¨¦ de Majadahonda. El fallo recoge que la muerte se produjo el 1 de abril de 2015. Hern¨¢ndez Vega intent¨® ocultar su muerte dejando una carta mecanografiada en la hamburgueser¨ªa en la que trabajaba la mujer. En la misiva dec¨ªa que dejaba el trabajo. El acusado tambi¨¦n se desplaz¨® a Barcelona con el tel¨¦fono m¨®vil de la mujer para intentar despistar a familiares y amigos.

"En ambos casos la muerte violenta de las dos mujeres queda acreditada por los restos biol¨®gicos hallados en la m¨¢quina trituradora encontrada en el s¨®tano de la calle Sacedilla n? 6 de Majadahonda, y en el caso de Adriana, por los restos de sangre hallados en paredes, suelo y techo de la citada vivienda, todo ello a pesar de no haberse descubierto los cad¨¢veres", a?ade la sentencia. "El condenado hizo desaparecer los cuerpos ocult¨¢ndolos en un lugar desconocido, ya que la picadora industrial de carne era de gran potencia, capaz de triturar carne y huesos", a?ade el fallo.

El fallo tambi¨¦n condena a Hern¨¢ndez Vega por un delito continuado de estafa. El condenado cre¨® el 7 de octubre de 2010 la soiedad Obras y Reformas XVXXII, que gir¨® dos recibos a la cuenta de su t¨ªa por un montante global de 33.227,85 euros. Y lo hizo con la ¨²nica intenci¨®n de enriquecerse il¨ªcitamente, seg¨²n la magistrada.

Hern¨¢ndez Vega tambi¨¦n es condenado por un delito de falsedad documental, ya que emiti¨® un un supuesto contrato por el que su t¨ªa le ced¨ªa el chal¨¦ (y con ello la posibilidad de alquilarlo) por un periodo de 15 a?os, por lo que le iba a pagar 18.000 euros. Jam¨¢s se los lleg¨® a ingresar, seg¨²n la sentencia. Adem¨¢s, falsific¨® un supuesto permiso de su t¨ªa para que pudiera empadronarse en el chal¨¦ de la calle de la Sacedilla. "A la ¨²nica persona a la que beneficiaba dicho certificado de empadronamiento era al acusado, as¨ª como el ¨²nico que conoc¨ªa sus datos y los de Liria, por lo que se infiere que fue el acusado quien realiz¨® el citado documento, tanto en el contenido como en la firma", recoge la magistrada.

El cuarto delito por el que es condenado el llamado descuartizador de Majadahonda es el de tenencia il¨ªcitia de armas. La Guardia Civil le decomis¨® un ca?¨®n de la marca Hecker&Koch del calibre 45 y un silenciador Brugget: "Igualmente, han explicado los peritos de bal¨ªstica que los silenciadores s¨®lo se pueden poseer por los funcionarios habilitados especialmente para ello. El acusado ni es funcionario, ni estaba habilitado, pero pose¨ªa el silenciador en el dormitorio que ocupaba en el domicilio de su padre sito en la calle Teruel de M¨®stoles", recoge la sentencia.

La sentencia de la Secci¨®n 30? descarta que la esquizofrenia paranoide que padece Hern¨¢ndez Vega condenado anulara sus facultades mentales, "pues no se ha establecido una relaci¨®n entre el delirio y los hechos cometidos".? ¡°En este caso, la elaboraci¨®n de todos los delitos cometidos, desde la compra de la m¨¢quina picadora a nombre de un tercero inexistente, pero con el n¨²mero de tel¨¦fono del acusado y con destino en su domicilio, el hecho de acompa?ar a Liria asiduamente como lo han relatado su padre y el resto de los hermanos de ella desde el momento en que fallece su hijo en 2006 y conoce que va a percibir unos ingresos, hasta el enga?o a los hermanos de Liria, dici¨¦ndoles que se hab¨ªa marchado a ?vila y que no quer¨ªa verlos, supone una elaboraci¨®n del delito que en nada acredita que sus facultades mentales estuvieran anuladas ni alteradas gravemente¡±, a?ade profusamente la sentencia.

Por eso, cuando su abogado intent¨® que Bruno fuera eximido del delito porque estaba privado de sus facultades mentales, los psiquiatras que lo estudiaron rechazaron tal intento con un argumento claro: "Puede estar loco pero no es tonto". Esas fueron las palabras que dijo el doctor Calcedo durante el juicio. Tambi¨¦n se descart¨® que sufriera un brote psic¨®tico. Su propia novia declar¨® que cuando perpetr¨® el segundo asesinato ni siquiera estaba padeciendo un brote psic¨®tico.

"El hecho de que padezca una enfermedad como la esquizofrenia paranoide, no significa que el acusado tenga anuladas sus facultades mentales, pues no se ha establecido una relaci¨®n entre el delirio y los hechos cometidos", concluye la sentencia.