Forajidos en versi¨®n biso?a
El joven quinteto de Nueva York revive el esp¨ªritu de The Band con un debut madrile?o estupendo
Tienen algo los neoyorquinos The Rad Trads de cat¨¢logo juvenil, y ya solo por eso se antojan deliciosos. Ninguno de los cinco se adentra en la treinta; los hay rubios, morenos o casta?os, guapetes o normalitos, serios y expansivos. De camisas vaqueras, lisas o a cuadros. Pero precoz y endemoniadamente brillantes. Todos cantan con much¨ªsimo gusto, multiplicidad de colores y el poso de quienes llevaran unos cuantos a?os pulverizando el cuentakil¨®metros. Se distribuyen en un tr¨ªo cl¨¢sico de rock y un d¨²o para los metales (saxo y trompeta). Y parecen sentirse c¨®modos en cualquier modalidad de rock de ra¨ªz, opci¨®n m¨¢gica para unos chavales que podr¨ªan haberse echado al monte del rap, la electr¨®nica o cosas peores.
Lo cierto es que casi todo resultaba este martes en la sala Boite una paradoja divertida, la de unos chavales imberbes de la Gran Manzana jugando a ser rockeros sure?os de colmillo revirado. Y la suplantaci¨®n es muy efectiva: si cerr¨¢ramos los ojos, imaginar¨ªamos a unos tipos melenudos de aspecto amenazante. La comparaci¨®n m¨¢s evidente surge con The Band, por la multiplicidad de voces y adscripciones estil¨ªsticas, pero la f¨®rmula es m¨¢s plural: Keyclub o At ease boys son fant¨¢sticos ritmos medios con el calor de unos metales dise?ados para el abrazo, By the phone o Free wheelin¡¯ evocan la inmediatez y desparpajo de un disco para el sello Stiff, Shouldn¡¯t have to apela al blues rocoso y Let¡¯s go walking es soul de pura vieja escuela.
Puede que haya algo de escol¨¢stico, cierto, en la propuesta de estos mocetones, que se atienen m¨¢s a la pauta que a la salida del guion. Incluso hacia el final, I¡¯ve been that man before apela al orgullo vaquero y a la soledad de un tipo acodado en la barra de alg¨²n bar, como en cientos de ejemplos; A.J. Croce, pongamos por caso. Pero Keith Richards and I se antoja un single estupendo para estos forajidos en versi¨®n biso?a. Ojal¨¢ sigan pegando el estir¨®n.
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