Una mayor¨ªa de izquierdas que nadie quiere ver
Todos los datos apuntan a que el bloque progresista superar¨¢ ampliamente a los nacionalistas y a la derecha
Todos los sondeos preelectorales publicados en las ¨²ltimas semanas indican que los ciudadanos de Catalu?a se inclinan mayoritariamente por formar en el Parlament una clara mayor¨ªa de izquierdas. Y uno de los aspectos que m¨¢s poderosamente llama la atenci¨®n en estos momentos de campa?a electoral es que, aparentemente, nadie se ha dado cuenta de ello. Nadie lo rese?a. Nadie habla de ello en los m¨ªtines. Ninguno de los gr¨¢ficos de los sondeos en los que se describe la relaci¨®n de fuerzas tiene en cuenta el eje derecha-izquierda. Ni los an¨¢lisis que les acompa?an.
Pero esto es lo que hay, al menos en estimaci¨®n de voto, a una semana de la cita con las urnas. Esto es lo que emerge, despu¨¦s de cinco a?os de choque de nacionalismos, en seis sondeos consultados (entre los que se cuentan el del CIS y el de Metroscopia para EL PA?S): una mayor¨ªa absoluta de esca?os de las izquierdas. Desde que se separaron los componentes de la coalici¨®n Junts pel S¨ª (es decir, el PDeCAT y ERC), el grupo parlamentario m¨¢s numeroso en la legislatura reci¨¦n finiquitada, la formaci¨®n de bloques ideol¨®gicos vuelve a ser posible. Al menos sobre el papel. Esta posibilidad suma en todos los sondeos mayor¨ªas de m¨¢s de 69 esca?os. En algunos se acerca a los 80 y en uno de ellos incluso supera esa cifra.
Esa mayor¨ªa podr¨ªa elegir presidente y formar gobierno si se pudieran sumar los esca?os del PSC, ERC, Catalunya en Com¨² y la CUP. El porcentaje en voto estimado es igualmente ilustrativo, siempre por encima del 50%. En todos los sondeos. Si el d¨ªa 21 se confirmara esta tendencia, ninguno de los otros dos bloques persistentemente tomados como referencia en todos los an¨¢lisis, incluso en los de expertos supuestamente neutrales, ser¨ªa mayor que el bloque de izquierdas.
PDeCAT y ERC han desistido de reeditar la coalici¨®n de Junts pel S¨ª ante el riesgo de desfigurar excesivamente sus respectivos perfiles ideol¨®gicos y su vocaci¨®n de representar a determinados segmentos sociopol¨ªticos. El debate electoral se desarrolla, sin embargo, como si esto no hubiera ocurrido. La existencia de la coalici¨®n soberanista ha relegado a un segundo o tercer plano en los ¨²ltimos a?os la confrontaci¨®n derecha-izquierda. Pero esta no se ha evaporado. Ya se sabe, si se la echa por la puerta entra por la ventana. Esto es lo que apuntan los sondeos.
El Gobierno de Mariano Rajoy y el universo medi¨¢tico que calurosamente le arropa se presentan ante las elecciones catalanas como vencedores de la crisis que ha motivado la convocatoria. A ciertos efectos no cabe duda de que as¨ª es: su adversario se ha convertido en reo de delitos penales diversos y sus l¨ªderes est¨¢n en prisi¨®n o fugados en el extranjero. Pero lo cierto es que, no se sabe muy bien si pese a ello o gracias a ello, los sondeos son muy adversos para el PP: la encuesta del CIS del cuatro de diciembre le otorgaba una estimaci¨®n de voto del 5,8% para el 21-D. Las dem¨¢s encuestas apuntan datos similares. El PP conf¨ªa en que otros partidos le hagan el trabajo en Catalu?a y se conforma con formar parte de un eventual bloque ganador. Y no le faltan razones para pensar que ese bloque puede cuajar. Existe un antecedente muy cercano. Tanto Ciudadanos como el PSOE hicieron posible en 2016 la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno y el PP espera que esa alianza se mantenga en beneficio de las derechas. Fue as¨ª, adem¨¢s, aunque los socialistas se hab¨ªan comprometido solemnemente a evitarlo y a pesar de que en el Congreso exist¨ªa una mayor¨ªa de diputados de centro-izquierda alternativa a la del bloque de centro-derecha formado por el PP y Ciudadanos. Rajoy logr¨® imponer entonces al PSOE la exclusi¨®n de cualquier acuerdo con los partidos independentistas. Eso impidi¨® la formaci¨®n de otra mayor¨ªa en el Congreso. El PP y Ciudadanos conf¨ªan en que esa l¨®gica siga operando el 22 de diciembre en Catalu?a.
Lo que ahora est¨¢ por ver, y se ver¨¢ al d¨ªa siguiente de las elecciones, es si algunos partidos son o no tan incompatibles entre s¨ª como proclaman. Es decir, en un hemiciclo con 70 ¨® 72 esca?os de izquierdas ?el PSC podr¨¢ declararse m¨¢s incompatible con ERC que con el PP y Ciudadanos? ?Y la CUP, ser¨ªan m¨¢s incompatibles con Catalunya en Com¨² y el PSC que con el PDeCAT? Falta una semana para la votaci¨®n. Es exigible que los cuatro partidos de izquierdas aclaren su posici¨®n y digan qu¨¦ van a hacer con sus esca?os.
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