Victoria vecinal en la zona cero de los ¡®narcopisos¡¯
Una orden judicial permite el cierre de un ¡®meubl¨¦¡¯ en la calle del Raval donde comenz¨® el fen¨®meno
¡°En cinco meses hemos conseguido cerrar ¡ªsolo en nuestra calle¡ª cuatro narcopisos, un local ilegal que utilizaban los consumidores de hero¨ªna para pincharse y, hoy, un prost¨ªbulo¡±, se felicitaba ayer Carlos un vecino de la calle d¡¯En Roig del barrio barcelon¨¦s del Raval. El mismo lugar donde, el verano pasado, comenz¨®, a golpe de cacerola, la lucha contra los traficantes que ocupan pisos y los convierten en supermercados de la droga a siete euros la dosis.
Ayer no clausuraron un narcopiso. Tras casi un a?o en funcionamiento, la comitiva judicial cerr¨® un meubl¨¦ instalado en un local cercano a la confluencia de d¡¯En Roig con Picalquers. Un inmueble que estaba abierto las 24 horas y, seg¨²n los vecinos, donde el ejercicio de la prostituci¨®n y especialmente la actitud de algunos clientes hac¨ªan sentir inseguros a los vecinos.
El 30 de enero de 2017 un presunto peque?o empresario, de origen ecuatoriano, firmaba un contrato de alquiler con el propietario de un local estrecho, alargado y oscuro en la calle d'En Roig. El emprendedor aseguraba dedicarse al mundo de la construcci¨®n y comunic¨® al due?o del local que iba a utilizar el inmueble como almac¨¦n de materiales de obra. Regate¨® el precio y llegaron a un acuerdo. Pag¨® un mes por adelantado a cambio de que le diera dos meses de carencia para hacer unas supuestas obras ¡ªque nunca tuvieron lugar¡ª para adecuar el espacio. Febrero y marzo contaban como meses de obras y abril lo hab¨ªa pagado por adelantado.
Miquel Nueva ejerce como presidente de la comunidad de vecinos donde se encuentra el local. Nueva y el resto de vecinos pronto comprobaron que en aquel lugar se estaba llevando a cabo una actividad que no era precisamente la de almac¨¦n. ¡°Las prostitutas contactan con clientes en la calle Sant Rafael y Robadors. Muchas de las mujeres ten¨ªan las llaves del local y ven¨ªan aqu¨ª a mantener relaciones¡±, denunciaba ayer el vecino. ¡°Diariamente asist¨ªamos a espect¨¢culos como discusiones de clientes, peleas y la angustia de no saber a qui¨¦n te ibas a encontrar cuando sal¨ªas a la calle¡±, denunci¨®. Adem¨¢s, seg¨²n el presidente de la comunidad, hab¨ªan ¡°pinchado¡± los suministros.
Los vecinos denunciaron, pero a nivel policial poco pudieron hacer los agentes ¡°m¨¢s all¨¢ de situaciones concretas¡±. En mayo, el empresario ten¨ªa que abonar la primera mensualidad del alquiler. Despu¨¦s de la firma del contrato, seg¨²n fuentes cercanas a la administraci¨®n del inmueble, el supuesto constructor no realiz¨® ning¨²n tipo de transferencia.
El propietario denunci¨® judicialmente el impago del alquiler y un tras meses de pleitos un juez orden¨® ayer el desalojo. La administraci¨®n de fincas, junto con la comitiva judicial, se person¨® la ma?ana de ayer en la calle d¡¯En Roig. En el interior del inmueble no hab¨ªa ninguna persona, por lo que un cerrajero retir¨® la cerradura.
En el interior, una bicicleta sobresal¨ªa en medio de un decorado s¨®rdido. Habitaciones construidas con tres tablones, colchones y botellas por el suelo junto a paredes descorchadas y mucha, much¨ªsima, miseria y suciedad. El local, que no conservaba bombillas, hac¨ªa solo unas horas que hab¨ªa sido utilizado por alguien.
Los representantes de los propietarios colocaron dos candados en la puerta de la entrada. ¡°Dentro de unas horas lo volver¨¢n a ocupar. Estaremos atentos y exigiremos el desahucio expr¨¦s¡±, anunci¨® Nueva.
¡°Faltan un par de cosas por mejorar pero es as¨ª como liberamos nuestras calles y comenzamos un proceso de mayor calidad de vida¡±, se enorgullec¨ªa ayer Carlos de la calle d¡¯En Roig.
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