La Polic¨ªa Municipal no recuperar¨¢ a los antidisturbios pese a un fallo judicial

La Polic¨ªa Municipal no recuperar¨¢ a las Unidades Centrales de Seguridad (UCS, los antidisturbios) pese a que una reciente sentencia judicial declaraba la ilegalidad de su disoluci¨®n. Los sindicatos han criticado la actitud del concejal de Seguridad, Javier Barbero, mientras el Ayuntamiento mantiene que estas unidades estaban desarrollando competencias que no ten¨ªan asignadas por ley.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) demand¨® al Ayuntamiento de Madrid por la disoluci¨®n de las UCS (hab¨ªa dos) de manera unilateral el 6 de abril de 2016. El Juzgado de lo Contencioso-administrativo n¨²mero 9 de Madrid dio la raz¨®n a este sindicato.En opini¨®n del magistrado, el Consistorio modific¨® la relaci¨®n de puestos de trabajo (RPT) sin contar con ¡°el procedimiento sobre la negociaci¨®n colectiva, sin citar al sindicato actor [CSIF] y a todas las organizaciones sindicales que proceda¡±. El juez tambi¨¦n obliga a pagar los 340 euros brutos que cobraban los agentes al mes por pertenecer a estas unidades.

El concejal de Seguridad anunci¨® la semana pasada que el Ayuntamiento acatar¨¢ la sentencia, pero que no reorganizar¨¢ las unidades centrales. De hecho, su disoluci¨®n ha sido uno de los objetivos prioritarios del edil desde que accedi¨® al puesto. Siempre mantuvo que estos agentes realizaban funciones que estaban fuera de su cometido. Puso como ejemplo los desahucios, pese a que estos act¨²an por orden judicial.

Por su parte, el CSIF insiste en que la sentencia obliga al Ayuntamiento a volver al momento anterior a la disoluci¨®n de esta unidad de antidisturbios, una vez que los servicios jur¨ªdicos del Ayuntamiento han decidido no recurrir este fallo.

La disoluci¨®n de la UCS-1 se realiz¨® en cuesti¨®n de semanas y con la ¨²nica opci¨®n a sus 150 integrantes de que se pasaran a los distritos. Se mantuvo la UCS-2, reforzada con algunos agentes de la unidad 1, pero con un n¨²mero de funcionarios insuficiente para atender todas las demandas de refuerzo de seguridad que requiere una ciudad como Madrid, como han denunciado los sindicatos del cuerpo.

Los agentes que se quedaron sin sus puestos se sintieron agraviados y gran parte de ellos ni optaron a los ex¨¢menes para la unidad de apoyo a la seguridad (UAS), que ha sustituido a las UCS, pero con menos competencias. Y en breve, con peores medios. Las furgonetas que han utilizado hasta ahora ser¨¢n sustituidas en unos meses por veh¨ªculos que carecen de protecciones para las lunas, como ocurre con las actuales, seg¨²n ha criticado la Asociaci¨®n de Polic¨ªa Municipal Unificada (APMU).

Las calificaciones de los ex¨¢menes de acceso, criticados por su marcado car¨¢cter pol¨ªtico, todav¨ªa no se han publicado, pese a que se celebraron en junio. ¡°Desde APMU consideramos que la UAS y algunas unidades de distrito se encuentran a su limite de capacidad operativa y de dar un servicio adecuado a los ciudadanos por la falta de personal¡±, afirma Carlos Bah¨®n, el portavoz de este sindicato.

El Ayuntamiento responde diciendo que el modelo policial actual se basa ¡°en lo preventivo, en la proximidad a la ciudadan¨ªa, en la mediaci¨®n, antes que en lo reactivo¡±. En caso de conflicto, est¨¢ la UAS, cuya misi¨®n fundamental es ¡°reaccionar inmediatamente ante sucesos que requieran una respuesta r¨¢pida y contundente, como derrumbamientos, rescates o aseguramiento del espacio p¨²blico¡±.