Fe en los dirigentes
El dep¨®sito de la fe en la autoridad contin¨²a inmaculado, a pesar de la fugaz y virtual proclamaci¨®n de la Rep¨²blica
En este pa¨ªs casi siempre se exagera. A una cueva situada entre Amer y La Cellera de Ter, donde los carlistas acud¨ªan a rellenar cartuchos, se la conoc¨ªa como La Maestranza. Eran otras ¨¦pocas. El rosario se rezaba todas las tardes, al menos en el requet¨¦ de mos¨¦n Galceran. Y hac¨ªa falta. Solo la intercesi¨®n divina pod¨ªa hacer cre¨ªble que un peque?o ca?¨®n, obra de un fabricante de cencerros de Torell¨®, era capaz de inclinar la segunda guerra a favor de los carlistas. Al final todo sucedi¨® sin pena ni gloria. Sin el m¨¢s m¨ªnimo rastro de ¨¦pica. Para los interesados en tales haza?as, Josep Pla las narra en Un senyor de Barcelona.
Cuentos y leyendas no decaen sino que se actualizan con el paso de los a?os. De hecho, el ADN de viejos comportamientos campa por las venas de cierto independentismo gregario. Tienen tal fe en sus dirigentes como los carlistas en la victoria gracias al Santo Rosario y a esa artiller¨ªa que deb¨ªa ser letal y a la que denominaron La chocolatera. El ca?¨®n requet¨¦ solo hizo tres disparos en el sitio de Ripoll y se desintegr¨® sin haber causado una sola v¨ªctima. La guerra continu¨®.
El movimiento soberanista catal¨¢n comenz¨® con formas de autoorganizaci¨®n. Las consultas populares municipales sobre la independencia en los municipios eran vistas con recelo por la derecha nacionalista, ahora abanderada de la fugaz rep¨²blica. Pero en los ¨²ltimos a?os todo mut¨®. El meg¨¢fono de la movilizaci¨®n pas¨® a ser manejado por los partidos y las c¨²pulas de organizaciones como ?mnium Cultural o Assemblea Nacional Catalana. La masa movilizada a la que se le supon¨ªan valores aut¨®nomos hizo el voto de obediencia, como los requet¨¦s en el Rosario de mos¨¦n Galcer¨¢n. La autoridad ha pasado a ser la encargada de leer los acontecimientos. As¨ª, la ef¨ªmera ¡°traici¨®n¡± del presidente Puigdemont, su intenci¨®n de convocar elecciones el jueves 26 de octubre, pas¨® poco despu¨¦s a ser una astucia del hombre de Amer. El art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n y la convocatoria de elecciones auton¨®micas se ha transustanciado en la oportunidad nada menos que del ansiado refer¨¦ndum. El mantra de que todo estaba preparado y pensado sigue vigente. De nada sirven las revelaciones del sumario del 20-S: ¡°Las cosas est¨¢n muy verdes. Eso cualquiera que tiene dos dedos de frente lo sabe¡±, le confiaba Llu¨ªs Salvad¨®, secretario de Hacienda, a un asesor del president. ¡°El mes de octubre no hay capacidad; ni tenemos control de aduanas, ni un banco¡±, a?ad¨ªa el segundo de Oriol Junqueras. Pero esas grabaciones no existen para el discurso independentista oficial. Seg¨²n la tradici¨®n budista pollivetana, un mantra no tiene efecto completo si su recitaci¨®n no es autorizada por un maestro respaldado por un linaje de maestros.
Y si la direcci¨®n del proceso dice y quiere hacer creer que todo estaba preparado, es que lo estaba. Solo hab¨ªa que contrastar los rostros exultantes de los dirigentes de la CUP con los de los cariacontecidos miembros Junts pel S¨ª el viernes 27 de octubre, d¨ªa uno de la era republicana.
Jordi S¨¢nchez y Jordi Cuixart, dos dirigentes pol¨ªticos, siguen encarcelados sin fianza, pero tanto la ANC como ?nmium Cultural secundan las decisiones madrugadoras del PDeCAT y ERC para acudir a las elecciones auton¨®micas. Todo estaba tan pensado que 24 horas despu¨¦s de votada la DUI no hab¨ªa apenas rastro del Ejecutivo. El legado fue un cr¨ªptico mensaje del presidente Puigdemont, que en olor de multitudes recorri¨® las calles de Girona durante las fiestas de Sant Narc¨ªs. 72 horas despu¨¦s, Puigdemont y seis exconsellersaparecieron en Bruselas: los dem¨¢s obedecieron el art¨ªculo 155. No hubo m¨¢s que fugaces apariciones testimoniales de los flamantes ministros republicanos por sus despachos. Pero el dep¨®sito de la fe en la autoridad contin¨²a inmaculado. Esta sucesi¨®n de episodios tiene una indudable vertiente c¨®mica de no ser por el saldo que deja la aventura: tensi¨®n en la cohesi¨®n social en Catalu?a; centenares de personas contusionadas en las cargas policiales por ir a votar el 1-O heridas; m¨¢s de 1.700 empresas han trasladado su sede social fuera de Catalu?a. Lo que queda fuera de toda duda es la eficacia de la maquinaria del Estado, que se ha activado a la velocidad de la luz con la c¨¢rcel para todo el Gobierno, y la amenaza de prisi¨®n para los miembros de la mesa del Parlament, citados ambos ante la justicia por presuntos delitos nada menos que de rebeli¨®n, sedici¨®n y malversaci¨®n. Eso ya no es realidad virtual. Desgraciadamente.?
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