El colch¨®n (y el somier) como obra de arte
El provocador artista belga Guillaume Bijl convierte la galer¨ªa ADN Platform, de Sant Cugat del Vall¨¨s, en una tienda de camas
Las naves de las periferias urbanas se parecen todas y a menudo albergan almacenes de muebles u otras mercanc¨ªas m¨¢s baratas que en las tiendas del centro. Las naves de San Cugat del Vall¨¦s no escapan a esa pauta, as¨ª que nadie se va a sorprender al encontrarse con una tienda de colchones, por lo menos hasta darse cuenta de que ha entrado en ADN Platform, el espacio de la c¨¦lebre galer¨ªa dedicado a las propuestas m¨¢s arriesgadas y menos comerciales.
Evidentemente, aunque los colchones est¨¢n en venta, no se trata de un almac¨¦n cualquiera sino de una instalaci¨®n creada ex profeso para la primera muestra individual en Espa?a de Guillaume Bijl (Amberes, 1946), artista belga conocido por sus proyectos provocadores que ponen de manifiesto las cada vez m¨¢s frecuentes contradicciones y paradojas del mundo del arte.
¡°En 1989 pude ver, en Grenoble, el Caravan Show de Guillaume Bijl, una instalaci¨®n que reproduc¨ªa una venta de autocaravanas. El impacto que me caus¨® fue tal que hasta el d¨ªa de hoy nunca he podido olvidarla. En su honesta y transparente simplicidad pon¨ªa de manifiesto lo que no consigue la vacua complejidad de la que, a menudo, se nutre el arte¡±, explica Frederic Montorn¨¦s, comisario de un proyecto que lleva a sus consecuencias m¨¢s extremas el juego entre realidad y ficci¨®n que plantea la creaci¨®n art¨ªstica. ¡°No se trata simplemente de un simulacro. La marca Somicat existe, es real y los colchones forman parte de su cat¨¢logo¡±, contin¨²a Montorn¨¦s, recordando lo dif¨ªcil que fue encontrar una empresa dispuesta a prestarles su nombre y su mercanc¨ªa.
La propuesta forma parte de las que Bijl denomina ¡°instalaciones de transformaci¨®n¡±, es decir, piezas que reproducen la realidad en un espacio art¨ªstico transfigur¨¢ndolo. Desde la autoescuela que realiz¨® en la galer¨ªa Ruimte Z de Amberes en 1979, Bijl ha plasmado esta paradoja con diversos tipos de empresa, como las mencionadas autocaravanas, tiendas de comidas para animales o lavander¨ªas, con el objetivo de denunciar una sociedad que valora la cultura por su rentabilidad. ¡°Al mismo tiempo, estos trabajos me sirven para analizar la naturaleza de nuestra sociedad en una suerte de arqueolog¨ªa del presente. La costumbre de comprar los colchones en grandes almacenes de la periferia no exist¨ªa hace veinte a?os y probablemente no existir¨¢ dentro de diez. Lo que ahora es un espejo de la sociedad, ma?ana puede convertirse en una naturaleza muerta de lo que fue nuestro presente¡±, indica Bijl, que ha estado en Barcelona para inaugurar su instalaci¨®n, que permanecer¨¢ abierta hasta el 28 de abril.
Desde hace 40 a?os, el artista clasifica toda su producci¨®n en cuatro categor¨ªas; as¨ª, adem¨¢s de las ¡°Instalaciones de transformaci¨®n¡±, est¨¢n las ¡°Instalaciones de situaci¨®n¡± (en las que el arte se inscribe en el espacio p¨²blico), las ¡°Composiciones concebidas como bodegones contempor¨¢neos¡± y los ¡°Sorry works¡±, peque?os ensamblajes incoherentes realizados con objetos existentes, que representan la vertiente m¨¢s po¨¦tica y absurda de su trabajo.
Acompa?an a Bijl en el espacio de ADN Platform Anna Dot y Pep Vidal. Adem¨¢s, hasta finales de enero, Vidal ha convertido la sede barcelonesa de ADN en una florister¨ªa, donde exhibe los resultados de sus estudios sobre las redes de sistemas, en este caso de las plantas, llevados a cabo gracias a las m¨¢s de 300 macetas de una florister¨ªa entera que compr¨® a finales de 2016 y traslad¨® a su estudio.
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