Los hombres rana de ¡®la Pic¨®¡¯

Divertida, tragic¨®mica, esperp¨¦ntica y con alg¨²n cabo suelto, que conociendo a Sol Pic¨® enseguida atar¨¢, esta bailarina y core¨®grafa ha presentado su ¨²ltima trabajo, Dancing with frogs, una ¨¢gil y din¨¢mica pieza interpretada por siete varones en la que reflexiona sobre el hombre del siglo XXI. La noche del jueves, antes de que el p¨²blico entrara en la Sala MAC del Mercat de les Flors, su directora, ?ngels Margarit, dedic¨® unas palabras de rechazo por la detenci¨®n de los ex consejeros del gobierno catal¨¢n. Una vez dentro del espacio esc¨¦nico se vio una fila vac¨ªa con los nombres de todos ellos.

Despu¨¦s de explorar el universo femenino en We Women, la artista se adentra en el mundo de los hombres para bucear en sus deseos y preocupaciones. Para esta aventura cuenta con unos excelentes int¨¦rpretes, los m¨²sicos Pere Jou, autor de la partitura del espect¨¢culo, y Antoni Comas y Daniel Corrales, El¨ªas Torrecillas, Guillermo Weickert, Junyi Sun y Valent¨ª Rocamora. Son hombres de diferentes edades y complexiones que se entregan con una fuerza hipn¨®tica a mostrar las diferentes caras del hombre y a los que Sol Pic¨® ha subido a las puntas, adem¨¢s de acompa?arles en escena luciendo un frondoso bigote.

Dancing with frogs, (bailando con sapos), debe su nombre a la teor¨ªa de los cuentos de hadas seg¨²n la cu¨¢l cuando una joven besaba a un sapo se convert¨ªa en un pr¨ªncipe, un recuerdo que ha perseguido a la autora y que explica con gracia en escena, pues de peque?a estaba convencida de que era verdad.

El comienzo del espect¨¢culo es potente, un enorme pene cuelga del techo mientras que los siete hombres formando corro y subidos a las puntas realizan una danza ritual, un acto de adoraci¨®n al ¨®rgano viril.

Otro fragmento ingenioso es cuando el enorme pene atraviesa el escenario y oscila de lado a lado, a modo de botafumeiro, o cuando todos bailan a las ¨®rdenes de un militar. El trabajo coral de la pieza tiene fuerza y resulta contundente. El vocabulario gestual de la obra nace de la improvisaci¨®n de cada uno de los int¨¦rpretes, una improvisaci¨®n que Pic¨® ha orquestado con talento aprovechando las diferentes personalidades esc¨¦nicas de cada uno de los artistas. Bailarines que encarnan diferentes tipos de hombre: desde el machista al t¨ªmido, del autoritario al blando o del enamorado al chulo. No queda claro si ese hombre del siglo XXI ser¨¢ realmente nuevo o, pese a todo, seguir¨¢ como hasta ahora.

La excelente m¨²sica electr¨®nica de Pere Jou es un buen aliado de esta tribu urbana. M¨²sica a la que se a?ade unos fragmentos de composiciones de Bach, El hombre blanco del Fary, La Ramona de Fernando Esteso o para finalizar la c¨¦lebre ranchera El rey. Unos t¨®picos socorridos que ensombrecen la originalidad de la pieza pensada y creada por Sol Pic¨®.